Los movimientos de los fluidos planetarios

Los movimientos horizontales de los fluidos del planeta se originan a partir de diferencias de presión entre puntos diferentes. Cuando por la razón que sea, la densidad total y por tanto, el "peso" de la columna de agua o de aire de una zona determinada se hace diferente a la de su entorno, se crea un gradiente de presión que pone en circulación el fluido y genera desplazamientos horizontales. La circulación provocada por un gradiente de presión se denomina geostrófica, y es la que caracteriza la mayoría de los desplazamientos atmosféricos. No hay que olvidar que en la atmósfera las diferencias de densidad y por tanto, de presión atmosférica son causadas por el calentamiento diferencial de unas zonas del planeta respecto a otras.

En el mar, la situación es un poco más compleja porque la densidad no sólo depende de la temperatura como en la atmósfera, sino también de la salinidad. Se crea una circulación denominada termohalina para compensar las diferencias de densidad asociadas a cambios en la temperatura y/o a la salinidad. Puesto que la salinidad depende de los aportes fluviales (ciclo del agua) y de la evaporación, la circulación termohalina también depende directamente de la radiación solar incidente. Tanto la circulación termohalina como los movimientos de masas de agua debidos al viento pueden generar gradientes de presión horizontales que tenderán a ser compensados por desplazamientos de tipo geostrófico.

Una vez que las masas de agua o de aire se ponen en movimiento, se ven afectadas por la fuerza de Coriolis debida a la rotación terrestre y cuya magnitud depende de la latitud. Debido a ello, el fluido tiende a adquirir algo de giro (vorticidad) y por tanto, se produce un momento de inercia. Como la vorticidad y el momento de inercia dependen de la latitud, se pueden producir desplazamientos sólo para reajustarlos. Ambos también dependen de la altura, de la masa del fluido y de la presencia de obstáculos, por lo que la topografía del terreno o la batimetría del fondo también pueden influir en el desplazamiento de los fluidos planetarios.