Convergencia

El entendimiento de los formatos y procesos digitales que comienza a adquirirse después de la Segunda Guerra Mundial supone el inicio de una tendencia inexorable hacia la digitalización de la información. Las razones de esta transformación se encuentran en la mayor versatilidad, precisión, fiabilidad, abundancia, y menor coste de los procesos y formatos digitales, con respecto a los analógicos. Estas propiedades de los procesos y formatos digitales hacen ineludible para las organizaciones –siempre en busca de rendimiento, efectividad y bajos costes– la digitalización, tanto de los distintos tipos de información como de los propios canales por los que circula la información.

Convergencia tecnológica

La digitalización, impulsada especialmente por los avances en la tecnología de los microprocesadores, favorece la interoperatividad entre distintas plataformas tecnológicas. Los canales de comunicación que antes permitían el flujo de un solo tipo de comunicación se transforman en canales multipropósito. Así, las redes telefónicas posibilitan, además de las tradicionales conversaciones, la transmisión de datos entre ordenadores, de texto para imprimir a través del fax, o de mensajes grabados a través del audiotexto.

Convergencia empresarial

Ejemplo

Esta convergencia tecnológica provoca que industrias que tradicionalmente han estado separadas –como el cable, las industrias dedicadas a la publicación, los medios de comunicación de masas y la informática– entren en una dinámica de alianzas, fusiones y adquisiciones que pueden ser tanto horizontales –dentro del mismo sector–, como verticales –adquiriendo empresas de otros sectores que les permitan controlar procesos adyacentes a su línea de producción primaria.

Convergencia de formatos

Más allá de la convergencia de los sistemas de distribución y de las empresas, la digitalización provoca la convergencia en un tercer ámbito: los productos y servicios. Los formatos informativos que tradicionalmente se identificaban con sectores distintos comienzan a integrarse en nuevas combinaciones de productos y servicios. Así surgen los nuevos híbridos mediáticos como los periódicos o revistas " electrónicos", que difuminan las fronteras tradicionales entre los medios. La prensa ha utilizado canales digitalizados como el videotexto, teletexto o más recientemente Internet para distribuir su producto ya digitalizado. Pero, en la medida en que las nuevas plataformas de distribución digitales no limitan los formatos de la información, la prensa, la radio, y la televisión –tradicionalmente restringidas a formatos concretos– pueden publicar a través de la nuevas plataformas digitales texto, sonido, vídeo u otro tipo de imágenes animadas.

La naturaleza de los nuevos productos o servicios transmitidos a través de las plataformas digitales resulta difícil de clasificar según los parámetros de los medios tradicionales. Cualquier empresa informativa puede ofrecer productos o servicios, por ejemplo a través de Internet, con los mismos formatos. De hecho, es difícil diferenciar el sitio web de MSNBC, del de un periódico, o del de una emisora de radio, o del sitio de la cadena de televisión CNN. Dicho de otro modo, ¿tiene sentido referirse a periódicos en línea, radios en línea o televisión en línea, cuando los mismos formatos informativos están disponibles para todos? La respuesta es afirmativa si se tiene en cuenta la tradición de la empresa que publica el sitio web, pero, sin contar con el bagaje de estas empresas, los sitios web podrían tener una mezcla de todos los formatos que tradicionalmente han servido para diferenciar a los medios de comunicación.

Convergencia de contenidos

En este panorama de convergencia también es necesario prestar atención a la convergencia que se produce en la esfera de los contenidos. Se pueden diferenciar cuatro tipos básicos de contenidos: información, educación, publicidad y editorial. Aunque los medios tradicionales han intentado delimitar las fronteras entre estos cuatro tipos de información, crecientemente aparecen mezclados. Así, son comunes los publirreportajes televisivos en los que se hace publicidad de un determinado producto utilizando el formato de reportaje informativo (infomercial), o incluso el formato educativo (advertorial). Por otra parte la educación cada vez está más asociada al entretenimiento –tanto en televisión, como en los libros de texto, como en los nuevos productos digitales. De la misma manera, se observa un incremento de las dosis de entretenimiento en los productos puramente informativos. Los informativos de televisión, fundamentalmente, son el ejemplo paradigmático del infotainment (information + entertainment). La convergencia tecnológica, empresarial y de formatos, que propician las nuevas tecnologías digitales, favorecen el aumento de este tipo de convergencia de contenidos con las consiguientes crisis deontológicas acerca de la conveniencia de mantener la tradicional división entre los tipos de contenidos –especialmente publicidad e información– o de desarrollar nuevos estándares.

¿Convergencia o divergencia?

Sin embargo, la convergencia no implica que exista una sola red de banda ancha, un único tipo de aparato e interfaz para conectarse, o unas pocas empresas que controlen el mercado.

Contenido complementario

La interconectividad,, que permite la digitalización, posibilita la consideración de una vasta red tecnológica que se extiende en un ámbito global. Esta red integrada, que las esferas políticas han denominado con términos como GII (Global Information Infrastructure) o GIS (Global Information Society), ha pasado a conferir protagonismo absoluto a Internet, como se puede apreciar en la sustitución de expresiones comunes hasta mediados de la década de los noventa como " autopistas de la información", por una referencia directa a Internet. Sin embargo, la red global digital está integrada por diversas tecnologías cuya invención, en algunos casos, se remonta 150 años atrás, e Internet es sólo una parte de ellas. Según Leer las cuatro tecnologías básicas que integran la GII son las telecomunicaciones fijas y móviles, la televisión por cable, la televisión digital, e Internet.

Contenido complementario

La presencia de Internet dentro de la GII es incluso paradójica, puesto que es el resultado de una trayectoria completamente opuesta a la de las principales tecnologías que están en la base de la GII. Mientras que Internet se ha desarrollado desde abajo y de forma descentralizada, los sistemas más tradicionales se han creado bajo una dinámica jerárquica, de arriba abajo y con grandes inversiones de capital. Además, es la industria de las telecomunicaciones la que está desarrollando la red global de banda ancha que proveerá las bases para la GII, aunque están surgiendo numerosos competidores como resultado de la liberalización y privatización de la industria.

Internet es parte de la red global e integrada que se está desarrollando y, aunque ofrece modelos conceptuales y referencias de usabilidad y funcionalidad en términos de dar forma a la GII, su influencia se verá determinada por el desarrollo efectivo de la red global e integrada en los próximos años. Hay que añadir que, a pesar de su indiscutible presencia en los discursos mediáticos, Internet afecta a un porcentaje de la población mínimo, poco más del 6% de la población mundial, que está mayoritariamente situada en Norteamérica. Por supuesto, este porcentaje con acceso a Internet es probablemente el que tiene mayor poder de influencia en el resto de la sociedad, pero de momento es una proporción mínima.

Amunt