Aunque el determinismo tecnológico constituye una perspectiva muy arraigada en el pensamiento occidental, su validez ha sido puesta en entredicho por los denominados estudios sociales de la tecnología.

Los principales hechos que se esgrimen contra el determinismo tecnológico son:

1. Una misma tecnología puede tener efectos (o impactos) muy distintos en contextos sociales diferentes.

Así, cuando se afirma que el estribo "causó" el feudalismo entre los francos, es necesario tener en cuenta que el estribo no tuvo el mismo efecto en la Inglaterra anglosajona anterior a la conquista normanda.


Los impactos de la tecnología no se producen de forma mecánica, sino que son relativos al contexto social en que tienen lugar.

2. En muchas ocasiones, el cambio tecnológico es simultáneo –y no anterior– a cambios económicos, políticos, organizativos, culturales y legales, por enumerar solamente algunos de los aspectos de "lo social".

3. La tecnología no se produce al margen de la sociedad.

La innovación tecnológica es un proceso social y, por lo tanto, sus impactos sociales no se producen desde el exterior.


Tecnología y sociedad se coproducen.


4. La tesis del determinismo tecnológico conduce a la inacción política.

Si la tecnología se desarrolla autónomamente, sólo nos queda adaptarnos lo mejor que podamos a sus impactos: disfrutar de aquellos que son positivos y protegernos de los negativos.

"El determinismo inhibe el desarrollo de controles democráticos sobre la tecnología porque sugiere que todas las intervenciones son inútiles. Esto se aplica a la ciencia tanto como a la tecnología. Si los hechos científicos están dictados por la Naturaleza, más que construidos por los seres humanos, entonces cualquier controversia científica (por ejemplo, sobre los riegos de la radiación nuclear) se cerrará necesariamente cuando se muestre que una de las partes estaba "en lo cierto" mientras que la otra estaba "equivocada". [...] De la misma forma, si [defendemos el determinismo tecnológico] en lugar de enfatizar las posibilidades y los constreñimientos del cambio y la elección sobre la tecnología, una gran parte del público se inclinará a renunciar a la posibilidad de participar en la toma de decisiones, con el resultado de que la tecnología quedará realmente fuera de control." Bijker, W. (1995). On Bicycles, bakelite, and Bulbs. Elements for a Theory of Socio-Technical Change (pág. 281). Cambridge (MA): MIT Press.