El desarrollo mutidireccional de la bicicleta
Durante el último cuarto del siglo pasado convivían diferentes variantes de la llamada bicicleta ordinaria. El éxito o el fracaso de cada una de estas variantes fue ligado a la dinámica social que se estableció entre diferentes grupos. Un primer grupo que es necesario mencionar es el de los anticiclistas: gente que consideraba peligroso o antiestético, para los viandantes, la circulación de estos artefactos por caminos o calles. Dentro de los usuarios, hay que distinguir el grupo de las mujeres, dado que el uso de la bicicleta planteaba para ellas problemas específicos. Durante mucho tiempo, por ejemplo, no se consideraba apropiado para una mujer ir en bicicleta –y por este motivo se crearon los primeros triciclos (la cuestión del vestuario femenino también fue bastante debatida). Por otro lado, encontramos los usuarios de la ordinaria de ruedas altas, jóvenes de profesiones liberales, valientes y atrevidos: para ellos, la bicicleta representaba principalmente un deporte –más que un medio de transporte.
Cada grupo social relevante asociaba a la bicicleta diferentes problemas (velocidad, seguridad, moral, etc.) y diferentes soluciones. Los neumáticos, por ejemplo, fueron, para algunos, una solución al problema de la vibración en las bicicletas de rueda baja. Para otros, el neumático era una innovación que permitía aumentar considerablemente la velocidad. Para algunos ingenieros, finalmente, el neumático se vio como un añadido antiestético y contrario a la seguridad (porque, según ellos, propiciaba los resbalones). Al mismo tiempo, se idearon toda una serie de soluciones diferentes para el problema de la vibración (la mayoría consistentes en introducir sistemas de resortes en el cuadro, en el asiento o en el manillar).
Otro elemento conflictivo fue el tamaño de las ruedas. Las ruedas (de delante) grandes se convirtieron en un símbolo de virilidad y actividad deportiva y, consecuentemente se produjo un proceso de crecimiento que condujo a ruedas de casi metro y medio de diámetro (para incrementar la velocidad). Las mujeres y la gente mayor, sin embargo, daban otro significado a este tipo de ruedas: la falta de seguridad (cuanto más grandes eran, más peligrosas resultaban las caídas). Este último significado propició, de hecho, otra línea de desarrollo, de signo diferente, orientada hacia bicicletas de rueda delantera baja y con pedales situados más hacia atrás. Resumiendo, la bicicleta de rueda grande estaba constituida, a la vez, por dos bicicletas diferentes (una bicicleta "de macho" y una bicicleta "insegura"), dependiendo de los grupos sociales considerados.
Volviendo al caso del neumático, hemos visto cómo diferentes grupos sociales se oponían a su uso. Los jóvenes deportistas, por ejemplo, no lo veían como una solución al problema de la vibración, entre otras cosas porque ¡para ellos la vibración no constituía ningún problema! La estrategia de Dunlop (uno de los principales promotores del neumático) consistió, entonces, en traducir esta solución al problema de la vibración como una solución a otro problema, la velocidad, que esta vez sí interesaba mucho a los deportistas. Instalando neumáticos a las ruedas de una bicicleta de carreras se consiguió que los deportistas de la bicicleta adoptaran la innovación como una forma óptima de incrementar la velocidad.