Los
ríos constituyen las vías principales de desagüe hacia
el mar de todas las superficies continentales. Las variaciones de su caudal
dependen de la lluvia, de la fusión del hielo y de la nieve o de
las aportaciones de aguas subterráneas.Normalmente se relacionan
los cursos alto, medio y bajo de un río, respectivamente, con los
procesos de erosión, transporte o sedimentación. Pero estos
procesos se pueden dar en cualquier lugar de su recorrido. El hecho de
que se dé uno u otro proceso depende de la velocidad del agua. Un
curso fluvial erosiona su lecho o los márgenes cuando la velocidad
del agua aumenta hasta llegar a un valor que le permita arrastrar a las
diferentes partículas. Según la inclinación y las
características geológicas de los diferentes terrenos dará
lugar a una serie de formas de erosión muy diferenciadas: congostos,
cascadas -cuando la pendiente es menor, pero se mantiene un desnivel suficiente
que permite que el agua circule a gran velocidad, hablamas de rápidos-
y meandros.

Los meandros
son, realmente, formas mixtas de erosión y de sedimentación:
en su margen cóncavo se produce la erosión, mientras que
en el lado convexo se da la sedimentación.
Los alubiones
son las diferentes acumulaciones de sedimentos fluviales. Pueden presentarse
en forma de llanuras aluviales, terrazas fluviales y deltas.