Prueba de asociación
Tipología: Preguntas cerradas
Objetivos a alcanzar: Aplicar aprendizajes
Identificar
Relacionar hechos, conceptos, datos, etc.
        
Definición del recurso:
Es un tipo de prueba objetiva que consiste en presentar una serie de elementos en dos columnas paralelas en que cada palabra, símbolo o frase de una columna puede asociarse con los elementos de la otra columna. El estudiante tiene que establecer las relaciones con los elementos de los dos grupos. Son útiles para establecer relaciones simples, reconocer terminología y hacer clasificaciones.

En estas pruebas se evalúa la capacidad de relacionar ideas en muchos ámbitos de conocimiento y materias, de los cuales ya se ha recibido o se presupone una información previa. Las cuestiones pueden relacionar elementos muy diversos: hechos y datos, autores y obras, causas y efectos, principios y generalizaciones, etc.
       

Orientaciones de aplicación:
Se recomienda el uso de este tipo de pruebas para medir objetivos de conocimiento que impliquen la capacidad para operar con los datos o informaciones que ya se han proporcionado o que se considera que pueden formar parte del bagaje del estudiante, de sus conocimientos previos.

El estudiante tiene que relacionar los datos, clasificarlos, hacer inferencias, etc.

No obstante, en el caso de relación con hechos y datos, puede promover un aprendizaje limitado a la memorización, para lo cual, dentro de la materia, tiene que combinarse con otros recursos. 

La elaboración de este tipo de prueba puede resultar complicada. Tiene que realizarse una formulación de series muy esmerada, con el fin de evitar inducir a la respuesta correcta. Además, se hace difícil encontrar opciones homogéneas que exijan discriminaciones por parte de los estudiantes.
    

Dinámica de trabajo: Individual
Ejemplos: Actividad ¿Dónde estamos?
Pautas de elaboración:
Las pautas generales para la elaboración de este tipo de pruebas son:
1. Determinar los contenidos de la materia que nos interesa evaluar.
2. Redactar un enunciado explicativo de la prueba, especificando claramente el tipo de respuesta que se tiene que dar y los criterios de corrección que aplicaremos (a diferencia de otros tipos de prueba objetiva, no hay ninguna fórmula preestablecida para la corrección).
3. Redactar un enunciado explicativo para cada pregunta, explicando claramente el criterio en que se basa la asociación de elementos.
4. Redactar las series de elementos que el estudiante tiene que relacionar. Normalmente, éstas se organizan en dos columnas:
– La primera columna corresponde a los elementos de enunciado o premisas, y la segunda a las opciones de respuesta. Por lo tanto, cada elemento de la primera columna agrupa a varios elementos de la segunda.
– Así, la primera columna tiene que tener menos elementos que la segunda. De esta manera, además, se evita el acierto de la última opción por eliminación.
– La columna de los elementos del enunciado puede estar estructurada según un orden lógico (cronológico, alfabético, etc.), pero no la columna de opciones o respuestas.
– Tiene que evitarse dar pistas de las respuestas como las concordancias gramaticales, etc.
5. Ordenar los ítems dentro del cuestionario: los ordenamos y numeramos según los criterios preestablecidos (orden secuencial en el temario, dificultad, etc.).
6. En el caso de actividades de autoevaluación, preparar el mensaje de feedback que tiene que servir para la corrección.