Las pautas generales
para la elaboración de este tipo de pruebas son:
1. Determinar las
cuestiones que se van a plantear:
– Tiene que haber
sólo una respuesta válida.
– Preguntar sólo
aquellas cosas que obligan a completar un espacio o a una respuesta muy
breve.
– Medir sólo
un concepto en cada pregunta.
2. Redactar un
enunciado explicativo de la prueba, especificando claramente el tipo de
respuesta que se dará.
3. Si se trata
de rellenar los huecos de un texto, tendremos que seleccionar o elaborar
uno que recoja todo aquello que queremos evaluar.
4. Si tienen que
completarse enunciados:
– Tenemos que redactarlos
en forma afirmativa
– Tienen que ser
breves y directos, sin retórica
– Tenemos que ordenarlos
y numerarlos según los criterios preestablecidos (orden secuencial
en el temario, dificultad, etc.).
5. Los espacios
para completar no tienen que ser excesivos: pueden hacer perder el sentido
de la frase y provocar más de una interpretación. Tienen
que aparecer al final o hacia el final, después de haber dado la
información; nunca al comienzo porque no se puede saber lo que se
está preguntando.
6. Los espacios
tienen que tener todos la longitud.
7. Se tienen que
evitar las posibles ayudas gramaticales (artículos, adjetivos, etc.)
que puedan dar pistas para las respuestas.
8. En el caso de
actividades de autoevaluación, preparar el mensaje de feedback que
tiene que servir para la corrección.
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