Las pautas generales
para la elaboración de este tipo de pruebas son:
1. Determinar las
preguntas que se quieren plantear y la respuesta única a cada cuestión.
La normativa a seguir en las pruebas de discriminación exige que
la proporción entre preguntas ciertas y falsas sea del 40% y 60%
respectivamente.
2. Redactar un
enunciado explicativo de la prueba, especificando claramente el tipo de
respuesta que se tiene que dar y los criterios de corrección, que
se realiza restando los errores de los aciertos:
– Cuando se trata
de discriminar únicamente entre dos posibilidades la fórmula
que se utiliza es:
R = A – E
A = Aciertos
E = Errores
3. Determinar las
opciones de respuesta más adecuadas según los contenidos:
V / F
Sí / No
4. Redactar las
preguntas según los criterios siguientes:
– Los enunciados
tienen que ser claros, concretos y contener una sola idea o concepto.
– Los enunciados
tienen que ser siempre afirmativos.
– Tiene que evitarse
utilizar términos o calificativos que hagan prever la respuesta
(nunca, generalmente, etc.).
– Los enunciados
tienen que ser claramente falsos o ciertos, nunca ambiguos.
5. Ordenar las
preguntas dentro del cuestionario: las ordenamos y numeramos según
los criterios preestablecidos (orden secuencial en el temario, dificultad,
etc.).
6. En el caso de
actividades de autoevaluación, preparar el mensaje de feedback que
tiene que servir para la corrección.
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