1. Determinar los
contenidos de la materia que nos interesa evaluar mediante la localización.
2. Seleccionar
el material gráfico que utilizaremos durante la prueba. La fidelidad
en la reproducción de los materiales gráficos (correspondencia
con la realidad) es fundamental tanto para la evaluación como para
el aprendizaje.
3. Redactar un
enunciado explicativo de la prueba, especificando claramente el tipo de
respuesta que se tiene que dar y los criterios de corrección que
aplicaremos.
4. Ordenar los
ítems dentro del cuestionario: ordenarlos y numerarlos según
los criterios preestablecidos (orden secuencial en el temario, dificultad,
etc.).
5. En el caso de
actividades de autoevaluación, preparar el mensaje de feedback que
tiene que servir para la corrección.