Las pautas generales
para la elaboración de este tipo de pruebas son:
1. Determinar las
cuestiones a plantear:
– Tiene que procurarse
que sólo haya una respuesta válida.
– Preguntar sólo
aquellas cosas que obligan a una respuesta muy breve.
– Medir un solo
concepto en cada pregunta.
2. Redactar un
enunciado explicativo de la prueba, especificando claramente el tipo de
respuesta que se tiene que dar.
3. Redactar las
cuestiones en forma interrogativa.
– Tienen que ser
breves y directas, sin retórica.
4. Ordenar las
preguntas dentro del cuestionario: ordenarlas y numerarlas según
los criterios preestablecidos (orden secuencial en el temario, dificultad,
etc.).
5. En el caso de
actividades de autoevaluación, preparar el mensaje de feedback que
tiene que servir para la corrección.
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