El modelo social entiende la salud en los términos definidos por la Organización Mundial de la Salud, que implica un concepto más amplio que la ausencia de enfermedad. Algunas aplicaciones de prácticas de este modelo social son las aproximaciones Rápida, Comunitaria, del Ciclo Vital o Localista (Ong y cols, 1991; Pickin y St Leger, 1993; Wainwright, 1994).
Es común a estas aproximaciones el hecho de que la enfermedad se concibe como un aspecto más de la necesidad que se ha de completar con el estudio de otros factores sociales, culturales, medioambientales y personales que también determinan la salud de los individuos (Percy-Smith, 1996). El modelo social insiste en tener más en cuenta a la comunidad, superando el dominio profesional en la identificación de necesidades y en su priorización. En la metodología aplicada se hace un uso más extenso de las técnicas cualitativas, como pueden ser los grupos nominales, los grupos focales, las técnicas Delphi o el análisis de contenidos, entre otros (Soriano, 1995; Witkin y Altschuld, 1995; Percy-Smith, 1996; Riviere y cols, 1996; Sheaff, 1996).
De entre las críticas al modelo epidemiológico-económico surgidas desde el modelo social se debe destacar la poca participación de la población en estos procesos, población que es la beneficiaria última de los servicios sanitarios. En este sentido, se apunta el concepto de trabajo multiagencia, es decir, de colaboración entre los profesionales de la sanidad y la población de referencia en la identificación de los problemas de salud y sus posibles soluciones. Desde el modelo social también se critica la ausencia de factores relativos al contexto social, relacional y ambiental en la aproximación epidemiológica-económica. Se apunta que además de hacer uso de fuentes de datos cuantitativas se ha de tener en cuenta lo que aportan las metodologías cualitativas para tener una visión más amplia de lo que significa enfermedad, del contexto en que estas necesidades existen, y no solamente desde un punto de vista médico y normativo y/o de recursos limitados.
El modelo social insiste en la importancia de variables culturales, demográficas, étnicas y ambientales.
El estudio del entorno tiene una importante componente subjetiva, cualidad que incluye la experiencia personal, individual y colectiva en salud y servicios sanitarios, donde es importante medir cuál es el beneficio de un servicio pero también de qué manera la población valora este beneficio, es decir, cómo los pacientes valoran y perciben las diferentes alternativas o servicios.