¿Cómo se calcula un coste?
 
 

Para el cálculo de un coste de un proceso deberemos seguir unos pasos: identificar y listar los costes, medirlos y agregarlos.

  • Identificar y listar los costes: tendremos que analizar y hacer una listado de cómo se estructura la cadena de producción en cuanto a capital humano, mueble e inmueble y como se interrelacionan entre ellos para dar lugar al producto.

  • Medir los costes, adoptando uno de los dos enfoques:

    • De arriba a abajo: del análisis de la cadena de producción y de la relación pormenorizada de todos los costes de cada una de las partes, podemos mediante técnicas econométricas establecer cuál es el coste de cada uno de los productos en un proceso.

    • Ejemplo


        Sabiendo que el coste de una unidad de urgencias es de X, el numero de casos atendidos por la unidad a lo largo de un año, la complejidad media de los casos y el número y dedicación de los profesionales que trabajan en ella, podemos saber el coste de la asistencia en ese servicio.


    • De abajo a arriba: un enfoque más pragmático aunque menos detallado es coger la suma de los costes unitarios de cada parte del producto multiplicado por el número total de unidades empleadas en el proceso.

    • Ejemplo


        Para calcular el coste de un acto quirúrgico (de forma muy simplificada), se mide el coste del material utilizado, y el coste de los profesionales que intervienen en la misma.


  • Agregar los costes: Al agregar los costes deberemos estar seguros de que utilizamos las mismas unidades, y que los costes se ajustan por la inflación.

En cada una de estas etapas habrá que responder también una serie de cuestiones relevantes:

  • ¿Para quién son los costes?

  • Debemos antes de iniciar el cálculo de los costes tener claro cuál es la perspectiva del estudio, es decir, desde el punto de vista de quién estamos analizando los costes:

    • Personales: El análisis desde esta perspectiva tiene poco sentido puesto que los resultados son difícilmente extrapolables al resto de la población.

    • Asegurador: En la mayoría de los países desarrollados y para la mayoría de su población existen sistemas públicos o privados, completos o parciales de seguro sanitario que cubren los gastos derivados de la atención sanitaria. Tendremos en cuenta aquí los costes de servicio.

    • Sociales: Al adoptar una perspectiva social intentamos analizar la suma de los costes que la sociedad debe soportar en el caso de una enfermedad. Se contabilizarán aquí los costes de servicio y no de servicio y ocasionalmente también los costes intangibles.

  • ¿Qué tipo de coste?

  • Denominamos costes de servicio (antes denominados directos) a la suma de los costes que se producen en la estricta provisión de la atención sanitaria (honorarios médicos, instrumental, hospitalización, ...), ya sean éstos sufragados por las aseguradoras o por los individuos de forma privada, mientras que los costes no de servicio (antes denominados indirectos) son aquellos en los que incurren los individuos o sus familiares para poder acceder al servicio (transporte, perdida de ingresos por enfermedad, ...) o la sociedad en general por las consecuencias de la enfermedad del individuo (pensiones de invalidez, cuidadores después del episodio, ....), generándose muchos de estos en sectores no sanitarios. Finalmente, los costes intangibles son aquellos costes generados por bienes no comerciales(que no existen en el mercado), como pueden ser el dolor y el sufrimiento, cambios en el rol social, ...).

 
Ejemplo

    Una EE completa debería incluir todos los costes posibles, de servicio, no de servicio e intangibles, aunque en la mayoría de los casos la dificultad para cuantificar los costes no de servicio y especialmente de los costes intangibles hacen que se limiten a los costes de servicio.


  • ¿Cuándo se van a producir los costes?

  • De forma empírica se comprueba que todos los individuos prefieren consumir inmediatamente los servicios y pagarlos posteriormente. Igualmente todos valoramos más disponer ahora de unos recursos que la promesa de los mismos recursos dentro de un tiempo. Para compensar esta pérdida de valor de los recursos a lo largo del tiempo (además de la depreciación de los mismos por la inflación) se aplican a los costes tasas de descuento, que nos van a permitir calcular el valor actual de costes que aparecerán en el futuro y el coste actual de intervenciones que se produjeron en el pasado. En ambos casos deberemos tener en cuenta las tasas de descuento que suelen establecerse entre el 3% y el 5% (añadidas a la inflación).

 
Contenido complementario
Comentario del autor
  • ¿Dónde se van a producir los costes?

  • El contexto en el que los costes van a tener lugar también es importante, puesto que de él depende la combinación de recursos materiales necesarios para la realización del producto. Si aceptamos que un mismo producto o proceso se desarrolla de forma distinta en distintos lugares (distinta tradición, disponibilidad de materia prima, ...) veremos que la generalización de los costes no es posible a través de todos los escenarios posibles.

  • ¿Para cuántos habrá que producir el servicio?

  • De la misma manera que consideramos que el contexto es importante a la hora de considerar los costes, también la cantidad que hay que producir es relevante, ya que de esto depende la cantidad de materia prima que requerimos, aunque esta no aumenta de forma proporcional con la producción.

 
Ejemplo
  • ¿Cuál es la fuente de los datos?

  • Finalmente, deberemos comprobar cuáles son las fuentes de nuestra información para poder dar validez interna y externa a nuestros datos.

 
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