Asignar un valor (o utilidad) a cada resultado
 
 

En la parte derecha del árbol de decisiones quedan establecidos los diversos estados finales de salud que se derivan de cada una de las ramas. Para poder comparar las diversas alternativas entre sí es necesario (imprescindible) medir con las mismas unidades el grado de preferencia sobre cada uno de los resultados finales.

Figura 12: Utilidades en un árbol de decisiones

Ejemplo


    Figura 13: Utilidades del árbol de decisiones del "pie diabético"



Se trata, por tanto, de asignar un valor a cada uno de estos resultados finales. Un valor ampliamente aceptado es la utilidad, se podría definir como la preferencia que tienen los individuos por un determinado estado de salud y refleja el posicionamiento de éstos ante las distintas medidas del resultado.

Así, vivir 10 años en un perfecto estado de salud tiene una utilidad superior a vivir estos mismos años en una silla de ruedas. Se intenta medir estados de salud, o mejor aún, las preferencias que muestra la población por los diferentes estados de salud, cuando en realidad sabemos que las percepciones o las valoraciones sobre las experiencias de la enfermedad son muy diversas, subjetivas y a menudo contradictorias.

 
Contenido complementario

Del mismo modo que asignamos una utilidad, podemos asignar a cada estado (no final) un valor económico (coste), y determinar el coste de cada alternativa.

 
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