Benzodiacepinas

Son ampliamente prescritas, por su característica acción ansiolítica e hipnótica en pacientes con infección por VIH.

Uso no terapéutico

Constituyen un grupo de fármacos que son consumidos con frecuencia con patrón de abuso o dependencia en la población de adictos a drogas por vía parenteral, que supone el grupo de riesgo más representado en nuestro medio en la epidemia de SIDA.

El uso no terapéutico de las benzodiacepinas puede tener un efecto perjudicial en pacientes con estadios avanzados de la infección.

Potencialmente pueden provocar trastornos cognitivos (déficits mnésicos), respuestas paradójicas, desinhibición y confusión.

La posible existencia de un compromiso de la función neuromuscular induciría la aparición de ataxia e incoordinación Ver bibliografía.

Su uso combinado con otros agentes depresores del SNC, como el alcohol y los opiáceos, tiene un efecto aditivo.

Criterios de prescripción

Es necesario manejar y prescribir con precaución estos fármacos en enfermos con infección por VIH.

Es aconsejable seleccionar las benzodiacepinas de vida media corta, por su menor tendencia a acumularse en el organismo y por su facilidad de manejo Ver bibliografía.

Si la ansiedad se limita a períodos de tiempo relacionados con momentos de crisis, un tratamiento durante 4 ó 6 semanas es usualmente adecuado.

Algunos pacientes VIH con ansiedad crónica pueden requerir un tratamiento de mantenimiento a largo plazo.

En el caso de VIH avanzado, el inicio de las dosificaciones puede estar entre un cuarto y un tercio de las dosis estándares.

En el tratamiento de la ansiedad o el trastorno de pánico, se debe decidir si se utilizan benzodiacepinas de acción corta -intermedia- de forma intermitente, como el alprazolam, loracepam, u oxacepam, o si se usan benzodiacepinas de acción larga como el clonacepam.

En general, los pacientes que tienen ansiedad situacional y no frecuente y/o trastorno por crisis de pánico, pueden ser manejados con pequeñas dosis de benzodiacepinas de corta y rápida acción.

A la inversa, pacientes con ansiedad crónica deben ser manejados con benzodiacepinas de acción larga, y así evitar la ansiedad secundaria a la retirada de agentes ansiolíticos.

En los casos en que es necesaria una benzodiacepina de acción larga, puede utilizarse el clonacepam en dosis de 0,5 a 2 mg, 2 veces al día.

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