- Las ventanas pueden contener distintos iconos de relación que apuntan hacia otros nodos presentes en la base de datos. El icono de enlace contiene un texto corto que sugiere el contenido del nodo hacia el cual apunta el icono.
- El usuario puede crear fácilmente nodos y enlaces nuevos o modificar los que hay.
- La base de datos se puede recorrer de tres maneras:
»» Siguiendo los enlaces y visualizando los contenidos de los nodos apuntados.
»» Buscando en la red por palabras clave u otros atributos de los nodos.
»» Navegando por medio de un navegador que permite visualizar el hiperdocumento de manera gráfica, el cual muestra el contexto de los nodos y de sus enlaces.
El significado del documento es fundamental para proporcionar una buena relación con el entendimiento por parte del usuario. Este significado de la relación usuario/texto puede ser objetivista, de manera que se encuentra en el mismo texto, con lo cual el conocimiento se transmite; puede ser constructivista, si el significado surge de la interacción entre el texto y el usuario; y también puede ser de carácter subjetivista, y depender, por lo tanto, de la interpretación del usuario, por lo cual el conocimiento será reinterpretado y recreado.
Uno de los problemas más importantes que tienen que solucionar los sistemas hipermediales es el de la navegación, que precisa un diseño planificado según unas características básicas apuntadas por Landow
(1992), como las siguientes:
- Un diseño claro de la estructura de la hipermedia, de la cual se tiene que hacer consciente al usuario.
- Tener cuidado en la elaboración de las páginas, considerando los diferentes tipos de usuario potenciales que se puedan dar, y que éstas incluyan la suficiente información, de manera que al usuario le sea posible decidir entre las diferentes opciones que se le presentan.
- Aportar un conjunto de dispositivos de navegación eficaces que permitan al usuario determinar su localización actual en cualquier momento, hacerse una idea de la relación de esta localización con el resto de los documentos, volver al punto de partida de manera sencilla y explorar materiales no vinculados directamente a los que se encuentran en este momento.
Es muy conocida la sentencia que dice que los hipertextos son "la generalización de las notas a pie de página". En parte, es muy cierto; en un documento se incluyen distintos enlaces a otras partes de un mismo documento, o a otros externos. Hay que encontrar un equilibrio para no romper con la base estructural lógica del texto y de la página. Los hipertextos deben estar fundamentados en nodos
que contengan una clara esencia y que sean vertebradores del contenido, el hilo principal, al cual se incorporan enlaces a nodos adicionales y que amplíen los contenidos formales del documento principal, como si hiciéramos notas a pie de página, pero con la diferencia de que se aporta más contenido y se mantiene una relación asociativa coherente.
Con la irrupción del web, los hipertextos han ido aumentando en volumen, pero no en calidad. Es necesario aportar hipertextos de calidad y fácilmente navegables para no provocar el caos informativo que puede generar la masiva afluencia de contenidos hipermediales. Cuando se diseñan las hipermedias, hay que considerar con mucho cuidado no sólo la extensión de las páginas que ocuparán, su formato y su contenido, sino también, con especial énfasis, las relaciones que se establecen y el cómputo global del hiperdocumento. La misma libertad que proporcionan los hipertextos
tiene que aplicarse en beneficio de nuevos diseños que permitan dar una respuesta clara a los diferentes niveles informativos, formativos, de estudio, etc., con el objetivo de cubrir al máximo las necesidades del usuario.
Para evaluar el diseño de sistemas hipermediales, se puede contar con una serie de parámetros clave: navegación, aprendizaje y usabilidad. Por usabilidad
entendemos una cualidad, propia de un diseño óptimo, que se refleja en el uso eficaz y satisfactorio de la tecnología. De hecho, el término usabilidad es la capacidad que tiene un objeto de ser utilizado, y puede aplicarse, por lo tanto, a cualquier herramienta informática. No se trata de un indicador que haga referencia explícita a la potencialidad instructiva de los contextos hipermediales, sino a toda una serie de rasgos que pueden enmarcarse en el concepto de aceptación por parte del usuario.
De esta forma, la eficacia y la usabilidad
de un hipertexto dependerán de la presentación ergonómica de la información, de la interfaz en que se implemente, de los sistemas de ayuda
interactivos, de las metáforas utilizadas, etc.; es decir, de manera que el ordenador llegue a ser, de hecho, una máquina imperceptible al usuario.