Las imágenes, las animaciones, el vídeo o el audio se deben crear y posteriormente modificar en el software correspondiente. En el editor de HTML, lo único que se puede hacer con estos elementos es insertarlos y posicionarlos en un lugar determinado de la página web. Aquí está el quid de la cuestión: para situar los distintos elementos que componen una página web allá donde queramos, hay que maquetar.
El grueso del trabajo y en el que se invierten más horas es en la maquetación de las páginas. Para llevar a cabo este trabajo se utilizan dos tipos de "contenedores" o estructuras base que sirven para organizar los elementos en la página: las tablas y las capas. De momento, las tablas es la apuesta más segura porque todos los navegadores las reconocen. Las capas no están tan estandarizadas; mientras Internet Explorer es perfectamente compatible con algunos tipos de capas, no lo es con las que se visualizan correctamente en Netscape, y viceversa.
En la red existen muchos websites que no se han maquetado ni con tablas ni con capas. Son fáciles de distinguir a primera vista, pues la estructuración de los distintos elementos en la página es muy rígida y, normalmente, transmiten sensación de desorden. Si se construye un website colocando los elementos directamente sobre la página, sin utilizar ningún tipo de "contenedor", sólo se puede trabajar con la alineación general de la página, la alineación particular de cada imagen, el color o la imagen de fondo de la página, los frames y las líneas horizontales (muy populares en un tiempo pero muy desaconsejables, pues la separación que establecen entre el contenido es demasiado drástica).
Dentro de una tabla se puede colocar cualquier tipo de elemento: texto, imagen, animación o alguno de los distintos plugins existentes para disfrutar del audio y del vídeo.
Las tablas son estructuras rígidas compuestas de filas y columnas. La intersección entre una fila y una columna es la celda. En las celdas se colocan los distintos elementos que compondrán la página. Las celdas son unidades independientes: el color y la alineación que se les aplique no repercutirá en el resto de las celdas, a no ser que se aplique en toda la tabla.
Las celdas tienen dos propiedades que se pueden modificar: el color de fondo y la alineación del contenido. Los elementos no se alinean, lo que se alinea es el contenido de la celda. En cada una de las celdas se puede alinear el contenido a placer, con independencia del elemento del que estemos hablando (texto, imágenes, etc.)
