Publicación de páginas web

Una vez que hemos definido cuál es el contenido de las páginas web que queremos publicar en Internet o en una intranet, así como su formato y su correlación, se tiene que proceder a hacer efectiva su publicación para que todo el mundo o los usuarios autorizados puedan acceder a su contenido. El término publicar hace referencia a introducir las páginas web en un servidor HTTP conectado a la Red, que será el encargado de hacer que sea posible acceder a esta información de manera remota.

A partir de aquí, la principal cuestión consiste en saber cómo se alimenta este servidor, es decir, cómo y dónde situamos los diferentes ficheros que configuran nuestra sede web. Los servidores HTTP definen parte de su estructura en rangos de directorios, que al mismo tiempo se corresponderán con los URL de acceso. Sólo hará falta, pues, transferir los ficheros a los diferentes directorios del servidor para que la información sea pública.

Hay que tener presente que de todos los directorios y subdirectorios del servidor HTTP sólo se podrá disponer de aquellos que sean públicos, de manera que el propio servidor impida el acceso a cualquier otra información que se encuentre fuera de estos directorios, ya sea por motivos de seguridad o por política del administrador de sistemas (en los dos casos se trata de una decisión correcta).

Para acceder a estos directorios y traspasar la información, el usuario debe tener una cuenta de usuario configurada con los permisos de lectura y escritura sobre los directorios que tenga que utilizar, y sólo sobre aquellos que no comprometan la estructura y la integridad del servidor. Normalmente, la cuenta de usuario viene configurada por un login de acceso y una clave de acceso o password, que le identifica como usuario válido para acceder a una serie de directorios del servidor, que es lo que se conoce como nivel de acceso dentro del sistema. Esto es necesario porque, por defecto, los directorios de un servidor HTTP acostumbran a estar configurados con permisos de acceso restringido, de manera que sólo se puede ver la información, pero no es posible modificarla.

Una técnica muy común para dar de alta las páginas personales consiste en crear en una parte del servidor una serie de directorios personalizados, en los cuales el usuario autentificado pueda guardar sus páginas con la estructura que haya definido. Sin embargo, en ningún caso podrá comprometer la estructura de los directorios principales del servidor.

Por ejemplo, en el gráfico A vemos que en el servidor de la UOC disponemos de diferentes directorios principales que contienen información, en los cuales un usuario autorizado, como por ejemplo el webmaster de Biblioteca, puede guardar diferentes ficheros con información actualizada. Un error en alguna de estas transferencias tal vez provoque un mensaje de error por parte del servidor cuando sea "llamado" para mostrar una página determinada. En el gráfico B vemos que el usuario jserrano quiere guardar sus páginas web en una parte del directorio de biblioteca del servidor de la UOC. Para hacerlo, ha creado un subdirectorio específico fuera del rango principal de directorios del servidor. Mientras no tenga privilegios de escritura en estos directorios, nunca podrá modificar ninguno de sus contenidos.

Gráfico A Gráfico B

Gráfico A

Gráfico B

Según el gráfico B, el usuario jserrano tiene una cuenta personal en la que puede transferir sus páginas, visualizarlas, modificarlas o borrarlas, y éstas son accesibles desde el exterior mediante la creación de un URL específico en el servidor con el siguiente formato: ( /~jserrano/...directorios o ficheros). Esta configuración no comprometerá la integridad ni la seguridad del sistema.

Arriba