Discutir sobre las posiciones es ineficaz. Regatear o negociar con respecto a las posiciones crea unos incentivos que paralizan o impiden el acuerdo. Cuanto más extremas sean las posiciones de apertura y menores las concesiones, más tiempo y esfuerzo se necesitará para descubrir si el acuerdo es posible o no. El minueto estándar necesita, además, un gran número de decisiones individuales. La toma de decisiones es difícil y exige mucho tiempo. Todas estas tácticas aumentan el tiempo y los costes necesarios para llegar a un acuerdo, así como el riesgo de que no se llegue a ninguno. |