Escuchad de una forma activa y reconoced lo que se ha dicho. Una escucha activa mejora no sólo lo que vosotros escucháis, sino también lo que ellos dicen. Durante el transcurso de la conversación debéis repetir lo que habéis entendido, pero diciéndolo de una forma positiva, desde vuestro punto de vista, expresando claramente la fuerza de vuestro caso. Comprender no es estar de acuerdo. Se puede comprender algo perfectamente y, al mismo tiempo, estar en absoluto desacuerdo con lo que está diciendo la otra parte. Sin embargo, a menos que seáis capaces de convencerles de que realmente comprendéis la forma en que ellos lo ven, no podréis explicarles vuestro punto de vista. Si sois capaces de presentar vuestro caso mejor de lo que lo hacen ellos, y luego refutarlo, incrementáis al máximo las posibilidades de iniciar un diálogo constructivo sobre los méritos y minimizáis la posibilidad de que la otra parte piense que los habéis interpretado mal. |