Memoria
La función de la memoria es almacenar la información que procesa el ordenador, tanto los datos como las instrucciones del programa, y también los resultados parciales o finales de las operaciones.
La memoria se organiza como una secuencia de bytes, a los cuales puede accederse (leer y escribir) mediante un índice numérico. Este número, que expresa la posición del byte en la secuencia, se llama dirección de memoria.
Existen dos tipos fundamentales de memoria:
Una variante de este tipo de memoria es el EPROM, que permite reescribirse, aunque de manera limitada, ya que el proceso de reescritura es relativamente lento. Sin embargo, es suficiente para permitir, por ejemplo, cambiar la parametrización de una configuración y que se conserve mientras el dispositivo está apagado.
Una memoria RAM es la memoria caché. La utilización de estas memorias se debe a que los procesadores llegaron a ser mucho más rápidos que la memoria central y tenían que perder mucho tiempo esperando a que ésta enviara los datos. Para reducir este tiempo de espera, se introdujo la memoria caché. Ocupa una posición intermedia entre las unidades funcionales de la CPU y la memoria central. Son memorias ultrarrápidas y su construcción está integrada en el mismo chip que las unidades funcionales para hacer el acceso lo más rápido posible.
Su función es guardar datos que el procesador utiliza muy a menudo y que, si se guardaran en la memoria central, esto le haría perder mucho tiempo en esperas.