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Evaluar los riesgos

Una vez se han identificado los riesgos, debemos averiguar cuál es la probabilidad de que tengan lugar, qué consecuencias supone cada uno para el proyecto y, teniendo en cuenta lo anterior, qué riesgos se tienen que prevenir y cuáles resultan más rentables de asumir sin establecer ninguna medida.


Ejemplo

A la hora de evaluar los riesgos influye la tolerancia que tiene cada implicado en el proyecto con respecto a cada uno de estos riesgos.

Algunos pasos que conviene seguir para evaluar riesgos son los que exponemos a continuación:

  1. Establecimiento de una escala que refleje la probabilidad del riesgo: puede ser cualitativa (bastante probable, probable, improbable, bastante improbable) o cuantitativa (la probabilidad se puede obtener de la información histórica de la organización).
  2. Definición de las consecuencias del riesgo: para ello se debe considerar la naturaleza del riesgo (problemas que surgirían si éste se produjera).
  3. Estimación del impacto del riesgo en el proyecto y el producto: alcance del riesgo (grado del problema y partes del proyecto afectadas) y duración (momento en el cual se notará el problema y cuánto durará).
  4. Establecimiento de los criterios que se tendrán en cuenta para valorar cada riesgo.
  5. Establecimiento de los puntos de ruptura: tienen que identificarse los puntos que, una vez superados, suponen la suspensión o el replanteamiento del proyecto.
  6. En esta etapa hay que decidir:

    • Qué oportunidades ofrece el proyecto que se quiere conseguir, a pesar de los riesgos, y con qué amenazas hay que ir con cuidado.
    • Qué oportunidades ofrece el proyecto que debe ignorarse, y qué amenazas hay que aceptar para finalizar el proyecto.
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