Nuevos modelos de negocio mediante Internet

El auge y caída de la burbuja tecnológica ha permitido observar de forma rigurosa que no por el simple hecho de utilizar Internet un negocio es nuevo o innovador, ni tiene por qué producir valor y, menos aún, ser rentable.

Nos ha consentido percatarnos finalmente de que Internet no constituye un fin en sí mismo, no es una innovación desde el punto de vista de negocio, sino una novedad tecnológica, o mejor dicho, el acceso general a una tecnología. Como señala Manuel Castells: Internet es el tejido mediante el cual todo se va a desarrollar y construir en el futuro, pero sólo eso, el tejido.

Por ello, antes de adentrarnos en el análisis de los nuevos modelos de negocio aparecidos a raíz de la eclosión de Internet, consideramos interesante realizar una reflexión sobre qué podemos considerar modelos de negocio nuevos o innovadores y qué no.

Bibliografía sugerida

Gary Hamel traza una línea divisoria radical entre aquellas compañías cuyo objetivo consiste en mejorar constantemente sobre un modelo ya existente y aquellas que proporcionan perspectivas o formas de hacer totalmente distintas a las usuales hasta el momento. Así, Hamel define su business concept innovation ('concepto de negocio innovador') como la capacidad de "reconcebir" modelos de negocio existentes de forma que creen nuevos valores para los clientes, sorpresas desagradables a los competidores y nueva riqueza para los inversores.

En este sentido, podemos afirmar que Internet constituye un instrumento que permite:

  • Mejorar, optimizar modelos de negocio tradicionales (lo que se enmarcaría en la estrategia incremental definida por Hamel).
  • Inventar nuevos modelos de negocio que eran imposibles llevar a cabo sin la existencia de una tecnología como Internet (estrategia radicalmente innovadora)

Así, podríamos llegar a la conclusión de que lo que podemos considerar nuevos modelos de negocio no es hacer lo mismo que se hacía anteriormente (revistas, comercio, etc.) con el mismo enfoque pero mediante Internet (como ha sucedido en muchos casos desde la aparición de esta tecnología).

Crear nuevos modelos de negocio debe implicar:

  • Innovación.
  • Definición de modelos desde una perspectiva diferente a la tradicional.
  • Transmisión de valores distintos al cliente.


Hamel afirma que la competencia es cada vez menor entre productos y servicios mientras que se encuentra entre conceptos de negocio con mayor asiduidad.

La mayoría de las veces la innovación no procede directamente de los grandes avances tecnológicos, sino de pequeños detalles que escapan del consenso establecido y que cambian de forma radical el enfoque de un negocio.

Sin embargo, existe un elemento que los nuevos modelos de negocio sí deben tener en común con los tradicionales y que, desgraciadamente, no se ha tenido en cuenta de manera suficiente: es preciso que aporten un valor diferencial a los clientes que debe ser susceptible de generar una rentabilidad al actor y a los actores que desarrollan esos modelos.

Sobre si existe o no una nueva economía, Hamel afirma:


"Por supuesto que hay una línea divisoria entre compañías que veneran el pasado y aquellas que inventan el futuro. Pero esa línea no está entre vieja economía y nueva economía, sino entre aquellas capaces de una profunda innovación y aquellas que no".

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