En un entorno resultado de unir las leyes de Moore y Metcalfe, donde el mercado aumenta su eficiencia en las transacciones, gracias a la tecnología digital, el tamaño y la complejidad de las empresas se vuelven antieconómicos.
Por medio de Internet, las transacciones de información tendrán un coste cercano a 0, con lo que será difícil para la empresa ser más eficiente que el mercado. Esto no significa que las empresas vayan a desaparecer, dado que los costes de transacción seguirán siendo significativos, pero sí cambiará el concepto de empresa como entidad física definida por sus activos y plantilla. Este concepto de empresa física va dejando paso al de organización virtual, en la que se establecen relaciones con otras organizaciones e, incluso, con individuos, para llevar a cabo la actividad de la empresa. Cada vez será más difícil definir el "dentro" y "fuera" de la organización.