Enciclopædia Britannica

Entre 1768 y 1771, tres impresores escoceses publicar por entregas un compendio de tecnología al que llamaron Encyclopædia Britannica. Desde entonces, se han hecho más de 15 ediciones de la obra y actualmente está considerada como la enciclopedia más extensa y de mejor reputación del mundo.

En 1920, Sears adquirió Britannica y trasladó su central a Chicago.

En 1940, la propiedad pasó a William Benton y, a principios de los 70, pasó a manos de la Fundación Benton.

Bajo la tutela de sus propietarios americanos, Britannica se convirtió en una empresa relevante desde el punto de vista comercial al tiempo que mantenía su prestigio y calidad: el contenido se revisaba cada cuatro o cinco años y se añadían extensiones de marca como atlas o anuarios, se construyó una fuerza directa de ventas muy agresiva dirigida a familias de nivel medio con una propuesta de valor interesnate: ayudar en la formación de sus hijos.

Hacia 1990, las ventas de Britannica alcanzaron los $650M. Era líder en cuota de mercado, su crecimiento, si bien no era espectacular, era estable, los márgenes elevados, y tenía una historia de más de 200 años. Todo ello la posicionaba como una marca muy atractiva y estable.

Sin embargo, desde 1990, las ventas de Britannica empezaron a caer, junto con las del resto del mercado de enciclopedias impresas y llegó a perder un 80% de las ventas.

La causa de esta caída de las ventas hay que buscarla en la aparición del CD-ROM: la enciclopedia impresa podía valer alrededor de 250.000 ptas., mientras que su versión en CD-ROM costaba alrededor de 7.000 y, en la mayoría de los casos, el CD-ROM se regalaba como artículo promocional con la compra de un ordenador o periférico. El coste marginal de Britannica puede ser de 40.000 ptas. aproximadamente mientras que el de un CD-ROM apenas es de 200 ptas.

Al principio, los ejecutivos de Britannica consideraron las enciclopedias en CD-ROM como un juguete de niños, casi como un videojuego y no les prestaron atención. La única referencia que tenían era la enciclopedia Encarta cuyo contenido compró Microsoft a Funk&Wagnalls (que la vendía en supermercados y era considerada de tercera categoría) para añadirle sonido e imágenes de dominio público y, por tanto, de bajo coste configurando la enciclopedia Encarta como la conocemos actualmente.

Cuando ya fue obvio que las enciclopedias en CD-ROM eran una amenaza, Britannica decidió crear su propio CD-ROM, pero descubrieron que si querían fabricar un producto con sonido, imágenes y ejercicios interactivos necesitaban más de un CD-ROM. Decidieron incluir sólo texto, lo que generó una revuelta en su fuerza de ventas que perdía márgenes en las ventas.

Britannica optó por una decisión de compromiso: entregar el CD-ROM junto con la edición impresa de la enciclopedia y establecer para el CD-ROM, como producto individual, un precio de 150.000 ptas.

La decisión apaciguó a la fuerza de ventas, pero no detuvo la caída de las ventas.

En Mayo del 95, la fundación Benton puso finalmente la compañía en venta y al año siguiente el financiero Jacob Safra la compró por menos de la mitad de su valor contable.

  • ¿De qué forma afectaron a Britannica la separación de las economías de la información y del mundo físico?

  • ¿De qué modo Encarta satisfacía mejor la necesidad de los padres de hacer algo por la formación de sus hijos?

  • ¿Cuál fue el principal fallo de Britannica?

  • ¿Cómo ha cambiado el mercado de las enciclopedias la entrada de Encarta y otras enciclopedias en CD-ROM?

  • ¿De qué forma puede Britannica utilizar el nuevo entorno en su propio beneficio?

Amunt
Tancar