Son muchas las organizaciones que afirman tener una estrategia perfectamente definida.
Lo que de verdad diferencia a una organización ganadora no es su mayor o menor habilidad en definir brillantes estrategias, sino su capacidad de llevarlas a la práctica, sabiendo saltar las barreras que se interponen entre el diseño y su ejecución:
- Barrera en la visión. Si bien más del 85% de las empresas tienen formulada su misión/visión, sólo el 40% de los mandos intermedios y menos del 7% de los empleados la entienden.
- Barrera en los objetivos/incentivos. Los objetivos de los directivos están relacionados en un 75% de los casos al presupuesto, y en menos del 50% a estrategias de largo plazo.
- Barrera de operatividad. En más de un 50% de los casos la estrategia a largo plazo no se refleja en el presupuesto anual.
- Barreras en la gestión. En un 45% no se dedica ni un minuto al largo plazo en las entrevistas de evaluación. En otro 40% se dedica menos del 20% del tiempo.