La idea de competencia está estrechamente vinculada al profesor de la Universidad de Harvard, David McLelland, que comenzó a estudiar en los años sesenta qué es lo que determina el éxito profesional.
En su artículo "Testing for competence rather than intelligence" aseguraba que las calificaciones escolares, los conocimientos académicos y el coeficiente intelectual no predicen el buen desempeño en el trabajo.
McLelland investigó qué tipo de competencias o características personales ponen en juego las personas que desarrollan un desempeño superior. Encontró que aquello que verdaderamente distinguía a los mejores era un conjunto de características de muy distinta índole (valores personales, autoimagen, rasgos de personalidad, motivaciones estables), que se reflejaban en pensamientos, emociones y comportamientos, se podían medir y... ¡se podían desarrollar!
Para dar respuesta a las demandas de las empresas, McLelland fundó McBer & Company, con la misión de ajustar a las personas a sus puestos y, de este modo, la motivación y el desempeño individual y de la organización.
La aplicación de las competencias se mantuvo durante quince años en el estrecho ámbito de influencia de los consultores de McBer, hasta que otra consultora, Hay Group, se integró, formando Hay/McBer. De esta forma, se posibilitó la aplicación de las competencias en centenares de organizaciones.
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El enfoque de competencias es particularmente interesante para las empresas, pues:
- Se refieren a características personales estables y en buena parte inconscientes. Por lo tanto, tienen un impacto a largo plazo en el trabajo.
- Se reflejan en comportamientos fácilmente identificables por medio de la observación o entrevistas, de manera que pueden ser medidas.
- En su mayor parte son adquiridas, por lo que se pueden desarrollar siempre que se emplee el enfoque adecuado.
- En un tiempo en el que toda la inversión se realiza bajo criterios financieros, cuantifica la mejora de los resultados por medio de una mayor adecuación de las competencias personales al puesto.
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El enfoque Hay/McBer se introduce en España a principios de los noventa, y gana gradualmente adeptos en las organizaciones a medida que se constata el impacto en la cuenta de resultados.