Arquitecturas abiertas

Al principio de los años setenta, varios hechos propiciaron el final del oligopolio de las arquitecturas cerradas:

  • El coste de los equipos electrónicos bajó rápidamente, lo cual amplió el mercado y la oferta con multitud de empresas pequeñas sin suficiente capacidad para desarrollar una arquitectura propia. Aparecieron empresas especializadas en sólo algunos tipos de sistemas informáticos: comunicaciones, sistemas operativos, etc.

  • Los fabricantes DEC, Intel y Xerox se pusieron de acuerdo en un estándar para redes de área local (LAN) que la propia Xerox había iniciado: la red Ethernet. Su bajo coste, las prestaciones altas, la sencillez de operación y, sobre todo, el hecho de estar patrocinada por tres grandes empresas harían que se convirtiera en el primer estándar para LAN de amplia aceptación.

  • Bell Laboratories creó el sistema operativo UNIX. Éste fue el primer sistema operativo implementado en C (y no en ensamblador) y, por tanto, adaptable a diferentes plataformas o arquitecturas. El sistema operativo UNIX fue adquirido por diferentes empresas y universidades que derivaron sus propios sistemas operativos, como BSD-UNIX, XENIX, SCO-UNIX, SunOS, AIX, HP-UX o ULTRIX, entre otros. Dentro de los sistemas UNIX se creó la pila TCP/IP, de donde salió la arquitectura de red TCP/IP, y en los años ochenta nació la red Internet, construida sobre esta arquitectura.

Se hacía imprescindible disponer de una arquitectura que permitiera compatibilizar todos los sistemas en cuanto a la interconexión. Si bien no era necesario que todos los ordenadores utilizaran el mismo sistema operativo dentro de una misma empresa, sí era necesario que estos ordenadores hablaran entre sí un mismo lenguaje. Las redes que los interconectaban tenían que ser redes compatibles.

Y para que esto sucediera era preciso que los conectores fueran compatibles, que también lo fueran los cables, los niveles de potencia eléctrica, el formato de las estructuras de bits que se intercambian, los tiempos de respuesta, etc. En resumidas cuentas, era preciso que utilizaran la misma arquitectura.

Alguien, un organismo oficial o un grupo de empresas de peso, tenía que sentarse y diseñar la arquitectura, bien partiendo de cero, bien basándose en alguna o algunas de las arquitecturas ya existentes. Y, una vez hecho esto, para que fuera de utilidad tenía que ponerla a disposición pública. Estaba a punto de nacer la arquitectura abierta.

A principios de la década de los ochenta, el CCITT y la ISO desarrollaron una arquitectura para la interconexión de sistemas abiertos denominada arquitectura OSI (Open Systems Interconnection). Dentro de esta arquitectura se define el modelo básico de referencia OSI como un marco para el desarrollo de estándares que permitan la interoperabilidad en todos los ámbitos imaginables de una conexión de datos: formato de los datos, velocidades de transmisión, formato mecánico de los conectores y del cableado, etc.

Varias razones han hecho que el modelo básico de referencia OSI y las normas que de éste derivan no hayan tenido la repercusión que se preveía; seguramente las más importantes han sido las siguientes:

  • La complejidad del modelo, innecesaria en muchos casos.
  • La complejidad de las normas desarrolladas en su seno.
  • El impulso del modelo Internet y la simplicidad de sus estándares.


La única arquitectura abierta que ha tenido realmente aceptación es la de Internet: la pila TCP/IP.


Contenido complementario

Ahora bien, que nadie crea que el modelo arquitectónico de Internet es un prodigio de la ingeniería moderna. Muchos argumentan que simplemente no hay modelo en absoluto. Y seguramente tienen razón. El núcleo central del modelo se basa en la pila de protocolos TCP/IP. TCP (Transmission Control Protocol) y IP (Internet Protocol) son los nombres de dos de los múltiples protocolos necesarios para hacer que funcione la red Internet. En torno a éstos han ido apareciendo más y más protocolos que conforman la actual Internet.

Cada uno de estos protocolos se sitúa más o menos por encima de TCP (algunos por encima de IP), sin un orden preestablecido. Todo tiene su lógica, evidentemente, pero a la vista del neófito un mapa de todos los protocolos Internet puede parecer incomprensible.

Por esta razón, en este curso nos hemos decidido a utilizar el modelo básico de referencia OSI como estructura a partir de la cual hay que ir desgranando los contenidos.

Este modelo, mucho más "cartesiano" que el de Internet, nos ayudará a comprender los múltiples temas que rodean a las comunicaciones de datos, y al mismo tiempo nos facilitará la comprensión de las tecnologías actuales de redes, como Internet, o las redes derivadas de los nuevos sistemas operativos, como las de Windows de Microsoft Corporation, Novell Netware, Apple talk, etc., que serán el resultado lógico de nuestro estudio.

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