Si bien es cierto que el SIE ha sido el primer tipo de sistema de información que ha tenido un éxito extenso y reconocido en el apoyo a la tarea directiva, no se trata del primer intento de ayudar los directivos con la informática. De hecho, prácticamente todos los tipos de sistemas aparecidos antes se han presentado, en un momento u otro, como potencialmente útiles para el uso directo por parte de los directivos. El caso más significativo, sin embargo, es el de los SIATD, los predecesores de los SIE.
Los SIATD apoyan procesos de decisión semiestructurados mediante el uso directo, por parte del usuario, de modelos cuantitativos estructurados extraídos de la investigación operativa, la estadística, la simulación y las finanzas. Estos modelos son afinados por el usuario al aplicarlos a volúmenes considerables de datos de carácter histórico y bastantes detallados.
El directivo se ayuda de modelos mentales de cariz conceptual y cualitativo para entender y prever el funcionamiento de su organización y su entorno. El acceso a información actual e histórica, interna y externa, le permite afrontar mejor situaciones de futuro, como prever peligros, oportunidades y tendencias. Los SIATD sirven sólo indirectamente para afinar este tipo de modelos.
Mientras que el usuario del SIATD es un experto en tomar decisiones en su materia, en el caso del directivo no pesa tanto el carácter decisorio como el hecho de tener que delegar, motivar y controlar a quienes deciden cuestiones concretas. Esto no excluye que el SIE pueda ofrecer herramientas que ayuden a tomar una decisión, como la incorporación de hojas de cálculo para definir modelos básicos financieros, de producción o de marketing, o para definir condiciones de excepción que puedan alertar sobre actuales o futuras situaciones. No se excluye –al contrario, es conveniente– que el SIE pueda alimentarse de información provista por otros sistemas transaccionales y decisorios desarrollados para tareas de niveles organizativos inferiores.