En el primer módulo decíamos que el conocimiento es, por su naturaleza, intangible. De hecho,
cuando hablamos de conocimiento explícito, es decir materializado en algún tipo de soporte,
estamos hablando ya de información. ¿Cómo podremos, entonces, auditar un activo así?
Es necesario que el conocimiento de la organización se codifique de alguna manera. Pero
esta tarea puede resultar ingente. Por eso, antes de emprenderla, el equipo que la lleve a cabo
debe decidir a qué objetivos empresariales servirá el conocimiento codificado. Para nuestro
enfoque de la gestión del conocimiento, es decir, la cadena de valor de la empresa, dos
propósitos importantes son:
- Inventariar los conocimientos para poder seleccionar aquellos que son clave para la
empresa
- Inventariar los conocimientos para aprovecharlos al máximo en la mejora de nuestros
productos y servicios