Estamos constantemente bajo el efecto de estímulos sensoriales. Todo el tiempo recibimos información
En los seres humanos los procesos donde hay una estimulación sensorial se traducen en experiencia organizada. Esta experiencia es al mismo tiempo el producto de la estimulación y el proceso en sí mismo. Varios tipos de estímulos pueden provocar una variedad de percepciones. Por ejemplo el repique de unas campanas en una ciudad que visito me produce un sentimiento de nostalgia que asocio a la iglesia de mi pueblo cuando yo era pequeño y como consecuencia recuerdo también los pasteles que me preparaba la abuela…. Como este proceso no es público o directamente observable ( excepto para el sujeto que experimenta los estímulos), es difícil de investigar de una forma científica las percepciones.
Las sensaciones y percepciones han sido desde la antigüedad un rompecabezas de los filósofos y los investigadores de la conducta humana
Históricamente las sensaciones y las percepciones del ser humano han sido materia de profundos debates tanto filosóficos como psicológicos. Desde como demostramos que el mundo físico existe como realidad externa e independiente de nosotros, hasta el cuestionarse el porque percibimos los objetos de una determinada manera y no de otra. Otro debate ha sido sobre el papel que juega el aprendizaje en la percepción. Después de muchos debates y experiencias hoy en día estamos de acuerdo en que la percepción puede ser modificada mediante el aprendizaje. El debate se centra hoy en día en el proceso del aprendizaje perceptual en sí mismo.
Cada uno tiene su personalidad, cada uno tiene una forma percibir el mundo que le rodea
Nuestra personalidad condiciona nuestra percepción del mundo, y a su vez la personalidad se determina e influyen en ella tanto los genes hereditarios como el medio social y físico y las experiencias. Esto proporciona valores esenciales únicos, creencias y necesidades que moldean la conducta consistente que presentamos ante el mundo. Cuando hemos alcanzado un nivel de madurez psicológica, nuestra personalidad no cambia mucho, y sus componentes ya están integrados. Lo anterior significa que como tenemos diferentes experiencias en la vida y raramente compartimos el mismo ambiente social y físico con otros, la combinación de los factores hereditarios y ambientales que interactúan de manera complicada da como resultado patrones de comportamiento que son únicos para cada uno como individuo. De modo que variamos en inteligencia, educación, creencias religiosas, nivel social y experiencias, y esto afecta la forma en que nos comunicamos con los demás.
Todos estos factores crean marcos de referencia individualmente diferentes, con el resultado de que cada persona mira el mundo de una manera particular y única. Nuestra estructura física y mental y nuestro ambiente afectan tanto la percepción como el juicio.
¿Cómo podemos definir la percepción?
La percepción es el proceso mediante el cual seleccionamos, organizamos e interpretamos los estímulos sensoriales y la información en términos que se acoplan a nuestros propios marcos de referencia y visiones del mundo.
Todo el tiempo recibimos información. No tomamos en cuenta parte de ella, otra la aceptamos y la interpretamos a la luz de nuestra experiencia pasada para hacer conjeturas, tan precisas como sea posible, sobre lo que va a suceder en el futuro. De esta manera nos formamos imágenes de las personas, con frecuencia, con base en muy poca información, predecimos su comportamiento en ciertas situaciones y seleccionamos lo que, según nuestro punto de vista, es la mejor manera de acercarnos a ellas, influirlas o comunicarnos. A menudo, cuando interpretamos la información, vemos o escuchamos lo que esperamos ver o escuchar, en lugar de tratar con hechos objetivos.