¿Cómo identificar a estas personalidades difíciles?
 
 

Brad McRae sugiere cuatro etapas para hacer un diagnóstico preciso:

  • Primero: observar y comprobar si hemos constatado esta conducta al menos tres veces con esta persona. La razón es que las primeras dos veces pueden deberse a causas fortuitas, la tercera es probablemente la manera de constatar que estamos ante un hábito.

  • Segundo: es importante observar si esta persona tiene un alto nivel de estrés. Puede ser que sus reacciones se deban a la situación en que se enfrenta y no se trata de un hábito conductual.

  • Tercero: preguntarse a uno mismo si se está sometido a un alto nivel de estrés. Cuando estamos estresados nuestra percepción del mundo es algo distorsionada y puede que tengamos una percepción sesgada de la otra persona.

  • Cuarto. ¿Has podido tener una conversación de adultos con esta persona?. A veces la otra persona puede no ser consciente que su conducta te está causando problemas. Quizás todo es producto de malentendidos.

La razón por la cual nos encontramos en situaciones difíciles con personas difíciles es porque nos dejamos implicar emocionalmente. A menudo, cuanto más intentamos liberarnos de la situación, más controlados estamos por la otra persona.

Probablemente lo que sucede es que tenemos en mente una serie de creencias, o más bien perjuicios, que nos atan a estas situaciones.

Mc Rae estableció una lista de estas creencias que nos hacen la vida difícil:

  • Tengo que ser aceptado y querido por todo el mundo.

  • Tengo que ser perfecto en todo lo que hago.

  • Todas las personas con las que trabajo o vivo deben ser perfectas.

  • Tengo poco control sobre lo que me ocurre.

  • Es más fácil evitar dificultades y responsabilidades que hacerles frente.

  • Desacuerdos y conflictos deben ser evitados a toda costa.

  • Las personas, yo incluido, no cambian.

  • Algunas personas son siempre buenas, otras siempre malas.

  • El mundo debe ser perfecto, y es terrible y catastrófico cuando no lo es.

  • Las personas son frágiles y necesitan estar protegidas de la verdad.

  • Los demás existen para hacerme feliz, y ni puedo ser feliz si ellos no me hacen feliz.

  • Las crisis son sin dudar destructivas, nada bueno puede venir de ellas.

  • En alguna parte existe el empleo perfecto, la solución perfecta, la perfecta pareja y más, todo lo que tengo que hacer es iniciar la búsqueda de ellos.

  • No debería tener problemas. Si los tengo, es que soy incompetente.

  • Hay solo y solo una manera de ver mi situación de manera verdadera.

Robert Bramson autor de "Tratar con Gente difícil" hace una lista de los 9 tipos que nos podemos encontrar. El nos propone la siguiente guía :

El tanque

  • Darles un cierto tiempo para que se calmen.

  • No te preocupes en ser educado, alcalnza lo que quieras.

  • Llama su atención, sea por llamarles por su nombre o levantándote expresamente.

  • Conseguir que se sienten es una buena idea.

  • Mantener el contacto visual.

  • Expresar las propias opiniones con fuerza.

  • No pelearse por lo que dice la otra persona o tratar de cortarla.

  • Estar prestos a ser amistosos.

El tirador

  • Aléjalos. No seas sociales con ellos.

  • Dales la oportunidad de una real alternativa en una situación comprometida.

  • No te concentres en su punto de vista, está seguro que todo el mundo está implicado.

  • No corras a resolver cualquier problema que surja.

  • Evita "tiros" por medio de convocar regularmente reuniones para resolver problemas.

  • Si eres el testigo de una situación con un "tirador" trata de estar alejado, pero insiste que pare enfrente de ti.

El Explosivo

  • Dales tiempo para que se calmen.

  • Si no se calman, intenta cortar por lo sano con un " ¡Basta!".

  • Muéstrales que les tomas de forma seria.

  • Si es posible toma un respiro con ellos en un lugar aparte.

El Quejoso

  • Escucha atentamente sus quejas aunque te sientas culpable o impaciente.

  • Reconoce lo que están diciendo por medio de afirmaciones, resumiendo lo que nos han dicho y comprobando como nos hace sentir lo que estamos oyendo.
    No des tu acuerdo ni pidas excusas por sus alegaciones, incluso si por el momento no estás de acuerdo con ellas.

  • Evita el modo de acusación – defensa – volver acusar como argumento ping-pong.

  • Trata de pasar al modo de resolución de problemas, preguntando informaciones específicas y precisas, valorando lo que ha sucedido, etc o pidiendo las quejas por escrito, pero siempre de forma seria y suportiva.

  • Si todo falla, preguntar al Quejoso " Como quieres finalizar esta discusión?"

El Silencioso

  • Mejor que tratar de interpretar los silencios, intentar de que manifiesten algo.

  • Preguntar cuestiones abiertas.

  • Guardar la calma tan bien como podamos.

  • No llenar los silencios con nuestra conversación.

  • Planificar el poder disponer de tiempo suficiente para esperar con compostura.

  • Alcanzar un acuerdo o manifestar claramente cuanto tiempo disponemos para nuestra " conversación".

  • Si no obtienes respuesta, comenta lo que está sucediendo. Finalizar los comentarios con cuestiones abiertas.

  • Una y otra vez, esperar lo más posible, entonces comentar lo que está sucediendo y esperar otra vez. Tratar de controlar la situación yendo a los hechos con respuestas como " ¿Me puedo ir ahora? , " No sé" .

  • Cuando finalmente abra la boca, esta atento a tus impulsos punitivos. Puede ser que tengan que decirnos algo importante o clave. Si no es el caso, manifiesta la necesidad de volver al asunto de la reunión.

  • Si permanecen silenciosos, evita un final educado solamente, es mejor acabar la reunión por nuestro lado y fijar otra entrevista para más adelante. Finalmente, infórmale de lo que tu vas hacer, dado que la discusión no ha tenido lugar.

El Super Agradable

  • Tienes que trabajar duro para que salga a relucir los hechos escondidos y los asuntos que previenen al SA de emprender una acción.

  • Dales a conocer cuanto los valoramos como personas, preguntando por su familia, sus aficiones, lo que visten. Hazlo si realmente lo crees, al menos un poco!.

  • Pídeles que te digan que cosas pueden interferir con vuestra buena relación.

  • Pídeles que hablen acerca algún aspecto de nuestros productos, servicios o de nosotros mismos que no es tal como debería ser.

  • Está presto a llegar acuerdos y negociar si se percibe en el ambiente algún tipo de conflicto abierto.

  • Escucha su humor. Puede contener mensajes o burlas escondidas.

El negativo

  • Estés atento al potencial, en ti mismo y en los demás del grupo, para evitar caer en la desesperación.

  • Hacer observaciones optimistas pero realistas acerca éxitos en el pasado en resolver problemas similares.

  • Evitar discutir con ellos acerca de su pesimismo.

  • No ofrecer soluciones o alternativas hasta que el problema ha sido ampliamente discutido y tú sabes con lo que estás tratando.

  • Cuando una alternativa es expuesta de forma seria, rápidamente plantea las posibles cuestiones negativas que pueden ocurrir si la propuesta sigue adelante.

  • Finalmente, esté dispuesto a emprender la acción por tu cuenta; Anuncia tus planes sin errores.

  • Ten cuidado en provocar respuestas negativas por parte de personas altamente analíticas preguntándoles antes que estés preparado.

El Sabe todo

  • Estés seguro de que has hecho lo necesario para prepararte, con cuidado revisa los materiales en cuestión y verifícalos.

  • Escucha atentamente y parafrasea otra vez los puntos importantes de las proposiciones, a fin de evitar malentendidos.

  • Evita afirmaciones dogmáticas.

  • En el caso de estar en desacuerdo, ser tentativo, utilizar cuestiones para plantear los problemas.

  • Haz preguntas amplias que puedan ayudar el reexamen de los planes propuestos.

  • Como último recurso, escoge subordinarte tu mismo para evitar bloqueos y quizás elaborar en el futuro una relación más ecuánime.

Si el Sabe-todo no amenaza o no intimida:

  • Explica los hechos o las opiniones alternativas con todo el detalle posible tal como tu percibes la realidad.

  • Busca medios para salvarles la cara.

  • Está dispuesto a llenar los posibles vacíos en la comunicación

  • Si es posible enfréntate a ellos cuando estén solos.

El Indeciso

  • Ponle fácil la posibilidad que te hable de los conflictos o reservas que le impiden tomar una decisión.

  • Esté atento a las palabras indirectas, dudas y omisiones que pueden darnos pistas sobre las áreas problemáticas.

  • Cuando las cosas estén más claras , ayúdales a resolver el problema con una decisión.

  • A veces, su reserva tiene que ver contigo. Si es el caso, reconoce problemas en el pasado y expone la información necesaria sin actitud defensiva, propone un plan y pídele ayuda.

  • Si no eres parte del problema, concéntrate en ayudarle examinando los hechos.

  • Dale soporte después que la solución parece que ha sido tomada.

  • Si es posible toma la puesta enmarca de la acción en tus manos.

  • Esté atento a señales de estallidos de cólera o retirada de la conversación. Si es el caso es mejor mantenerlos alejados del proceso decisional.

 
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