Contenido complementario

Afecto, estado de ánimo y emociones

A menudo utilizamos estos tres términos de forma intercambiable, parte de la confusión es debida a la falta de claridad en su propia definición. Algunos investigadores han intentado encontrar definiciones más específicas:

Según Schwarz and Clore (1988) la diferencia entre emoción de estado de ánimo se basa en diferencias estructurales, como pueden ser la especificidad de los objetivos –por ejemplo las emociones son específicas y más intensas y son una reacción a un evento en particular, mientras que los estados de ánimo son difusos y menos concentradas (George & Brief, 1995; Frijda 1987; Clark& Isen, 1992)– y la cronología –por ejemplo las emociones son causadas por algo más inédito que los estados de ánimo–. Batson y colaboradores (1992) diferenciaron estado de ánimo, afecto y emoción por sus diferencias funcionales, como los cambios de valor de un estado (afecto), creencias acerca de los futuros estados afectivos (estado de ánimo) o la existencia de un objetivo específico (emoción).

El afecto parece revelar preferencia (Zajonc 1980); los afectos informan al organismo que los experimenta de aquellos estados o situaciones que tienen más valor que otros. El cambio de una situación de menos valor a una de más valor acostumbra a estar acompañada de un afecto positivo, y al contrario. La intensidad del afecto revela la magnitud del valor prioritario.


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