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La asincronía

Un sistema de formación on-line posibilita a formador y a estudiantes para seguir un proceso de aprendizaje sin necesidad de coincidir ni en el espacio ni en el tiempo. La no coincidencia en el espacio es el motivo fundamental por el que se opta por un sistema de formación on-line, mientras que existen modelos claramente diferenciados en función de la necesidad de coincidir o no en el tiempo con el formador o con otros estudiantes.

En un extremo, encontraríamos modelos fundamentalmente síncronos en los que formador y estudiante se encuentran a determinadas horas, se comunican y procuran el aprendizaje mediante sistemas de videoconferencia, chat o correo electrónico con respuesta inmediata.

En el extremo opuesto, encontraríamos modelos completamente asíncronos en los que no es necesario coincidir ni con el formador ni con el resto de los estudiantes de un grupo durante todo el proceso de aprendizaje.

Entre uno y otro extremo existen modelos mixtos, en los que se combinan momentos de coincidencia forzosa entre formador y estudiantes, o entre varios estudiantes para realizar una actividad de aprendizaje determinada, con un planteamiento básicamente asíncrono.

Tanto la sincronía como la asincronía tienen sus ventajas y sus limitaciones. La inmediatez de una puede contraponerse con el margen para la reflexión que ofrece la otra, la vivacidad con la posibilidad de encontrar el momento más adecuado para dedicarse al estudio, etc.

Como formadores on-line, debemos ser coherentes con el modelo que explícita o implícitamente se ha propuesto a los estudiantes. No parecería adecuado proponer actividades síncronas cuando se ha dado a entender a los estudiantes que podrían seguir el proceso de forma asíncrona.


Aunque la formación on-line posibilite tanto la sincronía como la asincronía, es importante ser coherentes con la opción que se haya propuesto, tanto a los estudiantes como a los formadores.

En algunas ocasiones, dentro de un modelo fundamentalmente asíncrono, las actividades síncronas se proponen como alternativa u opción. En estos casos, el formador debería reflexionar previamente sobre las siguientes cuestiones:

  • ¿No existe ninguna forma de plantear esta actividad u otra que nos permita conseguir los mismos resultados de forma asíncrona?

  • ¿Los estudiantes a quienes les resulte imposible seguir esta actividad de forma síncrona van a encontrar más dificultades que el resto para seguir el proceso de aprendizaje?

El tiempo del formador y el tiempo del estudiante son recursos necesarios para el aprendizaje. Imponer determinadas pautas de uso de este tiempo puede entenderse como una ventaja con respecto a la efectividad de la actividad que se propone realizar, o bien como una limitación con respecto a actividades de mayor provecho que el formador o el estudiante podrían realizar en ese momento.

Probablemente, formador y estudiante deban coincidir en algún momento si uno de sus objetivos de aprendizaje está relacionado con la expresión oral en una lengua extranjera, pero cuanto más frecuentes sean los momentos establecidos para ello, menos dedicación podremos solicitar por parte de ambos para otros propósitos.

El hecho de que la coincidencia en el tiempo pueda ser necesaria para determinados fines no supone que ésta garantice el aprendizaje ni su calidad.

El formador on-line debe huir de prejuicios y falsas concepciones y analizar en todo momento la adecuación a la acción formativa propuesta de un modelo síncrono o asíncrono.

Esta decisión debe ser coherente con los términos en que se haya presentado la acción formativa a los estudiantes y a otros formadores.

 
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