El plan de trabajo como eje estructurador de la acción formativa

Cuando concebimos una acción formativa, pensamos en una tipología de estudiantes que deben conseguir determinados aprendizajes en un tiempo concreto. Ello nos conduce a realizar una primera planificación de la acción formativa y a elaborar unos materiales didácticos que posibiliten su realización.

Para llevar a cabo esta acción formativa, vamos a utilizar distintos recursos, entre ellos el material didáctico. Los responsables de la autoría del material didáctico van a tener en cuenta los otros recursos que se van a utilizar en el curso y van a estructurarlos de forma adecuada y a relacionarlos con el material didáctico desarrollado.

La relación entre el material didáctico y el resto de los recursos que hay que utilizar en una acción formativa queda reflejada en el plan de trabajo o plan de aprendizaje.

Sin embargo, el autor no dispone siempre de toda la información necesaria en el momento del diseño de la acción formativa. Las características específicas de un grupo o los acontecimientos que sucedan mientras se está desarrollando la acción formativa pueden ser claves para su planificación.

Por este motivo, el plan de trabajo debe ser adaptado por el formador cada vez que se realice una nueva edición, introduciendo algunos cambios y modificaciones que permitan que el plan de trabajo lleve a cabo su función. Por ejemplo:

• Ampliando algunos de los recursos propuestos con otros más actuales y más relevantes.
• Sustituyendo algunos de los recursos existentes.
• Destacando o minimizando el papel de algunas de las actividades de aprendizaje.
• Proponiendo nuevas actividades a la vista de las características del grupo o de la dinámica que éste sigue.
• Ajustando la propuesta de trabajo al calendario.

La última palabra en la concreción del plan de trabajo recaerá sobre el estudiante.

El estudiante recibe unas pautas claras del formador que debe adecuar a sus condiciones particulares de estudio. No se trata de invalidar aquello que el autor y el formador han propuesto, sino de ajustarlo a las propias posibilidades y necesidades de aprendizaje. Entre los aspectos que el estudiante va a definir en el plan de trabajo podemos destacar los siguientes:

• Concreción de fechas de trabajo y estudio de cada apartado.
• Ampliación o repaso de actividades de aprendizaje.
• Personalización de algunos de los objetivos de aprendizaje.

El plan de trabajo debe garantizar la coherencia de la acción formativa. El plan de trabajo integra y estructura todos los recursos propuestos en la acción formativa. El plan de trabajo permite visualizar la posibilidad de alcanzar los objetivos de aprendizaje propuestos dentro del tiempo establecido para la acción formativa.