La aldea de obreros de Deir el-Medina está situada en un pequeño valle a los pies de las colinas de Tebas oeste entre las dos necrópolis reales (el Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas). El asentamiento fue fundado en la dinastía XVIII, se cree que por Amenhotep I, ya que él y su esposa fueron venerados como patronos, aunque muchos de los sellos de los ladrillos utilizados en la construcción de la ciudad llevan el sello del faraón Tutmosis I, el primer faraón enterrado en el Valle de los Reyes. Con todo, la mayor parte de los datos que tenemos provienen de las dinastías XIX y XX. Se sabe con seguridad que este asentamiento gozó de un régimen administrativo especial y que su control dependía de las autoridades de la necrópolis real.