La resolución de problemas en el caso del control de procesos sigue los siguientes pasos:
Planificar el proceso y estandarizarlo.
Implantarlo y ejecutarlo.
Evaluar los efectos
En caso de que nos salgamos de los estándares, actuar para rectificar el proceso
Esta resolución del problema se corresponde con las casillas de la 4 a la 6 del gráfico. Se puede aplicar en el caso de que tengamos un proceso con una serie de actividades que se repiten siempre en un orden fijo y previsible.
Lo que tenemos que tener en cuenta a la hora de llevar a cabo estos paso es:
La planificación del proceso tendrá en cuenta las necesidades del cliente a las que van destinados el producto o servicio que se obtenga del proceso.
Pero será el proceso el que determine las características actuales del producto o servicio.
Este producto o servicio, inevitablemente, siempre presentará variaciones.
Para controlar las variaciones es más eficaz localizar las fuentes de variaciones y solucionar estos problemas que inspeccionar todos los productos o servicios que obtengamos del proceso.