Dirección y gestión de proyectos – Competencias de un director de proyectos multimedia
 
 

En vuestra opinión, ¿qué competencias se requieren para dirigir un proyecto multimedia?


Las competencias son aquellas cualidades que marcan la diferencia entre las personas competentes y las no competentes, es decir, entre personas que ejercen su función con éxito y aquéllas cuya actuación se considera menos satisfactoria.

Las competencias están relacionadas con la realización satisfactoria de un determinado trabajo. Un director de proyectos multimedia no sólo precisa tener determinadas competencias en cuanto al grado de conocimientos técnicos que requiere su puesto de trabajo, sino que, además, debe incorporar o potenciar otras competencias que entran dentro de la dimensión humana:

  • Ser comunicativo

  • Comportarse con iniciativa

  • Ser asertivo

  • Con capacidad para el trabajo en equipo

  • Con capacidad de motivación del equipo

  • Ser creativo: Aportar ideas, innovadoras y originales, que permitan obtener soluciones efectivas a problemas y situaciones.

  • Ser flexible: Modificar el comportamiento adecuando las respuestas a situaciones de cambio, ambigüedad o adversidad.

  • Con capacidad analítica: Recopilar suficiente información que le permita analizar problemas o situaciones, extrayendo los datos más relevantes y estructurando los datos de forma que sea posible detectar los puntos clave y proponer conclusiones.

  • Con capacidad de resolución de problemas: Identificación de problemas y reconocimiento de sus causas, proponiendo soluciones alternativas en el tiempo requerido.

  • Con orientación hacia resultados: Gestionar eficazmente los recursos atendiendo a costes, beneficios y calidad para el cumplimiento de objetivos y mejora de resultados.

  • Con orientación al cliente: Conocer y satisfacer las demandas del cliente (interno y externo), anticipándose a sus necesidades.

  • Con capacidad de gestionar el conflicto y capacidad de negociación: Identificar los principios que explican las posiciones enfrentadas y aportar soluciones positivas para resolverlos. Buscar soluciones constructivas y mantener relaciones de trabajo productivas.

  • Con interés por el desarrollo de sus colaboradores: Capacidad para emprender acciones eficaces para mejorar la formación y desarrollo de sus colaboradores a partir de sus necesidades y de las de la organización.

  • Con capacidad para el trabajo bajo presión de tiempo: Mantener un rendimiento satisfactorio, gestionando el estrés personal y los hechos inesperados y, al mismo tiempo, manteniendo la consecución de objetivos aun trabajando bajo presión.

  • Con resistencia a la frustración: Mantener una acción estable aun cuando la situación no es favorable, evitando el bloqueo de la actividad y conservando un nivel de autoestima elevado.

Comentario del autor


    En muchos casos es comprensible que dichas competencias nos resulten nuevas o incluso que estén fuera del ámbito en el que estamos más habituados a trabajar. Pese a ello deberemos realizar un esfuerzo e irlas introduciendo en nuestra gestión diaria. La manera de incorporarlas es una cuestión de hábito y de toma de conciencia de que estos comportamientos son básicos para desarrollar una labor exitosa en nuestra dirección de proyectos.


 
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