¿Somos capaces de escribir cualquier cosa ajustándonos a un número exacto de caracteres?
Actividad de autoevaluación
Se dice que una de las cosas buenas de la red, a diferencia del papel, es que no hay límite de espacio. Hasta cierto punto, esta afirmación es correcta. Sin embargo, y por esa característica, surge otro problema: el lector no quiere enfrentarse a textos excesivamente largos. Unido a la dificultad de lectura en pantalla, un contenido muy largo espanta a la audiencia, que tiende a leer la información en diagonal.
Criterios para no extendernos demasiado:
- Saber qué se quiere escribir para no dar rodeos en el texto.
- No utilizar frases innecesariamente largas. Entorpecerán la comprensión del contenido. El uso de frases largas nos llevará a la lectura de textos largos.
- No abusar de las oraciones de relativo. Ya que éstas nos llevarán a crear frases largas y a entorpecer la lectura.
- No cargar el texto con incisos y aposiciones. Para evitarlos, podemos recurrir al uso del hipertexto. Un inciso es una explicación de una parte de la frase; si la aclaración es larga, creemos un enlace.
- Respetar las propiedades léxicas de las palabras. Cada palabra tiene un significado que cuadra en un contexto determinado.
- Reducir las perífrasis verbales y locuciones preposicionales. Es mejor utilizar, por ejemplo, un adjetivo que la construcción en el ámbito + adjetivo:
- Se ha hecho una reducción en el ámbito presupuestario.
- Se ha hecho una reducción presupuestaria.
- Reducir en un 50% el texto que pasamos del papel a la pantalla. Ésta es conocida como la regla de oro para escribir en la web. Los usuarios no están por la labor de leer textos largos en Internet.
Actividad de autoevaluación