Producción de texto digital – Proceso de producción de texto digital – Recepción de contenidos
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Cuentan que Victor Hugo estaba de vacaciones y escribió a su editor para saber cómo iba la edición de Los miserables. Le mandó un mensaje que ponía lo siguiente: «?». Por respuesta recibió: «!». La comunicación entre editor y autor ha de tener cierto carácter de complicidad. El autor debe saber qué es lo que queremos y nosotros tener claro lo que le hemos pedido. De esta manera, a la hora de recibir los contenidos, minimizaremos los posibles problemas, que normalmente son:
Pasemos a analizar, punto por punto, las posibles soluciones a los problemas citados.
Como buenos editores debemos cuidar a nuestros autores y, por ende, a nosotros mismos. Por ello, no esperaremos al día en que se cumple la fecha de entrega para comprobar que el autor cumple los plazos establecidos. Hemos de idear maneras de que los plazos de entrega no se conviertan en un problema y, a la vez, evitar atosigar a nuestros autores recordándoselo a cada momento. Proponemos:
Si la justificación del colaborador por el retraso es cierta, el autor entregará, seguramente, un trabajo impecable. Si, por el contrario, se trata de una simple excusa, el autor actuará de igual modo con el nuevo plazo de entrega, aunque en lugar de retrasarse de nuevo intentará completar su trabajo en menos tiempo. Esto repercutirá probablemente en la calidad. ¿Qué hemos ganado? En primer lugar, no hemos perdido tanto tiempo como si hubiéramos esperado hasta el último minuto, ya que todas las gestiones para resolver este problema hubieran empezado dos días más tarde. En segundo lugar, puede que hayamos dado con un colaborador poco comprometido; deberemos encontrar una solución para que esta situación no se repita.
Prever los acontecimientos y adelantarnos a los problemas nos ayudará en nuestro trabajo.
Si un texto no se ajusta a la extensión propuesta debe ser el autor quien ha de retocar el escrito. Debe crear texto nuevo cuando éste es demasiado corto; también es quien sabe qué partes son prescindibles sin perder coherencia textual. Por norma general nuestra misión es devolver el texto indicándole el problema y reclamar una rápida corrección. Pero pueden darse casos especiales:
Si, finalmente, el problema recae sobre nosotros, estimaremos el tiempo que deberemos invertir y cómo va a repercutir en el presupuesto.
Más difícil es solucionar el tema de la linealidad una vez se han especificado todos los elementos en el libro de estilo. Escribir con hipertexto es una concepción bastante reciente y muy pocos autores están habituados. Sin embargo, una vez consigamos comunicar a los autores la esencia del tipo de texto que queremos, será más fácil incluso que crear un texto lineal. Para intentar atajar este problema desde la raíz la mejor solución es que haya un ejemplo del contenido que pretendemos obtener en el libro de estilo. Si el problema persiste, no nos quedará otra solución que trabajar con el autor para intentar resolver sus dudas.
Como estrategia previa a la entrega tendremos que hacernos una idea de cómo va a quedar en realidad nuestro proyecto. Para ello, la mejor herramienta que tenemos a mano es la confección de una maqueta. Viendo todos los elementos juntos es cuando podremos apreciar si lo que habíamos diseñado se ajusta a los objetivos establecidos. Después de la prueba de redacción y antes de la primera entrega, es interesante recibir alguna muestra de contenido. Este avance del contenido, previo a las primeras entregas, nos indicará si el autor se ajusta a lo que exigimos desde el punto de vista de redacción y de conocimientos, y si está al nivel de los otros colaboradores.
De esta manera podremos perfilar con el autor el estilo que queremos. Al contrario, cuando recibimos una entrega extensa y necesitamos modificar el texto porque no se ajusta al estilo, el proceso será más complicado, ya que: Si a pesar de nuestras precauciones, cuando recibimos el contenido vemos que está mal redactado, desordenado y/o no se ajusta al estilo que solicitábamos podemos:
Una solución para ampliar el margen de tiempo para resolver errores, cuando se trata de entregas cortas periódicas (entregas semanales de 5-10 artículos), es trabajar con un repositorio. Consiste en tener preparados una serie de textos listos para ser publicados. Recurriremos a ellos en caso de que el autor nos falle.
Otro problema frecuente es la falta de exactitud en la descripción del contenido o la omisión de aspectos importantes. Si no somos expertos en el tema, la manera de solucionarlo es mediante la validación científica. El problema radica en que esta corrección se realiza casi al final del proyecto. Por eso es conveniente que en la selección de nuestros autores tengamos en cuenta que:
Si nos encontramos con este problema deberemos:
Sea cual sea el problema que presente el contenido que recibamos, debemos indicárselo al autor y sugerirle soluciones para subsanarlo. De lo contrario puede que el colaborador no entienda cuál es el problema y vuelva a entregarnos un contenido con fallos graves. Imagina que estás en medio del proceso de producción de un proyecto. Los plazos de entrega son apretados y el autor 3 entrega su primer texto con una semana de retraso. Además, cuando lo recibes, te das cuenta de que está hecho deprisa y corriendo. ¿Cómo lo solucionas? ¿Cómo intentas evitar que vuelva a pasar?. |
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