Producción audiovisual – Conceptos básicos – Formatos y compresión
 
 

Cualquiera que entre en contacto con el mundo audiovisual descubrirá que hay cintas de todos los tamaños y colores. Y, lógicamente, una de las primeras preguntas que le surgen a cualquier productor es «¿En qué formato grabamos? ¿En qué formato vamos a presentar finalmente el proyecto?».

Preguntas a las que, normalmente, sigue algo así como «¿Cuál es la diferencia entre el DVC Pro, el DV Cam, el Mini DV y el DV Profesional?» ¿Alguien conoce realmente las diferencias entre un MPEG-4 y un Divx?

Pues bien, la respuesta es que sí hay diferencias y que éstas se pueden conocer; la proliferación de formatos de vídeo en los últimos años hace que estas preguntas se planteen cada vez con más frecuencia y que las respuestas estén cada vez menos claras. En tan sólo treinta años de historia el vídeo profesional ha generado más de tres docenas de formatos, la mayoría de ellos perfecta y rigurosamente incompatibles entre sí, por lo que hay que ser ingeniero superior en electrónica y telecomunicaciones para mantenerse al día de lo que supone tal o cual codec o los matices entre los diferentes sistemas de corrección de color, brillo, etc.

Actividad


    ¿A qué se debe que el cine, con más de cien años de vida, sólo haya conocido media docena de formatos a lo largo de su existencia, mientras que el vídeo haya conocido tantísimos en tan sólo treinta años?


 Formatos de grabación: la pirámide de calidad (analógica/digital)

Los formatos de grabación se diferencian entre sí, más allá de la forma del casete (es decir, la anchura de la cinta y la apariencia externa) por la manera en que disponen y codifican la información en la cinta de vídeo.

La respuesta natural a la pregunta «¿En qué formato grabamos?» sería siempre «Con el mejor formato posible». Sin embargo, conviene que tengamos en cuenta varios factores, no por obvios menos importantes:

  • Los formatos «mejores» son evidentemente más caros.

  • Las diferencias de precio pueden ser abultadísimas.
    (Un alquiler de una cámara de vídeo oscila entre 100 €/día y 1500 €/día en función del modelo y el formato.)

  • Es absurdo matar moscas a cañonazos, y resulta igual de inapropiado grabar publicidad de alto nivel en formatos domésticos como grabar bodas, bautizos y comuniones en formatos reservados para elaboradísimos efectos especiales.

En relación con este último punto, conviene tener en cuenta el formato final de publicación. Si vamos a publicar nuestro vídeo en la red, muy comprimido y en un tamaño reducidísimo, resulta en extremo inapropiado utilizar formatos de gama alta de los cuales sólo estaremos aprovechando una parte ridícula de sus prestaciones.

Para orientarse en esta complicada decisión, existe lo que se conoce como la pirámide de calidad, que sitúan a toda esta pléyade de formatos en tres grandes grupos y a diferentes niveles, lo cual permite aclararse y tomar decisiones razonables.

Comentario del autor


    De todos modos, es importante señalar que esta pirámide quedará obsoleta a los seis meses de la publicación de estos materiales y que, por lo tanto, conviene estar al tanto de las novedades mediante la consulta de revistas (ver bibliografía) y páginas web.


 
Bibliografía sugerida

Actividad


    Partiendo de un presupuesto de 6.000 euros para nuestro vídeo para profesores y utilizando la información disponible en webs como www.iec-video.es o http://infotvproduccionessl.es.visualnet.com/ (empresas de alquiler de material), así como las webs profesionales de Sony, JVC, Panasonic y otros… ¿En qué formato grabaríais? ¿Por qué? (Utilizad toda la información disponible. Podéis buscar otras empresas de alquiler.)


Formatos de compresión

Si en el nodo anterior afirmábamos que el formato de grabación depende en gran medida del producto final que queramos conseguir, en este caso podemos afirmar que es el público final a quien nos dirigimos y el canal de publicación los elementos que determinarán nuestra elección.

Dejando a un lado, ya que no requieren explicación, los formatos tradicionales en cinta (VHS), lo cierto es que con la irrupción del vídeo digital ha aparecido una nueva gama de opciones a la hora de publicar contenidos audiovisuales en diferentes soportes.


La práctica totalidad de los formatos se basa en lo que conocemos como compresión, que consiste, básicamente, en eliminar aquella información que se repite (compresión estadística) o que el usuario no percibe (compresión perceptual) para obtener un archivo final con un volumen menor.


Antes de optar por un formato de compresión, conviene elegir el medio en el que vamos a publicar el producto final. No es lo mismo publicar el producto audiovisual en un CD –donde la transferencia de datos está asegurada– que a través de Internet o en streaming, donde nuestras frágiles redes de comunicaciones imponen su ley.

En el formato Mini DV cada segundo representa 3.5 Mb; así, conviene tener en cuenta que 1 Gb equivale a unos 5 minutos de vídeo digital y que, evidentemente, no resulta nada práctico enviar tales cantidades de datos en CD o a través de Internet.

Para ello, diferentes fabricantes han creado formatos de compresión que responden muchas veces a diferentes necesidades.

Las complejas fórmulas matemáticas que se utilizan para comprimir a uno u otro formato es lo que conocemos como codec o, en su traducción al castellano «fórmula de codificación».

En el CD de ejemplos podréis algunas muestras de formatos de compresión.

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    • Apartado: Producción audiovisual
      • Imagen de vídeo
  • DVD

    Formato de vídeo basado en la compresión en MPEG-2, que emplea como soporte un disco óptico de alta capacidad (hasta 9 Gb) y ofrece una extraordinaria calidad de reproducción de imagen y sonido. Presenta opciones muy interesantes para la difusión internacional, como la posibilidad de incorporar varias bandas sonoras en diferentes idiomas, subtítulos e incluso un cierto grado de interactividad con las imágenes grabadas. La popularización de los lectores de DVD y el abaratamiento de los costes de edición/publicación hace de este formato el ideal para publicar vídeo digital cuando la calidad sea un factor primordial.

  • Quicktime

    Formato creado por Apple Computer, que, en un principio, sólo equipaban los ordenadores Macintosh, pero cuyo uso está bastante extendido actualmente. Ofrece, en combinación con los codecs de fabricantes como Sorenson o en formato MPEG-4, una calidad destacable con un volumen de datos mínimo. Entre sus inconvenientes figura el hecho de que los usuarios de Windows deben instalarse el software –gratuito y disponible en www.apple.com– para acceder a los contenidos; esto lo hace más recomendable para CD-ROM o presentaciones en las que se pueda adjuntar el instalador. También dispone de opciones muy eficaces para el streaming .

  • AVI

    El equivalente a Quicktime pero para Windows. Su principal ventaja estriba en que todos los equipos equipados con Windows pueden leer sin demasiada dificultad archivos comprimidos en este formato. A diferencia de Quicktime, los formatos más populares de este formato son los elaborados para los reproductores Real Media y Windows Media Player, tanto en sus versiones para reproducir archivos como para streaming. El inconveniente es que excluimos automáticamente al otro 5% de usuarios de Macintosh, que no podrán acceder a la información a menos que utilicemos compresiones específicas para Real Media o Windows Media Player. Esto, que puede parecer irrelevante, no lo es tanto cuando nos dirigimos a colectivos entre los que la implantación del Mac es superior a la media.

  • MPEG-4

    Codec de compresión creado por la MPEG (Moving Pictures Expert Group) y que pretende ser el equivalente audiovisual del MP3 (cuyo verdadero nombre es MPEG2-Layer 3), formato de audio que revolucionó Internet y las compañías discográficas. Ofrece una gran calidad en muy poco volumen de datos, pero sólo los equipos relativamente recientes pueden soportar reproductores que funcionen en este formato. (Actualmente todos los reproductores del mercado poseen codecs para trabajar en MPEG-4 con resultados espectaculares.)

  • DivX

    Es una evolución del MPEG-4, que, como pasó con el MP3, tiene a las distribuidoras de cine llevándose las manos a la cabeza, pues ofrece la posibilidad de grabar un largometraje de 90 minutos, con una calidad próxima al DVD en un CD de 640 Mb. El inconveniente es que hay que usar reproductores específicos que, de momento –las distribuidoras mandan– no vienen instalados con los equipos. A cambio, son gratuitos, están en Internet y son relativamente sencillos de manejar.

    El objetivo final tiene que ser, siempre, llegar al público destinatario de la publicación. Por ello, no conviene utilizar las novedades más recientes salvo que se tenga la absoluta certeza de que el público potencial dispone de ellas o se le den las facilidades para instalarlas. (Mediante el correspondiente instalador en el propio CD.)

 Vídeo streaming

¿Cómo funciona?

El vídeo streaming es una versión informática adaptada para la Red del denominado Vídeo On Demand (VOD) o «vídeo a la carta», que se ha puesto ya en práctica en algunas redes de cable y en alguna plataforma digital vía satélite. El mecanismo, al igual que en cualquier otro sistema de VOD, consiste en almacenar el producto audiovisual (la película, el anuncio, etc.) en un servidor al que accede el cliente para descargárselo según le convenga.

Frente a la televisión convencional en la que los productos están «enlatados» y se emiten a una hora y fecha determinadas, en el VOD es el cliente quien construye su propia programación. La diferencia entre el streaming y la mera descarga de archivos de vídeo a través de Internet estriba en que, mientras que en el sistema convencional el espectador tiene que haber concluido la descarga para ver el producto, en el streaming la propia película está configurada de manera que permite ir viendo el material al mismo tiempo que se está descargando.

El mayor inconveniente estriba en el propio canal de transmisión (Internet), ya que obliga a comprimir el material para evitar que la película llegue a reproducir un punto que aún no está descargado; este fallo es muy frecuente en los usuarios que utilizamos el módem como medio de conexión. Por este mismo motivo se suelen poner a disposición del público varias versiones con diferentes ajustes de compresión que el espectador debe elegir en función de su sistema de conexión.

Quien tenga un módem verá una imagen más pequeña y con menor número de fotogramas por segundo que quien tenga una conexión ADSL o un cable coaxial.

En el CD de ejemplos podréis ver un ejemplo de compresión para módem, y otro de compresión para ADSL.

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    • Apartado: Producción audiovisual
      • Proceso de producción

Ajustes de compresión

Cuando hablamos de compresión, hablamos, fundamentalmente, de un intento por reducir la tasa de datos por segundo (Kb/seg) de un archivo de vídeo. Esto se consigue reduciendo dos parámetros fundamentales que afectan tanto a la calidad de la imagen como a la fluidez de su proyección.

Tamaño de imagen: es evidente que, cuanto más pequeña sea la imagen enviada, menor será la tasa de datos. Por ello, los clientes con ADSL podrán disfrutar de una ventana de vídeo mayor en su ordenador que aquellos que se conecten con un módem.

Fotogramas por segundo (fps): si hablábamos al principio del curso de la persistencia retiniana, éste es el momento de comprobar que existe. Por debajo de 15 fps se hace evidente para el espectador que el movimiento no es real, sino el resultado de una serie de imágenes fijas proyectadas sucesivamente. Pese a todo, no resulta raro encontrar en Internet clips a 12 y 10 fps.

Es evidente que no existen unos ajustes de compresión buenos. Se trata, más bien, de ajustar según las cualidades de cada proyecto para conseguir una transmisión óptima de la información. Es de esperar que el futuro nos deparará avances que permitirán enviar con creciente rapidez la información audiovisual a través de Internet.

Comentario del autor


    ¿Para qué vídeos estará más indicado primar la fluidez de movimiento aumentando los frames por segundo que el tamaño de imagen? ¿Y a la inversa?


Actividad


    Tomando en consideración los datos aportados a continuación, decidid en qué formato o formatos vamos a publicar nuestro vídeo para profesores. ¿Por qué? ¿Representará esto algún coste en nuestro presupuesto?

    Ámbito de publicación: regional (Cataluña)
    Número de potenciales receptores: 5.800
    Nivel de implantación de la conexión a la red: 96%
    Nivel de implantación de equipos informáticos: 98%
    Cuota de mercado de equipos con Mac OS: 17%
    Índice de «usuarios avanzados» entre los receptores: 23%
    Índice de «usuarios de nivel medio» entre los receptores: 62%
    Índice de «usuarios noveles-nivel muy bajo» entre los receptores: 15%


 
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