Producción audiovisual – La preproducción – La grabación
 
 

La grabación no es una mera traslación automática del guión en imágenes; la grabación es el momento de la creación en el sentido más estricto de la palabra. Los profesionales del audiovisual o el sonido dan forma concreta a algo que, hasta entonces, no era más que un montón de palabras.

El momento de grabar es el momento más caro de todos. No sólo se alquilan costosísimos materiales, sino que cualquier pausa para resolver problemas se paga a un precio siempre exorbitantemente, más caro que en cualquier otro momento de la producción o la posproducción.

Además hay que tener presente que la grabación es el momento en el que se pone en juego la calidad final del producto:

  • El realizador/director debe asegurar la traducción del guión en imágenes/sonidos de la manera mejor posible (Previamente, ya habrá preparado esta traducción mediante el guión técnico).

  • El equipo técnico debe optimizar la calidad y el sentido de todos y cada uno de esos planos/tomas de sonido.

Texto complementario


    «Lo arreglaremos en posproducción» es la frase más terrorífica que se haya oído jamás en una grabación. No sólo es mentira sino que anticipa un montón de gastos y esfuerzos inútiles. Si algo no funciona –el sonido no se oye, la imagen está oscura, el plano tiembla o el actor no se sabe el diálogo– se repite hasta que quede bien o se solucione el problema, pero nunca se confía en la posproducción como método para arreglarlo.


 La grabación audiovisual: el proceso y las partes implicadas

Básicamente, el trabajo de un productor en un rodaje/grabación consiste en:

  • Asegurar la calidad del material grabado.

  • Coordinar la logística y los diferentes equipos.

  • Asegurar los recursos materiales.

  • Controlar los imprevistos y solucionar los problemas que surjan.

El equipo técnico

No pretendemos hacer una lista completa del material que se podría utilizar en un rodaje publicitario o cinematográfico, sino, más bien, una guía sobre tipos de material que se pueden utilizar en producciones de nivel medio-bajo:

  • Cámara(s): si son varias conviene que sean del mismo formato para evitar diferencias de color, luminosidad, etc.

  • Trípode: el soporte sobre el que se asienta la cámara. Conviene que sea de buena calidad. Un buen trípode permite hacer movimientos de cámara, mientras que uno malo o normal lo hace imposible. (Y no, no lo vamos a arreglar en posproducción…)

  • Material de iluminación: se suele medir su potencia en watios y se indica si emiten luz fría o caliente (los aparatos de luz fría son más caros). Conviene que sean aparatos con una lente Fresnell que ayuda a modular y dirigir la luz. Allí donde no haya red eléctrica o ésta no tenga la potencia suficiente, habrá que alquilar un pequeño grupo electrógeno.

  • Material de maquinistas: travelling, grúa, jib-arm, etc. Hasta hace muy poco eran patrimonio exclusivo de los grandes rodajes. Ahora existen equipos como el jib-arm muy económicos y que, combinados con un travelling, ofrecen posibilidades próximas a las de una pequeña grúa.

  • Material de sonido: consiste, básicamente, en uno o varios micrófonos y un sistema de registro que, normalmente, puede ser la propia cámara de vídeo. Conviene llevar cableado de reserva por si se rompen o fallan los cables, así como un sistema de monitores (auriculares) para escuchar lo que se está grabando.

  • Monitor de vídeo: pieza fundamental para controlar el resultado de lo que se graba. Más importante cuanto menos experimentado sea el equipo humano. Existen modelos alimentados por baterías para utilizarlos en exteriores y en localizaciones sin luz eléctrica.

En el CD de ejemplos podréis fotografías de algunos de estos aparatos.

  • Sección: Producción multimedia
    • Apartado: Producción audiovisual
      • Proceso de producción

El equipo humano

Un director/realizador que puede ser el mismo productor y que debe encargarse de:

  • Elaborar un guión técnico.

  • Dirigir a los actores y establecer la puesta en escena.

  • Grabar todos los planos necesarios para el montaje y de la manera adecuada.

  • Asegurar la continuidad narrativa de todo lo rodado.

Un operador de cámara (que no debe ser bajo ningún concepto el propio director, ya que es imposible prestar atención a dos cosas simultáneamente) es responsable de:

  • Maneja la cámara.

  • Maneja las luces, los reflectores y busca la iluminación óptima para cada plano.

  • Ayuda a los maquinistas a montar su equipo.

Un productor/ayudante de producción se encarga de:

  • Asegura la logística en el rodaje.

  • Echa una mano allí donde hace falta.

  • Garantiza la seguridad y la limpieza en el lugar de trabajo.

Un maquinista (sólo allí donde se vayan a utilizar travelling, grúas o jib-arms):

  • Se hace responsable del transporte, montaje y recogida de su equipo.

  • Ayuda al operador de cámara cuando sea necesario.

  • Proporciona tracción a todos los equipos arriba descritos (los empuja y maneja).

Un técnico/supervisor de sonido:

  • Asegura que el nivel de grabación sea el adecuado.

  • Asegura que la posición de los micrófonos sea la correcta.

  • Asegura que se graben todos los sonidos necesarios.

Allí donde sea necesario manejar una percha se necesitará también un microfonista.

Un ayudante de dirección/script:

  • Asiste al director y garantiza la continuidad.

  • Garantiza la logística y se hace cargo de coordinar el plató.

  • Organiza el plan de trabajo diario.

Cuando no se dispone de ayudante de dirección estas tareas son responsabilidad del productor y el director.

Texto complementario


    Además de facilitar su trabajo a todo el equipo, el productor debe certificar que el resultado es el necesario para obtener el producto adecuado. El papel del productor no es opinar sobre el resultado, sino observar y tratar de analizarlo. Si, en un momento dado y empujado por algo que cree que es un terrible error, tuviese que hacer un comentario debería hacérselo al realizador y siempre en privado: los duelos entre «egos» en el plató siempre acaban sin vencedores ni vencidos y, sobre todo, con un producto de peor calidad.


Protocolo de trabajo

Igual que no podemos empezar a construir una casa por el tejado, la grabación audiovisual también tiene unos pasos que deben respetarse para no gastar energías en vano.

  1. Puesta en escena: colocamos al entrevistado o a los personajes y hacemos un pequeño ensayo. Se trata de comprobar que se pueden mover y que nos gusta dónde están, lo que vemos al fondo, etc.

  2. Encuadre: montamos la cámara y buscamos una posición desde la que el encuadre sea adecuado.

  3. Iluminación: partiendo del encuadre y la puesta en escena anterior, empezamos a iluminar la escena.

  4. Ensayos mecánicos: se trata de ensayos donde los personajes o el entrevistado se mueven por el escenario para detectar posibles problemas (se ve un foco, se cuela un micrófono, un mueble hace una sombra rara, etc.).

  5. Grabación: se graba el plano propiamente dicho y se repite tantas veces (tomas) como sea necesario. Alguien debería tomar notas del código de tiempo de la cinta para luego facilitar la edición. Esto se hace en los llamados partes de cámara.

En el CD de ejemplos podréis consultar un ejemplo, un modelo explicativo y una plantilla en blanco de un parte de cámara.

  • Sección: Producción multimedia
    • Apartado: Producción audiovisual
      • Proceso de producción

Este protocolo se repite para cada plano (o punto de vista); de la velocidad con que lo hagamos dependerá que cumplamos o no el plan de rodaje elaborado por el ayudante de dirección.

Actividad


    Volved a presupuestar el vídeo, pero ahora con las listas de personal y equipo completas. ¿Cuáles son las diferencias? ¿Qué os faltaba?


 Grabación de sonido

What you hear is not what you get
(Lo que oyes no es lo que grabas)

Las circunstancias en las que necesitaremos grabar sonido son tantas y tan diversas que difícilmente pueden ser enumeradas aquí: en estudio, en exteriores silenciosos, en exteriores ruidosos, en interiores sin eco, en interiores con eco… Por lo tanto, intentaremos evitar los obstáculos que puedan perjudicar la calidad del resultado final.

Siempre que podamos, grabaremos el sonido en un lugar cerrado –mejor si es un estudio– bajo control. Siempre que grabemos en un estudio de grabación, conviene elegir uno que esté especializado en el tipo de grabación que vayamos a llevar a cabo (música, voz, efectos) y que tenga un equipamiento adecuado a nuestras necesidades. Es absurdo utilizar un carísimo estudio de posproducción y locución para cine si lo que vamos a crear es una pequeña cuña para Internet.

Cuando esto no sea posible –porque estemos grabando vídeo simultáneamente, por ejemplo, y la localización sea fundamental para el significado de la secuencia– intentaremos no ponernos las cosas más difíciles todavía. Trataremos de evitar lo siguiente:

  • La proximidad de pasillos transitados y otras fuentes de ruido exterior.

  • La actividad de equipos electrónicos y/o de aire acondicionado.

  • La existencia de ecos.

Además, nos aseguraremos de elegir el micrófono adecuado y buscaremos siempre ponerlo tan cerca de la fuente sonora como nos sea posible –sin que lleguen a tocarse– para evitar la interferencia con cualquier otro ruido.

Registro de sonido directo: fundamentos básicos de microfonía

¿Qué micrófono es el más adecuado para grabar entrevistas en la calle? ¿Y en un entorno cerrado? ¿Son mejores los micrófonos de solapa o los de mano? ¿Y los de cañón que aparecen en las películas?

Como el «micrófono universal» (uno que funciona bien siempre y nunca da ningún problema) no existe, conviene tener unas nociones básicas de microfonía que nos permitan alquilar el equipo más adecuado en cada ocasión.

  • Direccionalidad

    La característica más importante de cualquier micrófono es su direccionalidad o, dicho de otra forma, en qué dirección recoge mejor el sonido el micrófono. Es muy importante que desechemos el mito del micrófono unidireccional: cualquier micrófono, por muy unidireccional que sea, capta sonido en todas las direcciones.

    Omnidireccionales: son los micrófonos que recogen el sonido por igual en cualquier dirección. Muy útiles para captar ambientes, sólo resultan interesantes para entrevistas cuando éstas se van a desarrollar en un ambiente con mucho viento y el micrófono se puede acercar muchísimo a la fuente de sonido (el entrevistado, en este caso).

    Cardioides: son micrófonos prácticamente omnidireccionales pero cuya curva de sensibilidad es una circunferencia de unos 270°, por lo que queda una zona posterior de 90° sin sensibilidad. Tienen una hendidura que le da la forma de corazón y de ahí le viene el nombre. Para frecuencias muy bajas el micrófono se comporta como uno completamente omnidireccional, captando cualquier frecuencia baja que esté detrás de él.

    Unidireccionales: son más alargados que los cardioides y es el micrófono que habitualmente va en el extremo de la percha que vemos en cine o televisión. Captan el sonido que está exactamente frente a ellos y distorsionan el resto, por lo que es aconsejable manejarlos siempre equipado con auriculares. No se deben nunca agarrar por los laterales –donde tienen pequeños agujeritos– ya que podemos arruinar completamente nuestro sonido.

  • Sensibilidad

    En principio, todos los micrófonos tienen una sensibilidad muy parecida. La diferencia estriba en que cuanto más sofisticado y cuidado ha sido el diseño más limpia es la señal y, consecuentemente, más podremos amplificarla moviendo «más lejos» el límite de sensibilidad del micrófono.

    Otra solución consiste en utilizar un reflector parabólico que –éste sí– aumenta la sensibilidad del micrófono al utilizar una superficie amplia para reflejar los sonidos hacia el propio micrófono. No conviene utilizar estos sistemas excepto cuando se tenga muy claro que se puede renunciar a la calidad en beneficio del alcance, ya que las distorsiones son bastante evidentes.

  • Tipos de micrófonos

    Dinámico: los micrófonos dinámicos están compuestos de un cable enrollado alrededor de un diafragma que flota en un ambiente con un fuerte campo magnético. Al percibir cambios en la presión, el diafragma se desplaza y el campo magnético crea una pequeña corriente eléctrica. El mayor inconveniente estriba en que para generar una corriente eléctrica reseñable se requieren unas vibraciones considerables, por lo que no son demasiados sensibles a las altas frecuencias.

    De condensador: en los micrófonos de condensador, un diafragma de plástico metalizado flota a unos milímetros de una placa de metal a la que se aplica una corriente eléctrica. Cuando las ondas sonoras lo hacen vibrar, una pequeña corriente de electrones salta de uno a otro y luego es amplificada por un pequeño amplificador. El inconveniente fundamental es que requieren alimentación (a través de una pequeña batería, los propios cables de conexión o phantom.


Siempre que se pueda, optemos por un micrófono de condensador. La mejor sensibilidad compensa el hecho de tener que cuidar la alimentación y nos obsequiará con una mejor banda sonora.

Cuando vayamos a trabajar en ambientes de mucha humedad o en condiciones de riesgo para el micrófono es mejor optar por un micrófono dinámico.

Nunca depositaremos un micro dinámico sobre un disquete porque borraremos todo su contenido: los campos magnéticos no perdonan.

Actividad


    ¿Cuál es el micrófono más indicado para grabar nuestro anuncio? ¿Por qué? (Indicad direccionalidad y tipo de micrófono.)


Cuando estemos grabando sonido directo para un proyecto de vídeo deberemos tratar de seguir uno de los siguientes procedimientos según el orden aquí indicado:

  1. Un micrófono unidireccional de cañón sobre una percha: situaremos el micrófono sobre la cabeza del actor, apuntando hacia su boca y justo en el límite superior del encuadre.

  2. Un micrófono unidireccional de cañón sobre una percha, pero desde abajo y apuntando hacia arriba, justo bajo el límite inferior de cuadro.

  3. Esconder un micrófono cardioide normal en la localización (en el plano) allí donde capte bien el diálogo.

  4. Esconder un micrófono de solapa (lavalier) en la localización (allí donde capte el diálogo correctamente).

  5. Esconder un micrófono de solapa (lavalier) en el actor y tirar el cable a través de su pierna.

  6. Esconder un micrófono de solapa (lavalier) en el actor y usar transmisión inalámbrica (UHF si es posible).

El criterio fundamental será siempre comprobar si en el grabador (cámara de vídeo, DAT o Mini Disc) entra el audio con un volumen suficiente y sin zumbidos ni ruidos de ningún tipo. Habitualmente, estos equipos tienen dibujado un nivel óptimo a partir del cual cambia el color de los LED (indicadores): el audio debe llegar hasta ese punto en las mayores inflexiones de la voz.

Cualquier control del nivel de grabación que tuviese el grabador debe estar siempre en modo manual. Los sistemas automáticos no saben distinguir un silencio de un fallo y tienden a incorporar ruido.

De todos modos, es imprescindible acudir siempre con unos auriculares para poder comprobar el nivel y la calidad del sonido. No es una buena idea subir el nivel de los auriculares para que se escuche mejor: eso sólo nos confundirá.

Problemas frecuentes durante la grabación de audio

Si, pese a todo, tenemos que grabar en una pequeña habitación con mucho eco, en el interior de un coche en movimiento o en las pistas de aterrizaje de un aeropuerto hay una serie de trucos que nos pueden ayudar:

  • Contra el eco: cubrir la pared de la que procede el eco –la que está frente a la fuente de sonido– con mantas o algún elemento fonoabsorbente. (En un momento dado, un ayudante de producción resulta absorbente para estos fines.)

  • Contra ruidos externos: situar la fuente de sonido de tal manera que ni los sonidos externos ni sus reverberaciones estén enfocados hacia el micrófono. A veces dando un par de pasos en una dirección o en otra resulta sorprendente la variación del ruido. (Lo mismo sucede en un coche apuntando un micrófono en diferentes direcciones.)

Texto complementario


    Asimismo, conviene realizar unas cuantas pruebas con el cableado y las conexiones y familiarizarse con el equipo antes de acudir a la grabación. Nada queda menos profesional que un equipo preguntándose de dónde vendrá ese zumbido ante el entrevistado/a y descubriendo que es porque no trajeron el cable adecuado.


 
    Inicio