Elaboración de planes estratégicos
La elaboración de planes estratégicos es un tema ampliamente contemplado el management actual para todas las áreas de una organización, también para el caso concreto de los RR.HH. El desarrollo estratégico de una empresa es un proceso secuencial, donde cada etapa da paso a las siguientes. Se detalla a continuación un posible esquema, entre otros muchos, de proceso de desarrollo estratégico:

Fase I: definición de la organización
La determinación de la visión, la misión y la cultura empresarial deseada es el paso previo. Como se ha comentado más arriba, la reflexión ex ante sobre qué proyecto se quiere llevar a cabo es el paso previo para que la organización determine qué pasos deben darse. Esta etapa es general para toda la organización.
Fase II: diagnóstico
Para esta fase puede utilizarse la conocida metodología DAFO (debilidades-amenazas-fortalezas-oportunidades) para un doble análisis, interno y externo. Se puede realizar de forma general para toda la empresa o a nivel de una sola área, por ejemplo la de recursos humanos.
- Análisis externo: la organización debe observar su entorno a fin de establecer qué puede ofrecernos (en aras de obtener ventajas competitivas) y en qué puede perjudicarnos. Por ejemplo, deben analizarse qué oportunidades y qué amenazas se le plantean al área de recursos humanos.
Análisis interno: debemos diagnosticar qué características de nuestra empresa son un rasgo diferencial. Se trata de determinar aquellos rasgos diferenciales positivos, que hacen que la organización sea más competitiva que el resto, las fortalezas de la empresa y aquellos rasgos diferenciales negativos, las debilidades de la empresa, que le impiden estar a la altura de sus competidoras.
Obviamente, este diagnóstico no es simplemente evaluativo, sino que actúa como desencadenante del desarrollo estratégico. El análisis DAFO pretende, además de describir la realidad de la empresa, formular estrategias de mejora (búsqueda de ventajas competitivas). Es decir, que cuando se determinen las oportunidades, éstas sean explotadas, que se afronten las amenazas una vez se hayan detectado, que se emprendan las acciones necesarias para corregir las debilidades y que se establezcan prioridades para mantener las fortalezas de la empresa. Este proceso es conocido como la formulación de la matriz estratégica de mejora:

El desarrollo de esta matriz permitirá la realización de la siguiente fase del desarrollo estratégico: la formulación de objetivos y metas.
Fase III: determinación de objetivos y metas
En esta fase se plantean, en términos inteligibles y concretos, cuáles son las áreas en las que la organización pretende actuar y cuáles deben ser las consecuencias (en términos numéricos) de esa actuación. En definitiva, se determinan cuáles son los objetivos y las metas de la organización. El objetivo es la conceptualización de una determinada parte de la realidad deseada por la organización (lo que la organización desea alcanzar) y las metas son la descripción cuantitativa de esa realidad deseada.
De forma clásica se han definido tres características básicas para los objetivos:
- Deben ser claros: inteligibles para todos los componentes de la organización.
- Medibles: deben ser describibles de forma cuantitativa, es decir, ser expresados en forma de hito.
- Posibles: en la medida en que el establecimiento del objetivo determina la dirección de las acciones de todos los componentes de la organización, debe establecerse cuidadosamente su factibilidad. De otro modo, pueden emplearse recursos de la organización sin que se obtenga beneficio alguno de los mismos.
Junto con el establecimiento de objetivos y metas, en esta fase debe efectuarse la jerarquización de los mismos en orden de importancia para la consecución de la misión de la empresa.
Fase IV: análisis de alternativas
En esta fase se establecen los distintos itinerarios que permiten a la organización conseguir sus objetivos, cuáles son las alternativas que permiten avanzar en la dirección deseada y al mismo tiempo cuáles son sus consecuencias (en términos de coste). Una vez determinadas las alternativas, hay que evaluarlas y compararlas entre sí (utilizando un solo criterio, por ejemplo el coste, o varios, por ejemplo el coste y el plazo), con objeto de optar por una de ellas o por un conjunto de las mismas. Ésta conforma la fase más creativa del proceso, exige un proceso de permanente actualización y puesta al día. Determinadas opciones pueden descartarse por no ser viables económica o tecnológicamente, pero estos vectores están sujetos a una transformación continua, lo que obliga a las organizaciones a un continuo replanteamiento de posibilidades.
Fase V: definición de políticas y ejecución de planes de acción
Una vez establecidos los objetivos y los métodos para conseguirlos, se inicia la actuación propiamente dicha. Recordemos que el desarrollo estratégico no es sólo una interpretación de la realidad, sino que su vocación es transformarla. En estas fases nos encontramos ya en un nivel táctico (establecimiento de políticas) y operativo (ejecución de planes). Las políticas son el diseño de la actuación y los planes son la ejecución de las mismas. En esta fase se establece:
- Los responsables de la ejecución de cada plan.
- Los canales y métodos de información que orientarán a los responsables (formas de "medir" el efecto que los planes de acción tienen en la realidad).
- La asignación de medios con los que los responsables cuentan para la ejecución de los planes.
Fase VI: control y análisis de resultados
Todo el desarrollo estratégico pretende una transformación de la organización para acercarla a la visión que sobre la misma se posee. Por ello no se trata de una tarea estanca, debe verificarse que cada objetivo cumplido, cada plan de acción ejecutado, nos acerca más a la misma. Este proceso de revisión continua permite que se replanteen nuevos desarrollos estratégicos, nuevos objetivos a alcanzar, se corrijan errores de apreciación o de ejecución etc., en definitiva, el desarrollo estratégico de una empresa es un proceso continuo.
 |

La estrategia empresarial y su ejecución (el desarrollo estratégico) son la fórmula que la empresa despliega para competir y establecer los objetivos y las políticas que habrá que aplicar para alcanzarlos. El desarrollo estratégico es un proceso secuencial, donde cada fase da paso a las siguientes. También es un proceso continuo y retroalimentado.

La estrategia empresarial pretende que nuestra empresa se posicione de manera que obtenga un grado de desempeño superior, detectando los factores clave del éxito y construyendo ventajas competitivas sostenibles en el tiempo. Este enfoque recibe el nombre de strategic content.
|
|