Fase de perfeccionamiento

La satisfacción de los requisitos necesarios para ascender en una empresa puede exigir una gran cantidad de desarrollo y de autosuperación. La fase de perfeccionamiento, que implica actuar para crear e incrementar las habilidades propias con el fin de prepararse para futuras oportunidades de trabajo, se propone fomentar el crecimiento y la autosuperación. Los programas más habituales de perfeccionamiento que ofrecen las empresas constan de tutorías, preparación individual, rotación de puestos de trabajo y ayudas a la instrucción.

Tutorías

La tutoría es un perfeccionamiento orientado hacia las relaciones que se establecen entre empleados de rango superior e inferior o entre iguales.

Las tutorías, que pueden darse en todos los niveles y en todas las áreas de una empresa, generalmente implican el asesoramiento, el modelado del comportamiento, la facilitación de contactos y el apoyo en general. Pueden ser tanto voluntarias y espontáneas, como obligatorias y normalizadas. La tutoría espontánea es, por lo general, más eficaz que la tutoría que se mantiene sólo como una responsabilidad obligada, a pesar de que existen situaciones en las que los programas normalizados pueden ser la mejor elección.

Ejemplo

Se ha comprobado que las tutorías son importantes para las carreras profesionales. Por ejemplo, los altos directivos que han dispuesto de tutores al comienzo de sus carreras profesionales tienden a ganar más dinero a edades más tempranas, y siguen más a menudo un plan establecido para su carrera profesional que aquellos que no han tenido tutores. Para los que están cerca de la jubilación, el papel de tutor puede suponer un nuevo estímulo para avivar su entusiasmo y motivación. No obstante, conviene decir que este tipo de programas de perfeccionamiento plantean ciertos problemas. Las mujeres suelen ser reacias a establecer relaciones con un tutor que sea hombre, debido a que tal relación podría malinterpretarse como interés sexual. Y, con el aumento de atención que se está prestando al acoso sexual en el lugar de trabajo, los directores masculinos también pueden vacilar a la hora de tomar a una mujer bajo su protección. Los programas de tutorías normalizadas pueden ayudar a contrarrestar estas resistencias.

Los programas de tutorías normalizadas que han tenido éxito, como los de la American Society of Association Executives (ASAE), consisten en algo más que en reunir a un tutor y a un protegido. A continuación se detallan las líneas maestras para aumentar el valor de un programa de tutorías.

  1. Establecer un conjunto de objetivos y de metas claras. Los objetivos de la tutoría pueden hacer hincapié en resultados vocacionales o de formación y/o en resultados sociales, como trabajar con un modelo a imitar o recibir apoyo.
  2. Guiar a los participantes. Estudiar los papeles, responsabilidades y cualificaciones, tanto del tutor como del protegido.
  3. Evaluar y ajustar las cualidades, habilidades y objetivos personales del tutor con las cualidades y necesidades del protegido.
  4. Formar a los tutores para aumentar la eficacia inmediata del programa de tutoría y su posterior valor. Muchas personas no tienen desarrolladas de forma natural las habilidades necesarias para ejercer como buen tutor y, por tanto, se requiere que sean formados en técnicas de comunicación interpersonal.
  5. Permitir a la pareja tutor-protegido que trabaje durante un breve período de tiempo en pruebas o de forma preparatoria. Esto les permitirá conocerse y resolver problemas operativos como el ajuste de horarios. Tras este período de prueba, es importante revisar los papeles, responsabilidades, expectativas y objetivos de la asociación.
  6. Realizar un seguimiento, evaluaciones y ajustes a lo largo de la relación de tutoría.
  7. Fomentar la independencia del protegido. El tutor debe guiar al protegido con el fin de que sea cada vez más independiente y seguro de sí mismo. (Adaptado de T.J. Newby; A. Heide (1992). The value of mentoring. Performance Improvement Quarter (vol. 5, núm. 4, págs. 2-15).)

A pesar de que es más frecuente que los programas de tutorías se hagan en las grandes empresas, algunas pequeñas empresas han desarrollado programas menos sistematizados, pero igualmente intensivos.

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Preparación individual

La preparación individual consiste en una serie de reuniones constantes, a veces espontáneas, entre los directores y sus empleados con el fin de estudiar los objetivos y el desarrollo de la carrera profesional de éstos.

El hecho de trabajar con los empleados para delinear y aplicar sus objetivos profesionales fomenta la productividad y estimula el progreso del propio director.

Referencia bibiliográfica

Entonces, ¿por qué hay directores que evitan la preparación individual sin más? Por un lado, en las empresas actuales poco jerarquizadas, los directores tienen más empleados bajo su supervisión y menos tiempo para dedicar al perfeccionamiento de cada uno de ellos. Por otro lado, los directores tienden a ver el perfeccionamiento como algo que está de moda, a no ser que la alta dirección lo apoye clara o enérgicamente. Por último, la mayoría de los directores están mal preparados para instruir a los empleados, sintiéndose incómodos con este papel.

La preparación individual no tiene por qué ser la penosa experiencia que muchos directores piensan que es. El secreto está en sacar partido de lo que algunos consultores de recursos humanos han denominado "momentos para la instrucción", oportunidades que se dan a lo largo del tiempo de trabajo para ofrecer un consejo profesional valioso, siempre y cuando sea breve. Se indican cinco señales que pueden dar los empleados para abrir la puerta a esos momentos de instrucción:

  1. Un empleado muestra una nueva habilidad o un nuevo interés.
  2. Un empleado busca retroalimentación.
  3. Un empleado expresa su interés por un cambio que se ha producido en la empresa.
  4. Un empleado sufre una mala adecuación a su puesto de trabajo.
  5. Un empleado comenta su deseo de querer seguir un programa de perfeccionamiento.

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Rotación de puestos de trabajo

La rotación de puestos de trabajo consiste en asignar a los empleados a diversos puestos de trabajo con el fin de que adquieran una mayor base de habilidades.

Una experiencia laboral amplia puede proporcionar a los trabajadores mayor flexibilidad a la hora de elegir su trayectoria profesional, y los empleados pueden adquirir una experiencia más amplia y flexible a través de la formación interdisciplinaria.

Además de ofrecer más oportunidades profesionales a los empleados, la rotación de puestos de trabajo da como resultado una fuerza laboral mejor cualificada. Sin embargo, los programas de rotación de puestos tienen algunos inconvenientes, como por ejemplo que no sirven para aquellos empleados que deseen centrarse exclusivamente en un campo limitado y especializado. Desde el punto de vista de la empresa, durante el tiempo en que los trabajadores adquieren las nuevas habilidades puede que se produzca una reducción en la velocidad de las operaciones. A pesar de los muchos beneficios en el perfeccionamiento que proporciona a largo plazo la rotación de puestos de trabajo, las empresas deben ser conscientes de que existen costes intermedios.

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Programas de ayudas a la instrucción

Las empresas ofrecen los programas de ayudas a la instrucción con el fin de apoyar la formación y el perfeccionamiento de sus empleados.

Los costes de matrícula, al igual que otros costes (desde seminarios, talleres de trabajo y programas de formación continua, hasta cursos de enseñanza superior) pueden estar financiados total o parcialmente por el plan de ayudas.

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