¿Qué entendemos por delegar?

Son varias las definiciones que vamos a presentar sobre lo que entendemos por delegación.

Cada una de ellas nos aporta un valor que consideramos oportuno resaltar.

En primer lugar, vamos a señalar que:

Delegar es confiar a un colaborador el encargo de la realización de un trabajo marcándole unos objetivos, pero dejándole libertad en la elección y empleo de los medios.

Para que exista delegación. no basta con mandar ejecutar un trabajo. Tampoco es suficiente fijar unos determinados objetivos. Es necesario facultar una cierta libertad en la elección de los medios, que el delegado podrá escoger para la consecución de la meta propuesta.

Al tratar de delegar, un error frecuente es creer que se puede prescindir de dejar esa libertad de "cómo" lograr el objetivo.

También podemos señalar que:

Delegar es ceder a otra persona la facultad de tomar decisiones dentro de un cierto ámbito, de acuerdo con ciertos criterios y estableciendo los oportunos controles.

Delegar es confiar "responsabilidades" a nuestros colaboradores, es darles facultades para hacer cosas que están dentro de nuestra área de influencia, eso sí, dentro de un ámbito determinado y con arreglo a determinados criterios fijados de antemano.

Pasar trabajos a los colaboradores carentes de responsabilidad, no dejándoles una cierta iniciativa en su realización, no es delegar, eso es pasarles "cosas que no se estiman realizar".

Por eso, podemos completar lo expuesto señalando que:

Delegar es la labor que realiza el directivo de asignar funciones, atribuir autoridad a los demás y otorgar responsabilidades adicionales a los resultados.

La delegación implica en sí misma la reducción de una serie de actividades que nos llevan tiempo y que, estimamos, pueden ser realizadas por nuestros colaboradores, pero no nos libera nunca de su responsabilidad final.

Diferencia entre delegación y participación

No es lo mismo delegar que dar participación, ya que, como ya hemos señalado, delegar es dar a otro la facultad de decidir o de realizar una tarea con responsabilidad, mientras que dar participación es posibilitar a alguien su colaboración en la toma de decisiones.

Si encargamos a un colaborador decidir sobre la adquisición de un proyecto que permita incrementar la producción, estamos delegando; ahora bien, si invitamos al mismo colaborador a una reunión para analizar los pros y contras de varios proyectos entre los que tenemos que elegir uno, estamos dando participación. La diferencia es clara. Mientras en la delegación se "decide", en la participación se "colabora".

Diferencia entre delegación y abdicación

Delegar no es abandonar al delegado en su nueva actividad, eso es abdicar. Muchos directivos más que delegar lo que hacen es abdicar, y eso lleva al fracaso de la delegación.

La delegación no debe suponer, en ningún caso, la pérdida del control de la tarea. Tan malo es pecar por exceso como por defecto, tan malo es tener un exceso de seguimiento como no realizar ninguno.

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