Conceptos básicos

  • María Concepción García Gómez

     María Concepción García Gómez

    Catedrática de escuela universitaria en el Departamento de Organización de Empresas y subdirectora de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid. Imparte docencia en asignaturas relacionadas con la economía de la empresa y la dirección estratégica de la empresa y es profesora del Programa de Doctorado con Mención de Calidad de "Dirección de Empresas", de la Universidad Complutense de Madrid. Su actividad investigadora se centra en la formulación e implantación de la estrategia competitiva y en la internacionalización de las empresas.

  • María Ángeles Montoro Sánchez

     María Ángeles Montoro Sánchez

    Profesora titular de Universidad del Departamento de Organización de Empresas de la Universidad Complutense de Madrid. Imparte docencia en asignaturas relacionadas con la economía de la empresa y la dirección estratégica de la empresa, y coordinadora y profesora del Programa de Doctorado con Mención de Calidad de "Dirección de Empresas", de la Universidad Complutense de Madrid. Su actividad investigadora se centra en las fusiones y adquisiciones y alianzas estratégicas, el desarrollo empresarial (entrepreneurship), y los clusters, distritos industriales y parques científicos y tecnológicos.

  • Ana María Romero Martínez

     Ana María Romero Martínez

    Profesora contratada. Doctora en el Departamento de Organización de Empresas de la Universidad Complutense de Madrid. Imparte docencia en asignaturas relacionadas con la economía de la empresa y la dirección estratégica de la empresa y es profesora del Programa de Doctorado con Mención de Calidad de "Dirección de Empresas", de la Universidad Complutense de Madrid. Su actividad investigadora se centra en la creación y desarrollo empresarial (entrepreneurship), privatización y clusters y distritos industriales.

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1.La naturaleza de la empresa

1.1.Introducción

El objetivo de este apartado es acercar al estudiante a la empresa y sus fundamentos teóricos. Para ello, en primer lugar definimos la empresa y sus funciones. A continuación realizamos un repaso de las principales teorías y enfoques que estudian la empresa, agrupándolas según sus orígenes: la economía, la teoría de la organización y el pensamiento estratégico.
Los resultados de aprendizaje que se espera adquiera el estudiante son:
  • Aprender a definir la empresa.

  • Identificar las diferentes funciones de la empresa.

  • Ser capaz de identificar las principales teorías de la empresa con fundamento en la economía.

  • Reconocer los principales enfoques teóricos de la empresa basados en la teoría de la organización.

  • Distinguir las principales escuelas basadas en el pensamiento estratégico.

1.2.Concepto de empresa y de organización

La mayor parte de nuestra existencia la pasamos como miembros de algún tipo de organización. En economía de la empresa las palabras organización y empresa a veces se emplean como sinónimos, dando lugar a equívocos.
Por ello, el primer paso que debemos dar en esta asignatura es definir y describir la empresa y sus funciones. Comenzaremos por diferenciar los conceptos de "organización" y "empresa", para pasar a continuación a profundizar en este último. Para ello, lo más sencillo es recurrir a las definiciones que da el Diccionario de la Real Academia de la Lengua.
Así, para definir organización recogemos tres de sus cuatro acepciones:
  • Acción y efecto de organizar u organizarse.

  • Asociación de personas regulada por un conjunto de normas en función de determinados fines.

  • Disposición, arreglo, orden.

Como puede observarse, la segunda de ellas define la organización como grupo de personas constituido conscientemente con el propósito de alcanzar un determinado objetivo.
Así, toda organización ha de estar formada por personas capaces de unirse con otras que quieren colaborar en una actividad para alcanzar una finalidad común.
En este sentido, y como veremos a continuación, este conjunto organizado coincide con la empresa considerada en su globalidad. Las otras dos acepciones implican la acción de organizar, y así será como la consideraremos en esta asignatura a la hora de hacer referencia a ella más adelante como una de las funciones de la dirección.
En cuanto a la definición, de acuerdo con cuatro de las cinco acepciones del Diccionario de la Real Academia de la Lengua, empresa es:
  • La acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo.

  • La unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos.

  • El lugar en que se realizan estas actividades.

  • El intento o designio de hacer algo.

Como podemos observar, se ofrece un concepto de empresa relacionado con el desarrollo de una tarea ardua donde el ejecutor (el empresario) asume el riesgo, para cubrir una necesidad existente en el mercado, a cambio de una recompensa (monetaria o no), para lo que necesita de medios materiales, inmateriales, humanos y técnicos, que se materializan en un lugar (o entidad), donde se organizan para lograr su objetivo.
Pero, quizás, lo más fácil para definir empresa es recurrir a la evidencia empírica que nos rodea. Si echamos un vistazo a nuestro alrededor, podemos darnos cuenta de los numerosos ejemplos de manifestaciones de empresa que nos rodean.
Como podemos ver, existen colchones, equipos de música, coches, etc., porque detrás de esos productos existen unas organizaciones llamadas "empresas" que los han producido. Y nosotros somos los consumidores de estos productos, que los adquirimos para disfrutar de su uso. Cada uno de esos productos satisface una necesidad o demanda que teníamos insatisfecha (dormir cómodamente, escuchar música, desplazarnos de un lugar a otro, etc.).
Por tanto, la empresa constituye la oferta, los consumidores la demanda, y el contacto entre la oferta y la demanda se produce a través del mercado.
En general, la función común de todas las empresas es la realización de una actividad productiva o transformadora; es decir, a partir de unos recursos, factores o materias primas (inputs) se obtienen unos productos (outputs, que pueden ser bienes, productos tangibles, o servicios, es decir, productos intangibles) de mayor valor o utilidad. Las empresas realizan actividades productivas que crean utilidad (riqueza); es decir, la utilidad de los outputs es superior a la de los inputs. Esto se puede deber a que:
  • se han alterado las propiedades físicas o químicas de los inputs (actividad productiva),

  • los bienes se hacen disponibles en distintos momentos del tiempo (actividad de almacenaje), o

  • los bienes se cambian de lugar (actividad de transporte).

Así, los elementos que concurren en una organización para que se considere una empresa son tres:
  • unidad de transformación de inputs en outputs de forma que se incremente su utilidad;

  • unidad de dirección, ya que debe haber una persona o conjunto de personas que se encargan de organizar y dirigir todo el proceso; y

  • y existencia de un objetivo compartido por todos los miembros de la empresa.

Desde esta perspectiva, la empresa resulta de la combinación de un conjunto ordenado de factores de producción bajo la dirección y control del empresario, quien los emplea en una actividad productiva.
Sin embargo, además de esta definición de empresa que está orientada al ámbito de la producción, debemos tener en cuenta, junto con los factores de producción, los factores de marketing (ya que los productos no se venden ellos mismos), y los factores financieros (ya que para realizar esta actividad y cualquier otra de la empresa será necesario llevar a cabo inversiones que han de ser financiadas de alguna forma). De ahí que podamos decir que las áreas funcionales en las que se divide una empresa son producción, marketing, finanzas y recursos humanos.
Por tanto, la empresa es una realidad económica y financiera donde las funciones básicas del sistema real (especialmente compras, producción y comercialización) establecen el flujo real de bienes y servicios que ésta mantiene con el exterior y donde la función financiera fija los flujos financieros. Los factores de producción, marketing y financieros son coordinados por el factor directivo para la consecución de los objetivos perseguidos por la empresa. El factor directivo se encarga de planificar, organizar y controlar el desempeño de los demás factores.
De todo lo anterior, deducimos que la función básica de la empresa, desde el punto de vista económico, es la de generar valor, riqueza o utilidad, es decir, la de obtener como resultado del proceso productivo unos bienes o unos servicios con un mayor valor o con mayor utilidad que la de aquellos recursos económicos empleados en su obtención.
Así, las principales características de la empresa son las siguientes:
  • La empresa es un conjunto de factores de producción (materias primas, mano de obra, etc.), factores referentes al marketing y factores financieros.

  • Toda empresa presenta fines u objetivos que justifican su existencia.

  • La coordinación de los factores, necesaria para la existencia de la empresa, se realiza por el factor directivo.

  • La empresa es un sistema, un conjunto de elementos interrelacionados y con estructura global que tratan de alcanzar ciertos objetivos.

Además de esta consideración de la empresa desde el punto de vista económico, la empresa también es una realidad social (ved figura 1) cuyas funciones estarían relacionadas con la creación de empleo, la generación de riqueza o valor añadido, la canalización de la renta y su configuración como instrumento de distribución de la renta nacional.
Figura 1. Puntos de vista de la definición de empresa
Figura 1. Puntos de vista de la definición de empresa
Por tanto, la actividad empresarial genera riqueza o valor añadido que puede contabilizarse como la diferencia entre el valor monetario de la producción empresarial y el valor monetario de los bienes y servicios adquiridos a otras unidades productivas.
La suma del valor añadido por todas las empresas de un país durante un año es la definición de producto nacional. Las empresas y los consumidores, mediante los mercados de bienes y servicios y de los mercados de factores, establecen un proceso continuo de intercambios que da lugar al flujo circular de la renta (figura 2).
Figura 2. El flujo circular de la renta
Figura 2. El flujo circular de la renta
Los consumidores tienen un papel doble: por un lado demandan bienes y servicios en el mercado de bienes, y por otro son oferentes de factores productivos a las empresas en el mercado de factores. Así, en calidad de propietarios de los factores de producción ofrecen trabajo a cambio de salarios (mercado de trabajo), en calidad de accionistas o prestamistas aportan recursos financieros y reciben dividendos o intereses (mercados financieros), y en calidad de propietarios de la tierra reciben alquileres como contraprestación a los terrenos e inmuebles.
Las empresas, a su vez, venden sus productos en los mercados de bienes y servicios y demandan los factores que precisan en el mercado de factores. Así la actividad empresarial produce los bienes y servicios necesarios, y genera rentas para los propietarios de los factores productivos. La continua interrelación entre los mercados de bienes y servicios y de factores determina una doble corriente monetaria (trazo discontinuo) y real (trazo continuo) mediante la cual la economía de un país responde a las cuestiones básicas de qué producir, cómo y para quién.

1.3.Estudio de la empresa desde la economía

La ciencia económica de la empresa o economía de la empresa, como se la ha denominado clásicamente en España por ser su expresión centroeuropea, tiene un contenido interdisciplinar, que integra diferentes teorías y conocimientos relacionados con la empresa.
Por tanto, la economía de la empresa estudia la realidad económica de las organizaciones que se definen como empresas, e intenta explicar científicamente sus actividades y funciones, teniendo en cuenta tanto su estructura interna y las actitudes de los elementos que la forman como las relaciones que mantiene con su entorno y los agentes económicos y sociales que lo integran.
De este modo, el objetivo de este apartado y los dos siguientes es presentar las aportaciones teóricas que desde diferentes perspectivas se han realizado para el estudio de las organizaciones económicas, y que son de utilidad en nuestro caso para conocer lo que es la empresa. Ahora bien, es necesario indicar que clasificar las diferentes aportaciones siempre resulta un intento algo frustrante, dado que ninguna tipología es capaz de efectuar una partición de conjunto, exenta de juicios de valor y sin que se produzcan solapamientos o zonas borrosas.
Siguiendo a Cuervo (2008), consideramos que los fundamentos del estudio de la empresa son la teoría económica de la empresa, la teoría de la organización, y el análisis estratégico.
A continuación, en este apartado nos centramos en el primero de ellos: la teoría económica de la empresa.
Las aportaciones de la teoría económica se basan en la idea de que la teoría no sólo debe proporcionar normas acerca de cómo asignar los recursos de forma eficiente dentro de las empresas, sino que, asimismo, debe justificar la existencia de las empresas y de otras formas organizativo-contractuales alternativas al mercado.
Veamos más detenidamente cada una de estas aportaciones:
1) El modelo neoclásico. De acuerdo con el modelo neoclásico, la empresa actúa como una caja negra y se describe a partir de su función de producción. La empresa se concibe como una unidad en la que se produce una transformación de un conjunto de factores productivos en bienes o servicios destinados al consumo de las empresas o los individuos. El único objetivo de la empresa es la maximización del beneficio, por lo que se hace abstracción de la existencia de una organización y el papel del empresario queda relegado a un segundo plano, siendo un mero ejecutor de las acciones necesarias para conseguir los objetivos previamente establecidos. Así, la empresa actúa como si se tratara de un ente individual, en un mundo caracterizado por el perfecto conocimiento de todos los aspectos relevantes para tomar sus decisiones. Por ello, la preocupación tradicional ha sido estudiar la teoría de la oferta y la demanda, el análisis del equilibrio, el modelo de competencia perfecta y la formación de monopolios y oligopolios. El conjunto de todo ello es lo que se conoce como teoría de los precios. El modelo de empresa subyacente en el marco conceptual neoclásico se preocupa especialmente por los mercados de factores y de productos en los que actúa la organización. El mercado logra la coordinación entre la oferta y la demanda mediante la información que transmiten los precios. De esta forma, cada decisor sólo requiere conocer el precio relativo de cada bien para decidir. Se puede afirmar que en un mercado ideal el precio transmite toda la información necesaria para tomar una decisión.
2) La economía industrial. La economía industrial (u organización industrial, término más empleado en Estados Unidos) se ocupa del análisis de la estructura y el comportamiento de los mercados y de las empresas que interaccionan en el seno de estos mercados. De este modo, proporciona a la dirección herramientas económicas que permiten analizar de forma más rigurosa el comportamiento de la empresa y la función de los directivos y empresarios. Su objeto de estudio es el funcionamiento real de los mercados (o las industrias o sectores industriales, en el sentido anglosajón del término) a partir del comportamiento de las empresas, en cuanto a unidades que componen la oferta de los mercados. La finalidad del análisis es determinar el grado de eficiencia social alcanzado por los diferentes tipos de mercado. En las últimas décadas, se ha desarrollado un abundante cuerpo de investigación, englobado en la llamada "nueva teoría de la economía industrial", donde destacan, por su interés y aplicación al campo de la estrategia empresarial, el paradigma estructura-conducta-resultados, el cual se basa en que la estructura del sector condiciona la conducta o acciones de la empresa, que son las que determinan los resultados que éstas obtienen, y la teoría de juegos (que analiza interacciones complejas, en este caso aplicadas a los mercados).
3) Las teorías directivas o gerenciales. Bajo el epígrafe de teorías directivas o gerenciales se engloban aquellas que revisan el apartado de los objetivos empresariales a partir del supuesto de que existe separación entre las figuras de la dirección y la propiedad de la empresa (es decir, el propietario y el directivo no son la misma persona), como veremos en el módulo 2. En la empresa moderna, a menudo existe una separación entre los individuos que toman las decisiones (directivos) y aquellos sobre los que recaen las consecuencias de esas decisiones (accionistas). Esto incrementa la posibilidad de conflictos de interés entre los directivos y los accionistas. De esta forma, surge la posibilidad de una divergencia entre las funciones de utilidad, es decir, los intereses de los directivos y de los propietarios.
4) La nueva economía institucional. La nueva economía institucional estudia la empresa como alternativa al mercado. A continuación se exponen los principales rasgos de sus teorías más representativas: la teoría de los costes de transacción, la teoría de la agencia y la teoría de los derechos de propiedad.
  • La teoría de los costes de transacción. Los orígenes de esta teoría, denominada por O. E. Williamson "economía de los costes de transacción", se sitúan en el artículo seminal "La naturaleza de la empresa", de R. H. Coase (1937), y ha sido en buena parte impulsada por los trabajos de O. Williamson (1964, 1975, 1985). La economía de los costes de transacción enfatiza la importancia de los costes derivados de la realización de transacciones económicas con el propósito de comparar la eficiencia relativa con la que operan distintas instituciones económicas y explicar la prevalencia de unas sobre otras en términos de costes de transacción en contextos determinados. En este sentido, se plantea por qué existen empresas si el mercado parece ser la forma óptima de asignar recursos. Los tres conceptos sobre los que se sustenta este enfoque son la transacción, los mecanismos para gobernar esa transacción y los costes asociados a la misma. La transacción se define como "la transferencia de bienes o servicios entre unidades tecnológicamente separables (dos o más agentes económicos)". Los mecanismos de asignación de recursos y gobierno de las transacciones son dos: el mercado y la empresa. La existencia de empresas radica en que los mercados no funcionan bien debido a que existen los costes derivados de su utilización; son los llamados "costes de transacción" y que se agrupan en tres categorías:

    • Costes de información: valor de recursos consumidos en la identificación y contacto de las partes que intervienen en la transacción.

    • Costes de negociación: valor de los recursos consumidos en la redacción de las cláusulas y condiciones del contrato.

    • Costes de garantía: valor de los recursos consumidos para asegurar el cumplimiento de lo acordado o protegerse de las consecuencias negativas del incumplimiento.

Por ejemplo, pensad en el caso de que quisierais comprar una casa de segunda mano. ¿Os imagináis los costes o gastos adicionales (costes de transacción) al coste del producto? Por ejemplo, los de búsqueda de información sobre casas en venta, los costes derivados de ir a verlas, de negociar con los vendedores, de realizar el contrato, de renegociarlo si no se cumplen las condiciones previstas una vez comprada, etc. En este sentido, la economía de los costes de transacción propone que la elección entre el mercado (esto es, la compra a un proveedor o vendedor) y la empresa (esto es, hacerlo o fabricarlo tú mismo) como estructuras de gobierno se basa en la minimización de los costes de transacción.
  • La teoría de la agencia. La teoría de la agencia se desarrolla a partir del trabajo de Jensen y Meckling (1976). Estos autores conciben la empresa como un nexo de contratos, es decir, como un nexo común de las relaciones contractuales entre los distintos factores de producción. La teoría de la agencia analiza el problema del control del comportamiento derivado de una relación contractual en la que una o más personas –el o los principales– encomiendan a otra persona –el agente– la realización de un servicio en su provecho que implica delegar alguna autoridad al agente y que se realiza en condiciones de asimetría de información y conflicto de objetivos entre ambos. Este tipo de relación entre las personas es lo que se denomina "relación de agencia". Los dos componentes básicos de esta teoría, y que tienen su origen en la asimetría de información que da lugar a comportamientos oportunistas, son el conflicto de objetivos y la incertidumbre. Así, las partes deben invertir recursos para evitar tales comportamientos, provocándose unos costes, denominados "costes de agencia", que se clasifican en función de quién les hace frente:

    • costes de supervisión: derivados de las acciones emprendidas por el principal para observar y evaluar el comportamiento del agente.

    • costes de garantía: en los que incurre el agente para garantizar al principal que no actuará en su perjuicio o que le indemnizará en caso de que llegara a actuar en contra de sus intereses.

    • costes de pérdida residual: valor de la pérdida del excedente bruto ocasionada por las decisiones tomadas por el agente y que se desvían de las que hubiera adoptado el principal si tuviera la misma información y talentos del agente.

      El problema de la agencia consistirá en establecer el contrato óptimo para gobernar las relaciones entre el principal y el agente, estableciendo cuándo es más eficiente un contrato basado en el comportamiento que otro basado en los resultados. En este sentido, el contrato más eficiente será aquel que minimice los costes de agencia generados por la relación.

Imaginemos que necesitáis contratar a un pintor para pintar vuestra casa; tanto si el contrato es por horas trabajadas como por obra o servicio realizado, el pintor (el agente) podría (que no significa que los tenga) tener pocos incentivos para hacer su trabajo de una forma que satisfaga por completo vuestros intereses o gustos, terminar su trabajo en el menor número de horas (en el caso de pago por horas), o hacer su trabajo con calidad (en el caso de pago a destajo). Los costes o gastos por los inconvenientes que os genera el tener que controlar que el pintor hace bien su trabajo serían parte de los costes de agencia de esta relación.
  • La teoría de los derechos de propiedad o de los contratos incompletos. La aportación de Grossman y Hart (1986) puede considerarse la obra más distintiva de la moderna teoría de los derechos de propiedad. La teoría de los derechos de propiedad o de los contratos incompletos se preocupa por la forma en la que diferentes estructuras asignan derechos de propiedad para resolver los problemas que surgen cuando los contratos son incompletos. Los contratos son incompletos porque es muy difícil anticipar todas las contingencias que pueden afectar a una transacción y, aunque se pueda, generalmente no sería eficiente contemplarlas en un contrato, ya que éste acabaría siendo muy costoso. Sería necesario pensar en todas las posibles contingencias, que las partes se pusieran de acuerdo sobre qué consecuencias tendría cada situación en los pactos del contrato, y redactar y elaborar el contrato, en sí mismo. Este enfoque se centra en la idea de que lo que se intercambia en las transacciones son derechos de propiedad sobre los bienes, y los derechos se asignan a aquellas personas que pueden afectar al bien o a la parte del mismo en mayor medida.

Por ejemplo, cuando compráis una nevera, en realidad se está trasladando la propiedad del bien: ahora vosotros sois su propietario, pero normalmente existen unas garantías asociadas a esa compra, por ejemplo de dos años, por el motor. Por lo tanto, en el fondo la empresa fabricante de la nevera continúa teniendo la propiedad del motor. Sin embargo, no es tan extensa la garantía sobre los elementos externos de la nevera: las bandejas, etc. Esto es así porque la durabilidad del motor depende sobre todo de cómo haya sido fabricado, mientras que la de los aspectos exteriores depende sobre todo del uso que haga el comprador. Para garantizar que el usuario no ha afectado con su comportamiento al motor, éste debe continuar precintado para que le admitan la garantía.
Los derechos de propiedad que poseen las personas sobre los recursos consisten en los derechos o el poder para consumir esos recursos, obtener ingresos de ellos y venderlos. Un contrato es un modo de restringir la actuación de las partes, limitación necesaria por la imposibilidad de definir y asignar todos los derechos de propiedad existentes: siempre se presentan contingencias que pueden distorsionar el sentido original de la transacción.

1.4.Estudio de la empresa desde la teoría de la organización

Tal y como hemos señalado al inicio del apartado anterior, es muy difícil clasificar o agrupar las distintas aportaciones encuadradas en lo que habitualmente se conoce como teoría de la organización. Desde que esta teoría comenzó a configurarse como una disciplina científica, han sido abundantes y con distintos resultados los intentos de agrupar a los autores que comparten una línea común de pensamiento en alguno de sus aspectos básicos. La dificultad de la delimitación de escuelas radica tanto en la diversidad de intereses y planteamientos existentes como en la utilización de diferentes criterios de clasificación, que hacen que un mismo autor sea considerado perteneciente a una u otra escuela en función del criterio utilizado.
Una de las clasificaciones de escuelas y enfoques de organización más conocida y utilizada es la de Scott (1992), que parte de si la organización es entendida como un sistema racional (orientada hacia fines determinados) o natural (una colectividad de personas que comparten un interés común por la supervivencia del sistema), abierto (en interacción con el entorno) o cerrado (aislada del entorno).
La combinación de estos cuatro criterios da lugar a cuatro categorías en las que se engloban las distintas aportaciones sobre el pensamiento organizativo: los modelos de sistemas racionales cerrados, de sistemas naturales cerrados, de sistemas racionales abiertos y de sistemas naturales abiertos.
1) Modelos de sistemas racionales cerrados. Bajo esta denominación se agrupan un conjunto de planteamientos que se desarrollan en las primeras décadas del siglo xx y que son conocidos también como escuelas clásicas de organización. El marco histórico y sociológico en el que nacen y se desarrollan las escuelas clásicas está caracterizado por la influencia de la segunda revolución industrial, en la que se produce una expansión del capital financiero así como notables avances y progresos tecnológicos en el campo productivo. Ello va a traer como consecuencia, junto con otros factores, una fuerte expansión de las empresas y la aparición de la gran empresa industrial, la cual exige soluciones específicas tanto para su organización como para su administración. Podemos incluir dentro de estos modelos a la dirección científica del trabajo, a la administración general o escuela del proceso administrativo y a la escuela o teoría burocrática.
a) La dirección científica del trabajo. La administración científica surge tras la revolución industrial en un contexto caracterizado, básicamente, por la necesidad de incrementar la productividad y de resolver la escasez de mano de obra cualificada. Así, esta corriente, iniciada por Taylor (1911) a principios del siglo xx, se preocupa fundamentalmente de la organización científica del trabajo, tratando sobre la manera de racionalizarlo en los niveles jerárquicos inferiores, procurando asignarle al trabajador un puesto acorde con su capacidad, y persiguiendo la coordinación de los esfuerzos en el seno de una teórica y perfecta sistematización de los diferentes medios dentro del proceso productivo. La idea central del planteamiento de Taylor es que es posible analizar científicamente las tareas desarrolladas por los trabajadores individuales de modo que se descubran aquellos procedimientos que produzcan el máximo de productos con el mínimo de energía y recursos. De este modo, los esfuerzos de Taylor se centraron en el análisis de las tareas individuales de los trabajadores: estudios de tiempos y movimientos, identificación y selección del trabajador más adecuado para cada tarea, etc.
b) La escuela del proceso administrativo. La escuela del proceso administrativo fue iniciada por Fayol (1916) y es coetánea de la dirección científica de Taylor. Sin embargo, mientras que Taylor se mueve en el ámbito de la organización del trabajo de los empleados de base, Fayol caracteriza lo esencial del trabajo de los cuadros de mando proponiendo un modelo normativo de acción. De esta forma, Fayol formula un conjunto de catorce principios generales de administración (división del trabajo, autoridad, disciplina, unidad de dirección, unidad de mando, subordinación de interés individual al bien común, remuneración, centralización, jerarquía, orden, equidad, estabilidad del personal, iniciativa, espíritu de equipo) que deberían servir como líneas de actuación para la racionalización de las actividades organizativas.
c) La escuela burocrática. El modelo burocrático de Weber caracteriza a un tipo de organización ideal que, a juicio de su autor, posibilita el logro de la eficiencia en organizaciones complejas. Weber configura una estructura organizativa altamente formalizada, idónea para grandes organizaciones que requieran eficiencia en la realización de tareas rutinarias y, como contrapartida, estén dispuestas a sacrificar la flexibilidad.
2) Modelos de sistemas naturales cerrados. El segundo grupo de teorías surge como continuidad y, luego, como reacción a las escuelas clásicas, centrando su atención en los aspectos de comportamiento de los individuos y de los grupos en las organizaciones. En función del énfasis otorgado al estudio del individuo o del grupo, se pueden distinguir dos aportaciones diferenciadas: la escuela de las relaciones humanas y la teoría de los sistemas cooperativos.
a) La escuela de las relaciones humanas. El punto de partida de esta escuela lo constituyen las experiencias de Hawthorne, llevadas a cabo por E. Mayo y F. Roethlisterger en los talleres de la Western Electric Company. En una primera fase se pretendía estudiar la influencia de ciertos factores ambientales, tal como la intensidad de iluminación, en el nivel de productividad. Sin embargo, los resultados del experimento no mostraban los comportamientos previstos aunque se reducía la intensidad de iluminación, la productividad aumentaba, al contrario de lo que cabría esperar. La conclusión a la que llegan es que existen otras variables (como por ejemplo en este caso la motivación subyacente, o el hecho de sentirse especiales, por participar en una prueba piloto dentro de la empresa), además de las condiciones físicas, que afectan a la producción. Estos hechos sentaron las bases para el nacimiento de esta nueva escuela que entendía que factores relacionados con las motivaciones humanas deberían ser considerados.
b) La teoría de los sistemas cooperativos. La escuela de los sistemas cooperativos tiene en Chester Barnard su antecedente más destacado. La tesis central de Barnard se basa en la distinción entre sistemas conflictivos y sistemas cooperativos. Un sistema es conflictivo cuando los individuos tienen objetivos que no son conjuntamente consistentes. Un sistema es cooperativo cuando los individuos actúan racionalmente para el logro de un objetivo común.
3) Modelos de sistemas racionales abiertos. Las aportaciones procedentes de la teoría general de sistemas y otros enfoques similares hicieron cambiar a mediados de siglo la perspectiva en el estudio de las organizaciones de manera importante. Frente a la concepción de la empresa como un sistema cerrado en la que el entorno era ignorado, se destaca a partir de este momento la inmersión de la empresa en un contexto exterior del que no se puede prescindir para su estudio. Dentro de esta categoría, están la escuela del comportamiento o de los sistemas sociales, la teoría de sistemas y la teoría de las contingencias.
a) La escuela del comportamiento o de los sistemas sociales. Los autores y trabajos más señalados de esta escuela son los de Simon (1947), March y Simon (1958) y Cyert y March (1963). La escuela de los sistemas sociales, conocida también como escuela del comportamiento, se propone estudiar los factores psicosociológicos y de decisión, cuyas interdependencias interpretan el comportamiento de los individuos y facilitan el ajuste de las actividades de la empresa con los objetivos particulares. En esta escuela se puede apreciar, por tanto, una fuerte influencia de la sociología, la psicología y otras ciencias del comportamiento. Las aportaciones más relevantes de esta escuela se refieren al estudio de la autoridad y de la organización informal, especialmente en cuanto a la motivación del trabajador. Otra de las aportaciones relevantes se refiere al profundo estudio de los procesos de adopción de decisiones dentro de la organización.
b) La teoría de sistemas. Esta escuela surge a partir de las aportaciones de la teoría general de sistemas y de la cibernética. Constituye una escuela de integración, ya que propone la modelizacion y el análisis de los problemas de la empresa, considerando a ésta como un todo indisociable. El enfoque sistémico aplicado a la realidad empresarial consiste en considerar a la empresa como un sistema. Dicho sistema puede tener partes diferenciadas o subsistemas, pero en el concepto de sistema se destaca la idea de globalidad, de tal forma que dichos subsistemas se podrán observar independientemente, pero sin desentenderse de su interrelación con otros subsistemas y con el medio exterior, como sería, por ejemplo, el caso del cuerpo humano. Por otra parte, cabe destacar que el desarrollo del estudio de la empresa y su evolución hasta nuestros días parte especialmente de las aportaciones de la teoría general de sistemas.
c) El enfoque contingente. El enfoque contingente aplicado al estudio de las organizaciones es una concreción de la teoría general de sistemas que se basa en la consideración de las posibles condiciones o contingencias del entorno para establecer los diseños estructurales o las acciones directivas más adecuadas para cada caso particular. Destacan los trabajos de Woodward (1965) sobre las relaciones entre la estructura organizativa y la tecnología, y la relación entre la estrategia empresarial y la estructura organizativa de Chandler (1962). Para Chandler la estructura es consecuencia de la estrategia, de modo que primero la empresa adopta una estrategia y luego elige una estructura organizativa acorde. El trabajo más conocido en la aplicación del enfoque contingente al diseño organizativo es la propuesta de Mintzberg (1984) al presentar sus configuraciones estructurales a partir de la consideración diferenciada de las diversas variables organizativas, como veremos en el módulo 2.
4) Modelos de sistemas naturales abiertos. En las últimas décadas han proliferado los modelos que conciben a las organizaciones como sistemas naturales y abiertos. Éstos inciden de manera especial en la importancia que tiene el entorno en la determinación de la estructura, el comportamiento y los cambios en la vida de las organizaciones, poniendo en cuestión el funcionamiento racional –orientado hacia objetivos específicos de las mismas. Los tres enfoques más importantes dentro de esta categoría son la ecología de las poblaciones, la teoría de la dependencia de recursos y el modelo institucional.
a) La ecología de las poblaciones. La ecología de las poblaciones o modelo de selección natural trata de aplicar conceptos y planteamientos tomados de la biología o la ecología al estudio de las organizaciones. El desarrollo de esta teoría está asociado a los trabajos de Aldrich y Pfeffer (1976), Carroll (1988), Hannan y Freeman (1989). Desde esta perspectiva se mantiene que los factores ambientales condicionan aquellas características de las organizaciones que mejor se adaptan a ese entorno. Uno de los principales elementos diferenciales de la ecología de las poblaciones es que toma como unidad de análisis la población, o conjunto de organizaciones altamente similares. Su idea central es que los recursos del entorno son limitados y se distribuyen en forma de nichos, esto es, combinaciones de recursos con los que una población puede sobrevivir y reproducirse. Sólo aquellas formas organizativas que sean más capaces de aprovechar estas combinaciones de recursos sobrevivirán. El entorno selecciona de forma natural para su supervivencia a las organizaciones que mejor se ajusten a las características del mismo, eliminando a las demás.
b) La teoría de la dependencia de recursos. La teoría de la dependencia de recursos parte del supuesto de que ninguna organización es capaz de generar por sí misma todos los recursos que necesita, por lo que depende del entorno para la obtención de los recursos necesarios para su supervivencia. Las fuentes de estos recursos son otras organizaciones. La importancia y escasez de los recursos que la organización necesita para sobrevivir determina el grado de dependencia de una organización en relación con otras unidades externas. En síntesis, las organizaciones deben estudiarse en relación con el resto de las entidades con las que compiten y comparten los recursos escasos.
c) La escuela institucional. La escuela institucional es la más próxima a la perspectiva sociológica de las organizaciones y tiene su origen en las aportaciones de Selznick (1957). La contribución de la escuela institucional se produce en tres áreas. Primera, el énfasis de la organización como un todo impone una concepción de la variedad de las organizaciones; esto es, existen características básicas y específicas de cada una de las organizaciones que deben ser tenidas en cuenta. Segunda, la teoría institucional apunta la posibilidad real de que, cuando menos, algunas organizaciones llevan una vida propia, al margen de los deseos de quien supuestamente las controlan. Finalmente, la contribución más importante de la escuela institucional es su énfasis en el entorno.
d) El aprendizaje organizativo. Esta corriente representada por el trabajo de March y Olsen (1976) parte de la idea de que las acciones de las personas a menudo preceden, más que siguen, a los objetivos, ya que las preferencias de los individuos no siempre son precisas ni estables, por lo que deben ser descubiertas. Para estos autores el término aprendizaje se refiere no tanto a los resultados –por ejemplo, mejoras en el rendimiento– como a los procesos –cambios en las rutinas organizativas. Así, el concepto de "rutina organizativa" pasa a ser fundamental, ya que el aprendizaje es organizativo precisamente en la medida en que se basa en este tipo de rutinas.

1.5.Estudio de la empresa desde el pensamiento estratégico

La proliferación de estudios y literatura sobre dirección estratégica en las últimas décadas ha generado –al igual que con la teoría económica y la teoría de la organización– una diversidad de aportaciones y corrientes con distintos enfoques, procedencias y niveles de análisis sobre un mismo problema.
Una de las categorizaciones más completas que se ha hecho de este conjunto de planteamientos se deba a Mintzberg (1990), quien identifica hasta diez escuelas diferentes que agrupa en tres categorías. La primera sería de carácter prescriptivo, es decir, preocupada por cómo se deberían formular las estrategias, e incluiría a las tres primeras. La segunda tendría un enfoque esencialmente descriptivo de los aspectos específicos del proceso mismo de decisión estratégica e incluiría a las seis siguientes. Finalmente, la décima escuela constituiría un grupo en sí misma y tendría un carácter integrador.
1) El pensamiento estratégico racional. El pensamiento estratégico prescriptivo o racional pretende desarrollar teorías normativas para determinar estrategias adecuadas. Se inspira en gran medida en el modelo del decisor racional propuesto por la teoría económica; asume que la dirección de la empresa es analítica y racional, y que se puede planificar de forma comprensiva. Por ello, se trata de instruir a los directivos en la formulación de la estrategia correcta que proporcione la mayor rentabilidad a las empresas, a partir del estudio de las posibilidades del medio y las capacidades de la empresa. Dentro de este grupo encontramos tres escuelas:
  • La escuela de diseño. Esta escuela considera la formación de la estrategia como un proceso de encaje entre las fortalezas y debilidades internas, y las oportunidades y amenazas externas.

  • La escuela de la planificación. Esta escuela concibe la formulación de estrategias como un proceso detallado formal. Se desarrolla en el tiempo de forma paralela a la anterior y tiene su máximo esplendor en la mitad de los años setenta; no obstante, hoy en día continúa siendo una rama importante del pensamiento estratégico.

  • La escuela del posicionamiento. Esta escuela se fija menos en el proceso de definición de las estrategias y más en el contenido de las mismas, es decir, en la elección genérica de cuál debe ser la estratégica de la empresa en determinados contextos. Es la escuela que ha tenido un desarrollo más importante dentro de la corriente racional.

2) Aproximaciones centradas en los procesos estratégicos. La aproximación organizativa o centrada en los procesos estratégicos entiende cómo se toman las decisiones no estructuradas, no programadas, esto es, las decisiones estratégicas, dentro de las organizaciones. Es de índole eminentemente descriptiva, por cuanto se ocupa de mostrar cómo y por qué surgen y se desarrollan las estrategias en la empresa. En esta corriente se pueden incluir seis escuelas distintas que conectan en sus planteamientos con algunos de los enfoques más relevantes de la teoría de la organización y que son la escuela empresarial, la escuela cognitiva, la escuela del aprendizaje, la escuela política, la escuela cultural y la escuela del entorno.
  • La escuela empresarial. En esta escuela el proceso de formación de la estrategia no es conceptual sino basado en las características personales del líder, tales como la intuición, el juicio, la sabiduría o la experiencia. La base de la estrategia es la intuición.

  • La escuela cognitiva. Esta escuela vincula la estrategia con un proceso visionario del líder pero tratando de profundizar en los procesos mentales de razonamiento que llevan a éste a concebir la estrategia, de ahí la caracterización del proceso estratégico como mental.

  • La escuela del aprendizaje. Esta escuela traslada el proceso de la formación de estrategias desde una perspectiva individual de la organización a una de carácter colectivo. Se destaca la idea de que el entorno es demasiado complejo como para que las estrategias se desarrollen en un momento dado como planes o visiones perfectamente claros. Más bien se considera que las estrategias deben ir emergiendo poco a poco a medida que la organización se adapta o aprende.

  • La escuela del poder. Esta escuela concibe el proceso de formación de estrategias como un proceso de poder, bien entre grupos en conflicto dentro de la organización, bien entre las propias organizaciones respecto a sus entornos.

  • La escuela cultural. Esta escuela concibe el proceso de formación de las estrategias vinculado a la cultura organizativa, destacando así su carácter fundamentalmente colectivo y cooperativo de este proceso.

  • La escuela del entorno. Esta escuela entiende que la formación de la estrategia es un proceso pasivo en el cual el poder reside en el entorno más que en la organización, por lo que centra la atención en dicho entorno. De este modo, el proceso de formación de la estrategia tiende a reducirse a una especie de hecho externo más que a un proceso interno.

Figura 3. Algunos de los principales teóricos de dirección de empresas
Figura 3. Algunos de los principales teóricos de dirección de empresas
3) El pensamiento integrador. Dentro de los modelos integradores se incluyen una serie de trabajos que han emprendido la tarea de relacionar estrategias y estructuras. La referencia a Chandler (1962) es aquí obligada. A este grupo pertenece la escuela configurativa, que trata de combinar las anteriores en una perspectiva única, agrupando los elementos y comportamientos de las organizaciones –procesos de decisión estratégica, contenido de las estrategias y estructuras y/o contextos– en diferentes etapas o episodios de sus historias a veces secuenciados en el tiempo mediante modelos de ciclo de vida.

2.Empresa y entorno

2.1.Introducción

El objetivo de este apartado es analizar cuestiones básicas relacionadas con el origen y existencia de la empresa. Para ello, en primer lugar definimos qué es ser empresario, y las características y factores que determinan que las personas sean o no empresarias. A continuación, se analiza el proceso que supone la creación de una empresa, dedicando una especial atención a la identificación de los tipos de empresas y al estudio del entorno de la empresa.
Al finalizar este apartado se pretende que los estudiantes sean capaces de:
  • Distinguir los diferentes componentes de la figura o definición del empresario.

  • Conocer las características del empresario.

  • Identificar de dónde surge la creación de una empresa o negocio nuevo.

  • Comprender cómo surge la creación de una empresa o negocio nuevo.

  • Ser capaces de identificar los principales tipos de empresas.

  • Saber cómo analizar el entorno de la empresa.

2.2.Definición y características del empresario

Como ya se ponía de manifiesto en el apartado anterior –cuando hacíamos referencia a que la empresa es un conjunto ordenado de factores productivos orientado al desarrollo de una función específica, bajo la dirección y control del empresario– los conceptos de "empresa" y "empresario" son difíciles de separar. El empresario es el factor central que tiene una doble función: negociar con los otros factores de la empresa y establecer las relaciones con el entorno que rodea a la empresa. De ahí que, tanto por su identificación con la empresa, que es el factor básico del desarrollo económico creador de riqueza y de puestos de trabajo, como con los beneficios que ésta reporta, la figura del empresario despierta normalmente gran interés (Cuervo, 2008).
Ahora bien, la preocupación por la figura del empresario surgió hace relativamente poco tiempo, ya que la teoría económica, bajo la forma de la economía clásica (entre 1776 y 1870), apenas prestó atención a la empresa y al empresario, lo que por otro lado no es de extrañar si tenemos en cuenta que el interés central de esta teoría es el funcionamiento de los mercados y cómo tomar decisiones óptimas en ellos, y no lo que ocurra en el interior de la empresa. Por otro lado, y contextualizando históricamente la economía clásica, ésta recibió gran influencia de las concepciones físicas newtonianas, según las cuales existía un orden determinado en el universo y la tarea del científico era descubrir dicho orden, así como las leyes y principios del mismo. Esto conllevaba la existencia de un orden económico gobernado por la llamada "mano invisible", que establecía un conjunto de leyes (oferta y demanda, productividad marginal decreciente, etc.) que la conducta de la empresa debía cumplir en su búsqueda del equilibrio, de manera que se llegó a pensar que los procesos de producción funcionaban de manera automática sin que nadie los dirigiera o coordinara.
Por ello, salvo raras excepciones, los economistas clásicos no se preocuparon por estudiar qué sucedía en el interior de la empresa y cuál era el papel del empresario, considerándola una "caja negra" donde entraban unos elementos y salían otros distintos sin preocuparse por los mecanismos interiores que permitían que esto sucediese. Por otro lado, no debemos perder de vista que los posteriores desarrollos y aportaciones no dejaron de estar influidos, en gran medida, por la actitud ético-filosófica del momento derivada de la ética y moral protestante y del puritanismo que racionalizó e impulsó el desarrollo del capitalismo.
En todo caso, según señala Cuervo (2008), los pocos que han dedicado atención a la figura del empresario tampoco han proporcionado aportaciones concluyentes sobre quién es y qué papel cumple exactamente en la empresa.
En conclusión, no se tiene muy claro cuál es la función del empresario, y especialmente cuando lo que se hace es analizar grandes empresas donde coexisten propietarios, directivos y otras figuras, que en muchas ocasiones comparten algunas de las características atribuidas antes a una sola persona: el empresario. Por ello, a continuación vamos a realizar un repaso histórico hasta nuestros días de las distintas aportaciones sobre la figura del empresario.
Como se indicaba anteriormente, los economistas clásicos del siglo xviii no prestaron gran atención a la función del empresario. Richard Cantillon en su obra Essai sur la nature du commerce en général, publicada en 1755, fue el primero en usar la palabra francesa entrepreneur ('emprendedor') para explicar dicha función (entrepreneurship).
Para Cantillon el emprendedor es fundamental en el proceso productivo, ya que es la persona que compra la materia prima a unos precios determinados para transformarla en productos que venderá a un precio, que es incierto en el momento del compromiso de sus costes.
Esta consideración relativa a los precios permite diferenciar a las personas que reciben retribuciones ciertas de aquellas otras que reciben retribuciones inciertas. Éstos últimos son los auténticos empresarios. Esta idea de quien aporta el capital se arriesga a perderlo dio origen al enfoque del empresario-riesgo.
Por tanto, de acuerdo con esta visión, el empresario es el que asume riesgos y hace frente a la incertidumbre.
Posteriormente, con la obra de Jean Bautista Say, Traité d'economie politique, publicada en 1803, se destaca el papel del empresario como coordinador de los factores productivos.
Say señala que el empresario es el director de la actividad empresarial, al tiempo que resalta la diferencia entre el beneficio de la empresa y el interés del capital aportado por el empresario, lo que permite diferenciar las funciones del empresario de las funciones del capitalista.
Ahora bien, economistas clásicos como Adam Smith, David Ricardo, John Stuart Mill y Carlos Marx consideraron que el empresario y el capitalista o propietario eran la misma persona (surgiendo así el enfoque de empresario-capitalista), no siendo capaces de distinguir los beneficios empresariales de los beneficios del capital invertido.
Esto no sucedió así con el economista neoclásico Alfred Marshall, quién trató con gran amplitud el planteamiento de Say en su obra Principles of economics publicada en forma de trilogía entre 1890 y 1923, dando al empresario y su función de dirección el papel de factor productivo.
Marshall fue el precursor del enfoque de empresario-control, según el cual el empresario tiene dos funciones: interpretar (de manera subjetiva) los deseos o las necesidades de los consumidores, esto es, estimar la demanda según un análisis y diagnóstico de la situación económica; y según su percepción de la realidad, organizar y ordenar los factores productivos a su disposición para alcanzar la mayor productividad posible.
Por tanto, sintetiza en el empresario caracteres y retribuciones propias del capitalista y del trabajador cualificado (gerente). Sin embargo, no profundizó en las ganancias vinculadas al riesgo, la incertidumbre y la innovación, aunque dejó abierta la posibilidad de introducir este tipo de ganancias bajo el concepto de beneficios extraordinarios. A este respecto, Marshall introduce consideraciones morales o éticas en el análisis de la función empresarial, ya que para él no había nada de malo en el deseo de acumular, puesto que era el símbolo del éxito en los negocios. Ahora bien, el reconocimiento social del empresario dependía de los medios empleados para ello, esto es, sólo se le reconocería su fortuna si la había obtenido con métodos nobles.
Para C. Marx (1818-1883), como para el resto de los clásicos, el empresario era el propietario del capital y el proceso de desarrollo era automático una vez invertido éste. Ahora bien, a diferencia de éstos, Marx subrayó que, gracias a la posesión del capital, el capitalista se convertía en empresario, controlaba el proceso de producción y se apropiaba de una parte del valor generado. La fortuna del empresario era el fruto de la extracción del valor añadido de los trabajadores que no era remunerado en el salario.
Para T. Veblen (1857-1929), que considera al empresario como un especulador, el motivo que mueve a éste es la búsqueda del beneficio, la acumulación de capital de manera individual independientemente de si esto conduce al bienestar general de la comunidad (o el país) o no. Este componente especulativo de la figura del empresario también se pondrá de manifiesto en las aportaciones de J. M. Keynes (1883-1946). Keynes distinguió entre la especulación orientada al corto plazo, que sólo desestabilizaba la economía, y el espíritu de empresa, preocupado por el crecimiento a largo plazo. Ahora bien, sí reconoció la importancia del beneficio empresarial como principio rector de la inversión en una economía. También señaló que el motivo que mueve al empresario es el dinero, la acumulación, lo que puede justificarse siempre que sus ganancias procedan de actividades productivas para la sociedad. Por tanto, la actitud de Keynes con respecto a la figura del empresario fue ambivalente.
Sin embargo, casi al mismo tiempo Leon Walras (1834-1910), otro gran neoclásico por excelencia, expulsa al empresario del análisis económico. Según el planteamiento walrasiano, cada agente económico, en equilibrio a largo plazo, es remunerado por su productividad marginal, y el valor del producto se consume por completo en la retribución de los factores productivos, por lo que no queda excedente alguno para remunerar la función empresarial. Es decir, el empresario no es un factor productivo especial, cualquiera puede desempeñar esa función. Walras retoma la idea del pensamiento de los economistas clásicos, considerando que la función del empresario es la del capitalista, por lo que su retribución va unida al interés del capital invertido. A pesar de las aportaciones de otros autores a principios del siglo xx, que veremos a continuación, en el ámbito de la teoría económica esta visión del empresario se impuso hasta el punto de que la consideración del empresario desapareció del análisis económico.
Ahora bien, es entre los años treinta y los sesenta cuando tienen lugar algunas de las reflexiones más lúcidas sobre la relación entre el empresario y el desarrollo económico, aunque su repercusión intelectual no tuviera lugar hasta la década de los ochenta.
Una de las aportaciones relevantes es la de Frank H. Knight (1885-1972). Según este autor, el empresario o la empresa son, realmente, el único factor productivo, puesto que la tierra, el trabajo y el capital sólo son medios de producción. Knight da gran importancia a las dos funciones del empresario y retoma el enfoque de empresario-riesgo en su obra Risk, uncertainty and profit publicada en 1921. De acuerdo con Knight, el empresario es el que asume el riesgo.
La actividad empresarial supone adquirir compromisos con aquellos que aportan los recursos productivos, a cambio de unos hipotéticos ingresos futuros. El empresario es quien garantizará esos pagos, y no tiene por qué ser el que coordine el proceso productivo, ya que esto puede hacerlo un directivo asalariado. El riesgo, como medida de la incertidumbre de la actividad empresarial en el sistema económico, justifica la remuneración o el beneficio del empresario.
La aportación del economista austriaco J. A. Schumpeter (1883-1959) en su obra Theorie der wirtschftlich entwicklung, publicada en 1911, ha sido una de las más importantes y originales para la formación de la concepción actual del empresario.
Para Schumpeter la función del empresario es innovar, esto es, identificar y realizar nuevas posibilidades o combinaciones en la actividad económica, mediante la entrada en un nuevo mercado, el lanzamiento de un nuevo producto o iniciando un nuevo proceso o forma de hacer las cosas.
Debido a dicha innovación, el empresario conseguirá temporalmente unos beneficios extraordinarios derivados de su posición única (situación de monopolio). Ahora bien, atraídos por dichos beneficios surgirán imitadores que entrarán en el mercado, lo que hará que los beneficios extraordinarios del innovador desaparezcan paulatinamente hasta llegar a una situación similar a la existente antes de la innovación. Por tanto, para Schumpeter el empresario es el que innova, no el que asume el riesgo si fracasa la empresa. Este último es el que aporta el capital, independientemente de que coincida con el empresario o no.
John Kenneth Galbraith hace referencia en su obra The new industrial state, publicada en 1967, a la figura del empresario con la expresión "tecnoestructura". Es reflejo de un momento en el cual se pone de manifiesto (como veremos en el módulo "Dirección y organización") la separación entre la propiedad y la dirección de la empresa. Según su planteamiento, las grandes empresas no pueden ser dirigidas por una sola persona sino que necesitan de la aportación especializada de profesiones como son los abogados, ingenieros, economistas, etc. Esto se debe a que las decisiones que han de tomarse son más complejas y requieren de la contribución de individuos o comités y se ponen en marcha por medio de departamentos o divisiones que, en algunos casos, operan a escala internacional o mediante otras filiales.
La escuela austriaca, que concibe el mercado como un proceso y no como una situación de equilibrio, es la que vuelve a plantear y a analizar el papel del empresario en la vida económica. La ausencia de equilibrio es precisamente la que permite la aparición de oportunidades (de negocio) para el empresario. Uno de sus principales representantes, Kirzner (1973), destaca que la esencia del empresario es su estado de alerta, que le permite descubrir en el mercado oportunidades no detectadas hasta entonces. Por ello, una de las principales funciones del empresario es la de trabajar con la incertidumbre. De ahí la capacidad especial del empresario de detectar oportunidades, aprovechando la asignación ineficiente de los recursos.
En esta línea, Leibenstein también considera al empresario como el encargado de aprovechar las oportunidades existentes en la economía. Leibenstein distingue dos tipos de actividad empresarial: la rutinaria, que sería la que llevan a cabo los gerentes de las empresas, y la shumpeteriana, que se plasma en las actividades necesarias para crear una empresa en condiciones de innovación e incertidumbre.
Más recientemente, para autores como M. Casson (2003), el empresario es un individuo que se especializa en tomar decisiones sobre la coordinación de unos recursos escasos. Su visión intenta integrar la noción de incertidumbre (y riesgo) de Knight con la economía de la información y de los costes de transacción. En el caso de S. Shane (2003), muy influido por Kirzner, es empresario aquel que descubre, evalúa y explota oportunidades de negocio que surgen en la economía. Los empresarios son los individuos que, bien por sus propiedades cognitivas, bien por la posesión de información, descubren esas oportunidades. La decisión de explotarlas y la modalidad (dentro de una empresa existente o creando una nueva) dependerá de las características del empresario, pero también del tipo de oportunidad y la disponibilidad de financiación. En general, se acepta que el papel del empresario es la búsqueda y explotación de nuevas oportunidades que permitan mejorar la utilización de los recursos disponibles, ello unido a los planteamientos de riesgo en el desarrollo de su trabajo.
Los planteamientos ofrecidos por cada autor son igualmente interesantes y relevantes y han contribuido a perfilar el contenido de la función del empresario, quien podemos considerar que es una síntesis de todos ellos, que dependiendo de cada caso realizará una o más funciones, y cuya retribución en todo caso (bien sea en forma de beneficio o de sueldo) se justifica por su función en el contexto económico.
De la revisión histórica realizada se deduce que:
Los empresarios tienen unos rasgos, unas funciones y un comportamiento diferente al de los capitalistas y directivos: descubren, crean y explotan oportunidades, afrontan el riesgo y la incertidumbre, promueven innovaciones y lideran los cambios.
Figura 4. Algunos de los principales teóricos sobre el empresario
Figura 4. Algunos de los principales teóricos sobre el empresario
Por ello, es interesante señalar de forma más sucinta cuáles son los factores que explican el surgimiento y existencia de los empresarios, y cuáles son sus funciones y su comportamiento económico.
El palito más rentable del mundo
Chupa Chups revolucionó la confitería en los cincuenta. Hoy vende en 160 países.
El mundo necesitaba un dulce "que fuese como comer un caramelo con tenedor". Lejos de modales en la mesa, ésa era la idea que rondaba los pensamientos del visionario Enric Bernat a mediados de los cincuenta, cuando regentaba una confitería en Barcelona y, en vez de preguntarse por qué los niños se sacaban los caramelos de la boca para ver cómo se deshacían, optó por crear algo que les ayudase a semejante tarea.
Aun así, la idea de añadir un palito al caramelo no fue suya, sino de una empresa asturiana que vendía en ferias un dulce que, para no manchar los dedos, llevaba incrustada una varita artesanal. La genialidad de Bernat fue ver en ese producto desconocido un diamante en bruto, al que lo único que le faltaba era dotarlo de una imagen rompedora y lograr posicionarlo como algo totalmente distinto en el mundo de los caramelos.
El tiempo dio la razón al empresario barcelonés, y 50 años después de haber fundado Chupa Chups, en 1958, el caramelo redondo y su palito se venden en más de 160 países y se encuentra prácticamente a la altura de Halls, la principal empresa de dulces con azúcar del mundo.
Pero para que un caramelo más diese un vuelco a la manera de entender los duces, Bernat ideó un revolucionario método de distribución, junto a una imagen que conquistaría al público español y acabaría dando la vuelta al mundo. La magia del popular caramelo –que durante sus dos primeros años se bautizó como Gol, para renombrarse a Chups y finalmente al nombre definitivo– se centraba en los soportes donde se ordenaban los confites en las vitrinas de cualquier tienda de dulces, que comportaba un revolucionario método de distribución y venta.
Mientras que en cualquier confitería los caramelos se almacenaban en asépticas jarras de cristal que fulminaban cualquier tipo de imagen de marca, Chupa Chups argumentaba "la clave del éxito" en mostrar mucho más que cientos de dulces apelotonados en recipientes transparentes.
El stand donde se alojaba el producto tenía una forma colorista que rompía con la imagen típica, muy atractiva a la vista y que lograba que Chupa Chups reluciese ante cualquier producto. Además, el precio redondo de una peseta, algo elevado para la época, dotaba al producto de un halo de lujo que no tardó en seducir al consumidor de dulces.
El soporte era mucho más que imagen, ya que permitió que la compañía de Bernat cambiase las rígidas formas de distribución al llevar los stands y los caramelos directamente a las tiendas y cobrarlos al momento tras mostrar cómo mejoraban la imagen del local.
Pero para poder conquistar las confiterías de nuestro país y poder saltar al extranjero, fue necesaria una fuerte promoción, que alcanzó su mayor esplendor cuando el popular detective televisivo Kojak y los astronautas rusos de la estación MIR degustaron el caramelo ante las cámaras. Además, la marca trató con excesivo mimo cualquier detalle, como distribuir el producto en automóviles Seat 600 decorados con el logo de la marca, el cual, por cierto, desde 1970 incorporó un diseño del aclamado Salvador Dalí.
Una campaña de imagen que continúa hoy en día con personajes y patrocinios como el de Jorge Lorenzo y el mundial de motociclismo, reafirmando una promoción centrada en captar a cualquier público, desde niños a adultos pasando por adolescentes.
En el 2006, el gigante empresarial –heredado por el hijo de su fundador, Xavier Bernat– fue vendido al distribuidor de dulces italiano Perfetti. En aquel momento, la compañía facturaba 250 millones de euros.
Fuente: Luis Garrido. El Mundo (22/06/2008).
En cuanto a los factores que explican el descubrimiento y existencia de empresarios, en la actualidad se sigue un enfoque ecléctico, considerándose tanto los rasgos psicológicos y biográficos como los factores del entorno.
  • Entre los rasgos psicológicos de los empresarios, están la necesidad de poder y de logro, la propensión a asumir riesgos, así como la capacidad de liderazgo. Los factores sociológicos más relevantes son la educación, las experiencias previas (de su familia, o en negocios y trabajos previos), la posición social y la pertenencia a una red creada de acuerdo con vínculos sociales, étnicos, religiosos o de otro tipo.

  • En cuanto a los factores del entorno, destacan el ritmo de la innovación, la existencia de oportunidades de negocio, la disponibilidad de financiación y capital humano, y un medio institucional que proteja los derechos de propiedad, favorezca el libre funcionamiento de los mercados de bienes y factores, y evite la aparición de conductas oportunistas y/o buscadoras de rentas y de mercados politizados, y un medio social favorable a la actividad empresarial.

Finalmente, respecto a las funciones y comportamiento del empresario que determinan sus valores y actitudes, se debe tener en cuenta que la naturaleza de éste es siempre polifacética y multifuncional, dependiendo del rasgo y el comportamiento predominante en cada caso concreto, del mercado y las normas de la sociedad. En orden de prelación, se destacan:
  • el deseo de acumulación y de coordinar y repetir actividades y transacciones,

  • las pautas de comportamiento (descubrimiento, evaluación y explotación de oportunidades, aplicación del principio de exclusión del despilfarro y la asunción de la máxima de quien lo descubre se lo queda) y

  • las potencialidades (reducción de la incertidumbre y la promoción de innovaciones).

Taxis rosas sólo para mujeres
Nawal Yagui, la empresaria que lanzó el taxi exclusivo para mujeres en el Líbano, tiene ya una flota de siete coches y aspira a cerrar el 2009 con 35.
Cuando Banet Taxi vio la luz, a mediados de marzo, muchos pensaron que se trataba de una moda pasajera. Los taxis de color rosa conducidos por mujeres uniformadas destinados a una clientela sólo femenina resultaban un concepto extraño en Oriente Próximo, aunque también atractivo para muchas mujeres que se incomodan cuando son acompañadas por desconocidos.
Seis meses después, la original empresa de Nawal Yagui Fakhry, la mujer que concibió y lanzó el Taxi para Mujeres en el Líbano, se consolida en el sector y aspira a seguir creciendo.
"La evolución está siendo increíble. Ahora, con una flota de siete vehículos, estamos a pleno rendimiento. Hemos doblado el número de servicios en cuestión de semanas", explica Nawal desde su oficina, situada en la localidad de Mtayleb, pocos kilómetros al norte de Beirut.
El secreto, confiesa esta empresaria de 45 años, es no hacer la competencia al resto de las compañías de taxi, en un país donde apenas hay normas.
En el Líbano, no existe el concepto del taxímetro, sino que el precio es negociado con el conductor. Se puede elegir entre el taxi, que garantiza un trayecto directo al pasajero a cambio de un precio más caro, o el llamado "service", un taxi colectivo en el que cada viajero paga una cantidad fija y comparte asiento con otros usuarios.
"Nuestras clientas no suelen coger taxis, pero desde que apareció Banet Taxi (Taxi para Mujeres, en árabe) tenemos una importante cantera de clientas fijas", continúa Nawal, licenciada en Gestión Empresarial y en Derecho.
Muchas mujeres del golfo Pérsico que acuden de vacaciones al Líbano, la meca de la diversión local, prefieren ser acompañadas por féminas a ser conducidas por hombres. Ése fue, precisamente, el origen del negocio.
La idea surge a finales del 2008, cuando Nawal realizó un viaje turístico a Bangkok en el que conoció a una taxista que se convirtió en su guía. "Me di cuenta de lo cómodo que era moverme con una mujer por todo el país. Al regresar, en el aeropuerto de Bangkok vi tres coches fucsia y me llamaron tanto la atención que les tomé fotos. Ambas ideas se fundieron."
Sin más ayuda que el apoyo moral de su marido y de una de sus amigas, que enseguida aceptó convertirse en una de las conductoras, Nawal reunió 150.000 dólares para alquilar una oficina, comprar tres vehículos y pintarlos de rosa y conseguir todas las licencias necesarias.
Al poco tiempo, el Ministerio de Turismo del país aceptó patrocinar la inauguración de la empresa con la mirada puesta en la idea de atraer turistas del Golfo, los mismos que no admiten que sus mujeres se vayan de compras por el peligroso Líbano con un hombre al volante.
Nawal Fakhry es cautelosa con el éxito. "Hay pocas empresas que puedan crecer tanto en sólo tres meses. Por eso cada paso que doy requiere un cuidado muy especial." Su deseo es tener "no menos de 30 ó 35 coches" a finales de año, pero prefiere no precipitarse.
Lo cierto es que ha doblado el número de servicios en seis meses. "No estaba preparada para semejante éxito", admite. A sus 12 empleados ha sumado otras cuatro conductoras disponibles con sólo recibir una llamada. Además, ha dotado a los coches de innovaciones inéditas en el Líbano, como GPS o permitir el pago con tarjetas de crédito.
Otra de las novedades es su página web, desde donde se puede pedir un taxi. Una vez que consiga aumentar su flota, lo siguiente será la expansión: "Quiero abrir sucursales en todo el país y también en Francia y en varios países del Golfo", afirma Nawal.
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Fuente: Mónica García Prieto. El Mundo (20/09/2009).

2.3.La creación de empresas

¿Quién quiere ser empresario?
El aprendiz, conducido por el publicista Lluis Bassat, ensaya en España la fórmula de un Gran Hermano entre candidatos a directivos, liderada en EE.UU. por el millonario Donald Trump.
Un reality televisivo entre candidatos a convertirse en hombres de negocios de éxito. Ésa es la idea que ha lanzado La Sexta junto al empresario publicitario Lluís Bassat en El aprendiz, la edición española de The Apprentice, el programa que inició el magnate del ladrillo Donald Trump en Estados Unidos.
"El Aprendiz no va a ser una clase de Universidad", adelanta Lluis Bassat en el blog del programa, en el que se anuncia el inicio en las próximas semanas. "No quiero sentar cátedra de nada. Lo haré a mi manera. Voy a intentar romper ese mito de que el empresario, por encima de todo, persigue beneficios", añade el fundador de Bassat Ogilvy, que empezó vendiendo televisores. "La casa Marconi me ofreció un trabajo. Me dieron un cursillo de un día y me lanzaron a la calle a tocar timbres. A todo el mundo le interesaba la tele, hasta que les decía que valía 120.000 pesetas, el doble que un Seiscientos", recuerda el ex candidato a presidir el F. C. Barcelona.
Su reto ahora es tutelar a jóvenes con formación, talento y creatividad, como ha hecho Alan Sugar, anfitrión de El aprendiz en la BBC británica, hijo de un sastre y fundador de la compañía electrónica Amstrad, además de asesor del premier Gordon Brown.
Bassat marca distancias con sus homólogos anglosajones, especialmente con Trump, que posee desde marcas de camisas a agua mineral con su nombre en Estados Unidos, pasando por complejos hoteleros de lujo. El lema del programa de éste es: "No es nada personal, sólo negocios", y tiene una sintonía de inicio en la que se ofrece un sueño de millones, coches de lujo y aviones para los 16 candidatos a ser el joven tiburón empresarial del año. Para Bassat, en cambio: "Lo primero es la gente, luego los clientes y en tercer lugar, los accionistas".
Hay quien duda de que el publicista, elegante en sus formas y afable y cercano en las distancias cortas, vaya a convertirse en un Risto Mejide como Alan Sugar, el presentador británico. "Su perfil hasta ahora ha sido muy distinto, es un maestro en seducir a los consumidores y tiene mucho que enseñar, pero seguirá siendo amable y conciliador", adelanta uno de sus colaboradores en Bassat.
Pero la gran incógnita del programa es si interesará a la audiencia. "Nunca se había percibido tanto interés por la economía como con la actual crisis", explica un empresario audiovisual competidor de MediaPro, accionista de La Sexta, "pero no es un formato fácil para España". En Estados Unidos, la primera edición generó una audiencia media de 20 millones, mientras que la séptima, y última por ahora, ha bajado a 11. En Reino Unido, en los doce programas de la última edición, el promedio de espectadores fue de 8,4 millones (32% del share), un 60% mujeres. La edición del 2010 se ha cambiado para no coincidir con las elecciones gubernamentales.
Mostrar espíritu emprendedor, ambición, capacidad de trabajo y de comunicación y colaboración con los demás, así como tener ideas novedosas –en medio de una de las peores coyunturas de la historia reciente del país, con una tasa de paro del 20% de la población– será clave para el candidato vencedor (elegido entre más de 2.000 solicitudes recibidas por La Sexta).
Todo ello para conseguir un envidiado trabajo como ejecutivo, en un país con una relación amor-odio con la figura del empresario, y donde ser funcionario está entre las primeras opciones profesionales de los jóvenes. Por el contrario, a los que vayan fallando –traje chaqueta en ristre– se les despedirá sin miramientos (You're fired!).
Un pionero en aguas televisivas. Nacido en Barcelona en 1941, Lluis Bassat fundó en 1975 la agencia de publicidad Bassat & Asociados, que más tarde pasaría a llamarse Bassat Ogilvy al ser participada por la multinacional Ogilvy & Mather. A pesar de su importancia como publicista, su fama entre el público se debe a su candidatura a las elecciones del Fútbol Club Barcelona, entre los años 2000 y 2003. Autor de obras como El libro rojo de las marcas (1999), es uno de los padres del sector en España. A él corresponden la creación y realización de las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Inquieto y emprendedor, ha sido asesor de políticos como Jordi Pujol y Pasqual Maragall. Ahora cambia los logos y los anuncios por los contenidos televisivos. Le toca despedir y no ser despedido.
Un millonario metido a presentador. Donald Trump, el egócentrico magnate inmobiliario, inventó The Apprentice ('El aprendiz'), de la mano del productor de televisión británico Mark Burnett. El concurso, que en Estados Unidos es retransmitido por la cadena de ámbito nacional NBC, cuenta con la participación de entre 16 y 18 concursantes que compiten durante un año, viviendo en la Torre Trump de la Quinta Avenida de Nueva York, para entrar a trabajar en el grupo de empresas Trump, con un salario inicial de 250.000 dólares. El reality, lanzado en el 2004, va por la octava temporada.
Trump y la CNBC han creado varios programas a raíz de El aprendiz con distintas variaciones, como la introducción de famosos. El empresario aparece en pantalla, igual que dos de sus hijos, Donald e Ivanka Trump.
Un lord que despide como nadie. El domingo 7 de junio, 10,4 millones de británicos (un 44% de cuota de pantalla), se agolparon a las 10 de la noche frente al televisor. No jugaba la selección de fútbol ni era la final de Wimbledon. Alan Sugar, un millonario y cascarrabias convertido en presentador televisivo, decidía quién de las dos finalistas de The Apprentice iba a ganar la quinta edición. Yasmina, una emprendedora morena, espontánea y dicharachera, consiguió desbancar a la rubia Kate, preparada y un tanto estirada. Gran parte del éxito se debe a Sugar, fundador de Amstrad, que se muestra implacable a la hora de decir "You are fired!". El premiado gana un puesto de trabajo en alguna empresa de Sugar con un sueldo inicial de 100.000 libras (115.000 euros). Más de 20.000 jóvenes se presentaron el año pasado al casting.
Fuente: E. Calatrava, A. Polo y G. Martínez. Expansión (14/09/2009).
La creación de nuevas empresas es la savia del sistema de economía de mercado y, por tanto, un factor clave en el desarrollo de la economía de un país. Una estructura industrial equilibrada y sana implica la entrada y salida de empresas en el mercado. El proceso de asignación de recursos, así como la vitalidad del sistema económico, depende de que, por un lado, desaparezcan del mercado las empresas ineficientes, y por otro se creen nuevas empresas en número suficiente. Este proceso determina la dinámica empresarial y produce un determinado tejido industrial y la densidad de empresas de un país o región. En la siguiente tabla se indica la creación de empresas en las distintas comunidades autónomas de España en los últimos cinco años.
Creación de empresas en España por comunidad autónoma
Comunidad autónoma
2008
2007
2006
2005
2004

Andalucía

15.982

23.353

24.357

23.488

22.528

Aragón

2.476

3.744

3.637

3.251

2.965

Asturias (Principado de)

1.610

2.042

2.010

1.771

1.835

Baleares (Islas)

2.997

4.307

4.672

4.459

4.031

Canarias

3.823

5.491

5.913

5.779

5.838

Cantabria

869

1.236

1.364

1.198

1.037

Castilla y León

3.848

5.674

5.459

4.609

4.446

Castilla-La Mancha

4.932

5.934

5.854

5.164

4.554

Cataluña

19.282

25.554

27.827

26.630

24.659

Comunidad Valenciana

11.986

16.427

17.852

17.166

16.045

Extremadura

1.659

2.345

2.604

1.687

1.459

Galicia

5.504

6.693

7.009

6.467

6.050

Madrid (Comunidad de)

20.428

27.375

27.618

25.474

24.632

Murcia (Región de)

3.264

4.611

5.179

4.963

4.129

Navarra (Comunidad Foral de)

1.400

1.784

1.696

1.469

1.404

País Vasco

4.142

5.703

5.501

4.966

4.991

La Rioja

584

847

717

700

680

Ceuta y Melilla

126

184

202

210

190

Total España

104.912

143.304

149.471

139.451

131.473

Fuente: Instituto Nacional de Estadística.

Como hemos indicado al inicio de esta asignatura, la empresa encuentra su justificación de existencia y su legitimidad como organización social en su posibilidad y capacidad de producir bienes o prestar servicios útiles para satisfacer necesidades humanas.
La creación de una empresa supone abordar dos cuestiones fundamentales: la idea y el plan de empresa.
El punto de partida de una nueva empresa es siempre una idea. Para iniciar un negocio, abrir un comercio o ponerse a fabricar un determinado artículo, el futuro empresario debe tener una idea de negocio que configura el objetivo, las actividades y la forma de la nueva empresa. Esta idea de negocio debe estar basada en una oportunidad empresarial que esté orientada a una necesidad (latente o manifiesta) que se quiere satisfacer por medio de la nueva empresa.
Por tanto, todo proyecto de empresa se desarrolla en torno a una idea, que surge como consecuencia de la detección de una oportunidad de negocio. El surgimiento de la idea para crear una empresa varía en función de las circunstancias de cada persona. Algunas personas se pueden quedar simplemente en tener una idea de negocio pero pueden considerar que no son aptas para desarrollarla, otras darán un paso más y realizarán un estudio y análisis de su viabilidad, pero pueden, o no, llevarla a la práctica, y finalmente otras darán el siguiente paso de crear su negocio. Algunos de los motivos que nos planteamos para desarrollar una idea de empresa son los siguientes:
  • Poder desarrollar un trabajo para el que se posee formación, realizándolo de forma autónoma e independiente.

  • Poseer una idea innovadora que pueda ser rentable.

  • Imitar a empresas conocidas que tienen éxito en la actividad que desarrollan.

  • Conocer el sector por haber trabajado por cuenta ajena y estar capacitados o capacitadas para trabajar en el mismo, siendo nuestro propio jefe o jefa.

  • Detectar un hueco (o nicho) de mercado en el que exista una demanda insatisfecha que podemos llegar a cubrir.

Son muchos los factores que pueden llevar a una persona a inclinarse por un negocio concreto. Con carácter general, los factores que determinan la elección de la idea son:
  • La repetición de experiencias ajenas: es el efecto reflejo de los negocios nuevos, que se produce frecuentemente en las épocas de expansión de la economía.

  • Las nuevas oportunidades de negocio en mercados poco abastecidos, de nueva creación o con un alto porcentaje de crecimiento.

  • Los conocimientos técnicos sobre mercados, sectores o negocios concretos.

  • La experiencia del futuro empresario, que ha sido trabajador o directivo de otro negocio y que pretende independizarse.

  • Poseer un producto innovador que se estima que puede generar mercado.

  • Tratarse de negocios o actividades de escasa complejidad que permiten a cualquier persona establecerse por cuenta propia en tal actividad.

Pero existen otros factores determinantes como el nivel técnico o el nivel económico exigido por algunos negocios, que actúan como factor disuasorio en muchos casos. Una vez definida la idea y antes de entrar en el análisis del plan de empresa, es importante plantearse preguntas como: ¿se trata de una idea realista?, ¿es viable técnicamente?, ¿es viable desde el punto de vista económico?, ¿se está en condiciones de poder acometerla?, ¿su rentabilidad justifica los esfuerzos necesarios para ponerla en marcha?
Pero sin duda el factor más importante es la ilusión o confianza que se tiene en la idea. Por ello, todo empresario debería reunir alguna de estas cualidades: confianza en sí mismo e ilusión en el proyecto; saber elegir a sus colaboradores; capacidad para organizar y coordinar medios económicos, humanos y materiales; capacidad para dirigir y motivar al personal; capacidad para tomar decisiones y asumir riesgos; e iniciativa y espíritu innovador.
Ahora bien, crear una nueva empresa supone mucho más que la identificación de una oportunidad empresarial.
Para explotar una oportunidad empresarial es necesario adquirir, organizar y combinar de manera eficiente los distintos factores de producción necesarios para producir los productos o prestar los servicios objeto de la nueva empresa.
La tarea de dirigir el proceso de combinación y organización de los factores de producción es importante porque no se trata simplemente de producir determinados productos o servicios que sean aceptados por el consumidor, sino de hacerlo a costes y precios competitivos.
Dónde encontrar buenas ideas de negocios
Es posible que sean innumerables las situaciones personales o profesionales donde se puede descubrir la oportunidad de negocio o un nicho de mercado donde desarrollar un proyecto empresarial.
Por ejemplo, el ámbito laboral favorece la aparición de ideas empresariales a partir del descubrimiento de una mejora en la prestación de un servicio. En otras ocasiones, mediante el contacto con familiares o amigos, se percibe la carencia de un bien o servicio que podría cubrir determinadas necesidades o facilitar ciertas tareas. El seguimiento de publicaciones económicas, profesionales o específicas en la creación de empresas, sitios de Internet consagrados a los emprendedores, pueden, igualmente, ofrecer la pauta para descubrir oportunidades.
¡Tengo una idea! Cómo compartir ideas de negocio por Internet.
A finales del 2008 nace Ideas4all.com. Sus impulsores la definen como una plataforma de intercambio de conocimientos, una red social en torno al mundo de las ideas, una comunidad de personas innovadoras e imaginativas que tienen ideas y están dispuestas a compartirlas con todo el mundo (algo no demasiado común y que constituye la clave de la supervivencia de comunidades de este tipo). Ideas4all es un proyecto muy ambicioso que surge por la iniciativa de Ana María Llopis (una mujer de negocios con una gran experiencia en Internet) y que ha contado con importantes aportaciones dentro del mundo académico y empresarial para la definición del proyecto.
Ideas4all es una iniciativa global que aprovecha todos los recursos de la Red para que cualquier persona allá donde esté pueda colaborar con sus ideas y aportar sus problemas para que otras personas participen ayudando a resolverlos.
Pero además Ideas4all es también negocio: en la comunidad confluyen los Ideators (los que tienen las ideas) y los Questors (aquellas personas o instituciones que buscan soluciones a sus problemas), y en este intercambio es donde puede surgir el negocio.
Fuente: adaptado de www.secot.org (septiembre del 2008).
Por ello, una vez que se tiene la idea, el siguiente paso es elaborar el plan de empresa.
El plan de empresa es un documento en el que se va a reflejar el contenido del proyecto empresarial que se pretende poner en marcha, y que abarcará desde la definición de la idea a desarrollar hasta la forma concreta de llevarla a la práctica.
Se trata por ello de una herramienta idónea para poder hacer un seguimiento del desarrollo de la actividad empresarial, analizando y comparando previsiones y resultados. Por ello, es un documento abierto y dinámico, que se actualiza a medida que avanza la idea, al tiempo que debe ser sintético y claro. Por otra parte, a la hora de solicitar cualquier tipo de colaboración, ayuda o apoyo financiero, el plan de empresa servirá como tarjeta de presentación del proyecto empresarial ante entidades financieras, instituciones o posibles socios, poniendo además de manifiesto el rigor y la profesionalidad de los promotores.
En principio, no existe ningún modelo estándar de plan de empresa. Pero, a nivel general, el plan de empresa engloba los siguientes aspectos: descripción de la empresa (negocio o iniciativa empresarial), descripción del producto o servicio a suministrar, y planificación de los aspectos comerciales.
Un esquema de un posible plan de empresa sería el siguiente:
1) Objetivos del proyecto empresarial y presentación del/ de los empresario/s
  • Definición de las características generales del proyecto a poner en marcha.

  • Resumen del proyecto: inversión total, recursos propios y ajenos, proyección de ventas, resultados estimados, localización, etc.

  • Presentación del/ de los empresario/s: formación, experiencia empresarial...

2) La actividad de la empresa: el producto o el servicio
  • Definición de las características del producto o servicio que va a ser objeto de la actividad de la empresa.

  • Mercado al que va dirigido y necesidades que cubre.

  • Características diferenciadoras respecto de los productos o servicios de la competencia.

  • Normas que regulan la fabricación o comercialización del producto o la prestación del servicio.

  • Protección jurídica.

3) El mercado
  • Definición del mercado al que se dirigirá el producto o el servicio: dimensión, localización, consumo, estructura, tipo de clientes, mercado real y mercado potencial.

  • Previsiones de evolución del mercado.

  • La competencia: identificación de las empresas competidoras, características de las mismas, posición en el mercado, ventajas e inconvenientes del producto o servicio en relación con los de la competencia, reacción de ésta ante la entrada de la nueva empresa en el mercado, etc.

  • Participación prevista en el mercado.

4) La comercialización
  • Presentación del producto o servicio.

  • Determinación del precio de venta.

  • Penetración en el mercado: canales de distribución, red comercial, etc.

  • Acciones de promoción: publicidad, catálogos, descuentos, etc.

  • Previsión de ventas.

  • Garantías, servicio técnico, servicio posventa, etc.

5) La producción
  • Determinación del proceso de fabricación.

  • Selección de instalaciones y equipos necesarios.

  • Aprovisionamiento: materias primas, proveedores, suministros básicos, etc.

  • Gestión de existencias, materias primas, productos intermedios, etc.

  • Control de calidad.

6) Localización
  • Criterios de localización.

  • Terrenos, edificios e instalaciones.

  • Comunicaciones e infraestructura.

  • Ayudas públicas para localización.

7) Las personas
  • Puestos de trabajo que se han de crear.

  • Distribución por categorías y asignación de responsabilidades.

  • Perfiles de las personas que se han de contratar: conocimientos, experiencia, etc.

  • Selección del personal.

  • Formas de contratación.

  • Previsiones de crecimiento del empleo.

8) La financiación
  • Necesidades económicas del proyecto: recursos propios y ajenos, ayudas públicas, etc.

  • Identificación y selección de fuentes de financiación: banca oficial, banca privada, sociedades de leasing, etc.

  • Plan financiero: proyecto de inversiones, previsión de tesorería, cuenta de resultados provisional, balance provisional, etc.

  • Rentabilidad del proyecto.

9) Aspectos formales del proyecto
  • Elección de la forma jurídica.

  • Trámites administrativos que se han de realizar.

  • Obligaciones de la empresa: contables, fiscales, laborales, etc.

Webs recomendadas

Por ejemplo, en Cataluña existe la agencia ACC10 (http://www.acc10.cat/es), que integra al CIDEM (Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial) y el COPCA (Consorcio de Promoción Comercial de Cataluña) de la Generalitat de Cataluña, también proporciona información y ayuda para la creación de una empresa y la elaboración del plan de empresa. Finalmente, un estudio que recoge las principales conclusiones sobre la creación de empresas en dicha comunidad es el siguiente: http://www.davidurbano.es/pdf/Libros/Urbano_Llibre CIDEMCastella_2006.pdf.

El fregasuelo que alivió las rodillas
La fregona, con tan sólo un palo y un cubo, transformó radicalmente las tareas domésticas.
En esta era de chips y nanotecnología, de personajes digitalizados y robots inteligentes, cuesta creer que un palo de menos de metro y medio pudiese revolucionar el panorama social y facilitar la vida de medio mundo. Y es que los inventos sencillos son, a veces, los más efectivos, ya que ese artilugio made in Spain que se bautizó como fregona alivió a las mujeres de hace 50 años de artritis y otras dolencias de espalda, además de arrastrar al hombre a las tareas del hogar.
Aunque la historia de uno de los más exitosos inventos españoles no esté exenta de controversia en su autoría, se apunta a que su origen se remonta a 1956, cuando Emilio Bellvis, un ingeniero aeronáutico que trabajaba en una base aérea militar en Valenzuela conoce al militar logroñés Manuel Jalón. Ambos entablan amistad y el entonces capitán del Ejército español le habla a Bellvis sobre "un cubo metálico que disponía de dos rodillos entre los que se oprimía la bayeta", que descubrió en una base militar norteamericana.
Emilio Bellvis no dudó en ver que, detrás de esa imagen del primitivo modelo, existía la necesidad de crear un artilugio que aliviase a las amas de casa de la ardua tarea de fregar, relegadas a frotar una mopa contra el suelo de rodillas junto a un cubo. Fue entonces cuando ambos inventores aprovecharon el taller que la familia Bellvis tenía en Zaragoza para fundar la compañía Rodex y crear el primer fregasuelos, nombre inicial que otorgaban al producto.
Pero los primeros modelos fueron fallidos y, según los herederos de Manuel Bellvis, la búsqueda de un sistema que fuese efectivo y no destrozase en pocos usos las frágiles mopas "le quitaba el sueño, no paraba de pensar, y muchas noches le hacía despertarse", hasta que en uno de esos intentos dio con la clave al poner en práctica sus conocimientos en reactores de aviones. Necesitaba un embudo de pequeños rodillos ancho por arriba y estrecho por abajo, con perforaciones en su interior, un diseño muy similar al de los rotores de cualquier aeronave. La guinda la ponía un palo que se colocaba en uno de los extremos de la mopa para poder decirle adiós al fregado de rodillas.
Emilio Bellvis, consciente de que la aún desconocida fregona podía transformar radicalmente una de las más aparatosas tareas de limpieza, no perdió ni un minuto en inscribir su invención en el Registro de Propiedad Intelectual en 1958. A partir de ese momento, Rodex comenzó a vender un producto que se comercializó masivamente desde sus inicios.
Pero junto al éxito inicial se entabló la batalla entre ambos socios por la autoría del invento. Bellvis cedió los derechos de explotación a Manuel Jalón y, desde entonces, la historia de la procedencia de la fregona tiene dos versiones distintas. Mientras que el ingeniero advierte de que su aportación fue la que produjo el modelo definitivo, el militar subrayaba que el éxito definitivo llegó con el modelo de plástico, apodado Gaviota y producido por Rodex en 1965. Esta versión, mucho más económica, se distribuyó en cerca de 30 países, alcanzando los 60 millones de unidades.
Aunque en aquellos tiempos España dominaba la producción de fregonas y únicamente la también hispana Mery hacía sombra a Rodex, hoy en día el mercado está saturado con la entrada de multinacionales como Vileda, y las dos firmas españolas desaparecieron en la década de los noventa.
En paralelo a la explotación de la fregona, Bellvis creó un propio grupo empresarial con su mismo nombre, aunque se dedicó a productos totalmente alejados de la fregona como son los lubricantes y la automoción. Manteniendo viva la tradición inventora de su fundador, el aragonés Grupo Bellvis ha presentado un revolucionario modelo de fregona, cuya innovación es la separación del agua sucia de la limpia automáticamente, y que se disponen a comercializar en breve.
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Fuente: Luis Garrido. El Mundo (22/06/2008).
Me voy a España... a emprender
Cada vez más extranjeros escogen España como destino para fundar su empresa. Emprender sin dominar el idioma, sin conocer los trucos del mercado, añadido a la ya difícil tarea de emprender son algunos de los problemas con los que se encuentran. Según las opiniones recogidas, "en España no hay cultura del riesgo, necesitas un aval para todo".
En el 2008, suponían el 12,6% del total de los emprendedores de nuestro país, según datos del Global Entrepreneurship Monitor España (GEM), desarrollado por el Instituto de Empresa. De ellos, el 2,2% provienen de países desarrollados y contribuyen a sectores estratégicos como el tecnológico, las telecomunicaciones, la investigación y el diseño. En su mayoría los europeos son los que más apuestan por nuestro país. Coinciden en que en España todo se mueve por relaciones, en que si no tienes contactos todo es muy complejo y, además, la financiación tampoco es buena. No se apuesta por iniciativas de gran volumen. Como ejemplo, los fundadores de MÁSmóvil, el austriaco Meinrad y el noruego Christian, tuvieron que irse a Noruega para conseguir fondos.
Algunos sectores como la biotecnología, Internet y telefonía avanzan uno o dos años por detrás de otros países. Existe menos competencia y mayor margen de experimentación. Además, la imagen del extranjero cualificado aún vende más que la de un español. Según Meinrad, "hay menos desconfianza hacia países como Alemania, Austria o Reino Unido. Se nos toma más en serio. El made in Spain sigue asociándose a menor calidad".
De los extranjeros que provienen de países desarrollados y emprenden en nuestro país, el 48% posee estudios superiores, frente al 35% del resto de las nacionalidades. En este último año, la crisis no está ayudando. En el primer trimestre del 2009, la creación de empresas cayó el 31% respecto al año anterior, según el INE, y la inversión de entidades de capital riesgo en compañías en fase de arranque se redujo el 47% en la primera mitad del año, según la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo.
"Lo más difícil fue la burocracia, los 20.000 papeles que tuvimos que rellenar", dice David Barrera, nacido en Los Ángeles y criado en Colombia. David dejó su trabajo de Barcelona para fundar la empresa The Factory Entertainment, dedicada a la publicidad y producción audiovisual.
España aspira a convertirse en reclamo de jóvenes extranjeros brillantes, sobre todo en el sector de nuevas tecnologías e Internet. El austriaco Bernhard Niesner, creador de Busuu, un servicio afincado en Madrid para aprender idiomas on-line, comenta: "Si no hablas bien castellano, estás perdido como emprendedor. Los españoles deberían mejorar su conocimiento de idiomas". En Cataluña, nueve de cada diez cosas están en catalán y esto hace que se retrase mucho la labor de emprendeduría. Otras de las costumbres españolas a la que les cuesta acostumbrarse son los largos descansos para almorzar o la jornada intensiva en verano. No podemos permitirnos la siesta mientras nuestros competidores sean EE.UU y China.
David Mears, británico y vecino de Madrid que fundó David Mears & Associates, una consultora de comunicación y desarrollo de marca, aconseja "disfrutar de lo positivo que ofrece el país, que es mucho", algo en lo que todos coinciden: "sol, fiesta y buena comida".
Fuente: adaptado de Eva Llorente, www.secot.org (27/08/2009).

2.4.Tipos de empresas

El objetivo de este apartado es presentar los diferentes tipos de empresas que existen. Ahora bien, las empresas, al igual que cualquier otra realidad compleja, pueden ser clasificadas de acuerdo con diferentes criterios, no excluyentes entre sí. A continuación presentaremos dichas clasificaciones, si bien profundizaremos en la más empleada y que a efectos formales es de mayor aplicación, esto es, según su forma jurídica. Así, en función de los distintos criterios, las empresas se clasifican en:
1) Según la propiedad o titularidad del capital:
  • Empresa privada: es aquella cuyo capital es propiedad de particulares.

  • Empresa pública: es aquella en la que los poderes públicos (Administración central, autonómica o local) son los propietarios de todo o una parte sustancial de su capital y cuya influencia en el sistema de dirección es decisiva.

  • Empresa cooperativa o social: es aquella en la que trabajo y propiedad se unifican en un solo factor; es decir, el capital es propiedad de los trabajadores.

2) Según el tamaño de la empresa. No existe unanimidad a la hora de establecer un criterio único para medir el tamaño de la empresa. Los principales indicadores empleados son: el volumen de ventas, el capital propio, el número de trabajadores, los beneficios, etc. El más utilizado suele ser el número de trabajadores. Desde el 2005, el criterio de referencia es la Recomendación de la Comisión Europea (de 6 de mayo de 2003), según la cual, en función del número de trabajadores y el volumen de negocios (volumen de ventas) o el volumen de activos, las empresas se clasifican en:
  • Microempresas: menos de 10 empleados y menos de 2 millones de euros de volumen de negocio o menos de 2 millones de euros de activos.

  • Empresas pequeñas: entre 10 y 49 empleados y menos de 10 millones de euros de volumen de negocio o menos de 10 millones de euros de activos.

  • Empresas medianas: si tienen entre 50 y 249 empleados y menos de 50 millones de euros de volumen de negocio o menos de 43 millones de euros de activos.

  • Empresas grandes: más de 250 empleados y más de 50 millones de volumen de negocio o más de 43 millones de euros de activos.

3) Según la naturaleza de la actividad económica productiva que desarrollen, podemos distinguir entre:
a) Empresas industriales. La actividad primordial de este tipo de empresas es la producción de bienes mediante la transformación de la materia o extracción de materias primas. Éstas a su vez se clasifican en:
  • Empresas extractivas. Cuando se dedican a la explotación de recursos naturales, ya sean renovables o no renovables. Ejemplos de este tipo de empresas son las pesqueras, madereras, mineras, petroleras, etc.

  • Empresas transformadoras o manufactureras. Son empresas que transforman la materia prima en productos terminados, y pueden ser:

    • De consumo final. Producen bienes que satisfacen de manera directa las necesidades del consumidor. Por ejemplo: prendas de vestir, alimentos, aparatos eléctricos, etc.

    • De producción. Éstas satisfacen a las de consumo final. Ejemplo: maquinaria ligera, productos químicos, etc.

b) Empresas comerciales. Son intermediarias entre productor y consumidor; su función primordial es la compra o venta de productos terminados. Pueden clasificarse en:
  • Mayoristas: venden a gran escala o a grandes rasgos.

  • Minoristas (detallistas): venden al menudeo.

  • Comisionistas: venden lo que no es suyo, dan a consignación.

c) Empresas de servicios. Son aquellas que brindan servicio a la comunidad, que a su vez se clasifican en:
  • Transporte.

  • Turismo.

  • Instituciones financieras.

  • Servicios públicos (energía, agua, comunicaciones).

  • Servicios privados (asesoría, ventas, publicidad, contable, administrativo).

  • Educación.

  • Finanzas.

  • Salubridad.

  • Estética.

a) Empresas del sector primario. Son aquellas que explotan los recursos naturales tales como agrícolas, ganaderas, pesqueras y silvicultura. No se incluye la minería.
b) Empresas del sector secundario o industrial. Son aquellas cuya actividad consiste en la explotación del subsuelo o basan la misma en la utilización de la maquinaria y en la manufactura. Aquí estarían las empresas constructoras, mineras, de energía y agua, químicas, siderometalúrgicas y otras industrias manufactureras.
c) Empresas del sector terciario. Son aquellas que no se encuadran en los dos sectores anteriores, como empresas comerciales y de hostelería, transporte o instituciones financieras y de seguros.
5) Según su ámbito de actuación:
a) Empresas locales.
b) Empresas provinciales.
c) Empresas regionales.
d) Empresas nacionales.
e) Empresas multinacionales.
6) Según las características socioeconómicas:
a) Empresa artesanal. Es aquella cuyo trabajo se realiza de forma manual, emplea un número reducido de trabajadores, tienen un ámbito de actuación local y son dirigidas normalmente por una sola persona.
b) Empresa capitalista. Es aquella cuyo trabajo se realiza incorporando cierta tecnología, lleva a cabo una producción en masa, abarca un mercado amplio, involucra un volumen importante de capitales y existe separación entre propiedad y dirección.
7) Según su forma jurídica. Atendiendo a la titularidad de la empresa y la responsabilidad legal de sus propietarios, según el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, las empresas pueden ser:
a) La titularidad la ejerce una persona física:
  • Empresa individual. Es una persona física que ejerce una actividad económica en nombre propio asumiendo el control y el riesgo derivado de su actividad.

b) Colectividades sin personalidad jurídica:
  • Comunidad de bienes.

  • Sociedad civil (puede tener personalidad jurídica si los acuerdos son públicos).

c) La titularidad la ejerce una persona jurídica (sociedades). Son asociaciones voluntarias de personas físicas o jurídicas que desarrollan una actividad económica mediante la aportación de un capital social y cuya responsabilidad salvo excepciones está asumida por la sociedad (ahora bien, a pesar de no ser una asociación, también se permite que una única persona pueda constituir una sociedad). Estas sociedades adquieren la responsabilidad jurídica cuando se inscriben en el Registro Mercantil.
Sociedades mercantiles:
  • Sociedad colectiva.

  • Sociedad de responsabilidad limitada.

  • Sociedad limitada nueva empresa.

  • Sociedad anónima.

  • Sociedad comanditaria

    • Sociedad comanditaria por acciones.

    • Sociedad comanditaria simple.

Sociedades mercantiles especiales:
  • Sociedad laboral.

  • Sociedad cooperativa.

  • Sociedad de garantía recíproca.

  • Sociedad de capital-riesgo.

  • Agrupación de interés económico.

  • Sociedad de inversión mobiliaria.

Una de las primeras decisiones cuando se crea una empresa es la elección de la forma jurídica que se va a adoptar. Ésta debe ser la más adecuada a la actividad que se pretende desarrollar. Entre estos distintos tipos de empresas existen diferencias en cuanto a determinados aspectos que se han de tener en cuenta a la hora de decidir cuál es la forma adecuada para el proyecto empresarial. Las diferencias fundamentales entre las formas físicas y jurídicas son las siguientes (tabla siguiente):
  • Responsabilidad frente a terceros: una persona física es aquella que asume el riesgo directamente y dirige la empresa, no existiendo diferencias entre el patrimonio social y el individual –por lo tanto, la responsabilidad frente a terceros es ilimitada, es decir, responde con todos sus bienes, presentes y futuros–; mientras que en las sociedades se diferencia entre el patrimonio de la sociedad y el individual de los socios, y la responsabilidad frente a terceros está sujeta a la aportación de capital a la propia sociedad (salvo excepciones referidas a las sociedades colectivas y comanditarias).

  • Trámites administrativos: las sociedades tienen que realizar los trámites oportunos para la adopción de la personalidad jurídica, mientras que las personas físicas sólo han de realizar los trámites administrativos correspondientes al ejercicio de la actividad.

  • Capital mínimo para la constitución: las personas físicas no necesitan aportar un capital mínimo exigible por parte de la legislación, mientras que las jurídicas sí, salvo excepciones, como la sociedad cooperativa, la colectiva y la comanditaria simple.

  • Tributación de los beneficios: las personas físicas tributan sus rentas por actividades empresariales en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), mientras que las sociedades lo hacen mediante el Impuesto sobre Sociedades, siendo su tipo impositivo general el 30% sobre los beneficios (o 25% para los primeros 120.202,41 euros en empresas de reducida dimensión). Las cooperativas tributan mediante el Impuesto sobre Sociedades en régimen especial.

Tipos de empresas
Tipo de empresa
Núm. socios
Capital
Responsabilidad
Fiscalidad directa

Empresario individual

1

No existe mínimo legal

Ilimitada

IRPF (rendimientos por actividades económicas)

Comunidad de bienes

Mínimo 2

No existe mínimo legal

Ilimitada

IRPF (rendimientos por actividades económicas)

Sociedad civil

Mínimo 2

No existe mínimo legal

Ilimitada

IRPF (rendimientos por actividades económicas)

Sociedad colectiva

Mínimo 2

No existe mínimo legal

Ilimitada

Impuesto sobre Sociedades

Sociedad limitada

Mínimo 1

Mínimo 3.005,06 euros

Limitada al capital aportado

Impuesto sobre Sociedades

Sociedad limitada nueva empresa

Mínimo 1

Máximo 5

Mínimo 3.012 euros

Máximo 120.202 euros

Limitada al capital aportado

Impuesto sobre Sociedades

Sociedad anónima

Mínimo 1

Mínimo 60.101,21 euros

Limitada al capital aportado

Impuesto sobre Sociedades

Sociedad comanditaria simple

Mínimo 2

No existe mínimo legal

Socios colectivos: ilimitada

Socios comanditarios: limitada

Impuesto sobre Sociedades

Sociedad comanditaria por acciones

Mínimo 2

Mínimo 60.101,21 euros

Socios colectivos: ilimitada

Socios comanditarios: limitada

Impuesto sobre Sociedades

Sociedad cooperativa

Mínimo 3

No existe mínimo legal (en algunas CC.AA. sí existe capital mínimo)

Limitada

Impuesto sobre sociedades (régimen especial)

Sociedad laboral

SAL

SLL

Mínimo 3

Mínimo 60.101,21 euros (SAL)

Mínimo 3.005,06 euros (SLL)

Limitada al capital aportado

Impuesto sobre Sociedades

Sociedad de garantía recíproca

Mínimo 150 socios partícipes

Mínimo 1.803.036,30 euros

Limitada

Impuesto sobre Sociedades

Sociedad de capital riesgo

El Consejo de Administración debe tener al menos 3 miembros

Mínimo 1.202.024,20 euros

Fondos capital riesgo: mínimo 1.652.783,30 euros

Limitada

Impuesto sobre Sociedades

Agrupación de interés económico

Mínimo 2

No existe mínimo legal

Los socios responden personal y solidariamente ante las deudas de la AIE

Impuesto sobre Sociedades

Fuente: ipyme

Clasificación de las empresas turísticas
Según su actividad principal, las empresas turísticas se clasifican en:
1) Alojamientos turísticos. Las empresas de alojamiento son aquellas que ofrecen hospedaje, con servicios complementarios o sin los mismos. Existen diferentes modalidades de hospedaje, entre las que podemos encontrar hoteles, aparoteles y moteles; pensiones y fondas; apartamentos turísticos, time-sharing; chalets, villas y bungalós; campings, residencias y albergues; casas rurales, balnearios, paradores, etc. Entre todas estas modalidades hay que destacar a las empresas hoteleras, que a su vez se clasifican por su:
  • Emplazamiento: ciudad, montaña, costa, carretera.

  • Categoría: gran lujo, lujo, categoría intermedia (tres estrellas) y tipo popular (menos de tres estrellas).

  • Tamaño: grandes (más de trescientas habitaciones), intermedios (de cien a trescientas habitaciones) y pequeños (menos de cien habitaciones).

  • Distribución de la propiedad y control o gestión: explotados directamente por propietarios, explotados de forma mixta, en arrendamiento y en régimen de franquicia.

2) Empresas de restauración. Son los restaurantes, cafeterías, café-bares, tabernas, salas de fiesta y similares, empresas de catering, etc. A su vez se pueden clasificar en función de su:
  • emplazamiento: urbano, de carreteras, al aire libre, situados en hoteles, etc.;

  • especialidad: convencional, vegetariano, macrobiótico, etc.;

  • tipo de cocina: internacional, nacional, de un producto determinado (por ejemplo "mariscos");

  • tipo de servicio: clásico, autoservicio;

  • categoría: desde uno a cinco tenedores en los restaurantes; o de una, dos y tres tazas en el caso de las cafeterías.

En los últimos años también están proliferando los restaurantes temáticos, en los cuales, además de la gastronomía, se ofrece algún tipo de espectáculo, por ejemplo, los restaurantes medievales.
3) Empresas de intermediación. Son las agencias de viajes (mayoristas, minoristas, y mayoristas-minoristas), empresas de intercambios vacacionales, centrales de reservas, air-brokers, tour-brokers, etc. Las agencias de viaje son empresas que se dedican al ejercicio de actividades de asesoramiento, mediación y organización de servicios turísticos y pueden ser de los siguientes tipos:
  • Mayoristas: son aquellas que proyectan, elaboran y organizan toda clase de servicios y paquetes turísticos para ofrecerlos a las agencias minoristas.

  • Minoristas: son aquellas que prestan los servicios anteriores directamente a los usuarios o consumidores finales.

  • Mayoristas-minoristas: son aquellas que realizan simultáneamente las dos actividades anteriores.

4) Empresas de transporte y auxiliares. Son aquellas que realizan transporte terrestre (ferrocarriles, trenes turísticos, autocares, coches de alquiler, etc.), aéreo, marítimo (por ejemplo, cruceros) y fluvial.
5) Empresas de recreo y cultura. Dentro de este grupo tenemos los siguientes tipos:
  • Parques temáticos. Son atracciones turísticas que se ofrecen sobre la base animada de uno o dos temas concretos, por ejemplo el mundo de Disney, Astérix, la tecnología (Futuroscope), la aventura (Port Aventura), etc.

  • Espacios naturales. Son áreas naturales que por sus características únicas tienen un especial atractivo turístico, y se encuentran habitualmente bajo protección con el objeto de preservar su singularidad. Existen distintas formas de protección, y pueden constituir reservas naturales, parajes naturales, parques naturales o parques nacionales.

  • Oferta deportiva. Son estaciones de esquí, actividades de montaña, caza, pesca, puertos deportivos, actividades en ríos y embalses, campos de golf, etc.

  • Oferta cultural, de congresos, convenciones y ferias. Dentro de este grupo se encuentra la realización de distintas actividades, como visitas a museos, conjuntos monumentales, festivales de cine, de música, la organización de convenciones, congresos, jornadas gastronómicas, de artesanía, etc.

6) Otras empresas turísticas. Son las que ofrecen servicios profesionales de guía o de consultoría turísticas, entre otras.
Entre las empresas turísticas, algunas son de propiedad pública o están bajo control público. Además de los paradores, nos encontramos con museos de propiedad estatal, parques naturales, oficinas de información, patronatos de turismo, etc.

2.5.El entorno de la empresa

El hecho de que la empresa sea un sistema abierto en constante interacción con el entorno hace que ésta necesite conocer dicho entorno, sus características más importantes, su evolución futura y su relación con el mismo, dado que se trata de determinar qué factores afectan a la actividad empresarial.
El análisis del entorno permitirá a la empresa determinar las oportunidades y amenazas a las que se enfrenta.
En un sentido amplio, el entorno se puede definir como todo aquello que está fuera de los límites de la empresa como organización. No obstante, se pueden distinguir dos niveles de análisis: general y específico.
2.5.1.El entorno general
El entorno general viene definido por todo lo que rodea a la empresa dentro del sistema socioeconómico en el que desarrolla su actividad. El entorno específico es el sector en el que la empresa desarrolla su actividad.
Figura 5. Tipos de entorno: entorno general y entorno específico
Figura 5. Tipos de entorno: entorno general y entorno específico
La creciente incertidumbre existente en los entornos hace que en la actualidad sea de gran importancia determinar la naturaleza de los mismos. Resulta muy importante conocer el tipo de entorno en el que debe actuar la empresa, pues condicionará la forma en que ésta se dirija. En concreto, el grado de incertidumbre del entorno depende de cuatro factores: estabilidad –entorno estable frente a entorno dinámico, complejidad –entorno simple frente a entorno complejo–, diversidad –entorno integrado frente a entorno diverso y hostilidad –entorno favorable frente a entorno hostil. Cuanto más dinámico, complejo, diverso y hostil sea el entorno, mayor es el grado de incertidumbre al que se enfrenta la empresa.
Figura 6. Grado de incertidumbre en el entorno
Figura 6. Grado de incertidumbre en el entorno
En cuanto al entorno general, se deben estudiar todos los elementos que afectan al conjunto de las empresas del sistema socioeconómico.
Existen diferentes factores que definen el entorno general. El análisis PESTEL aglutina a todos ellos: factores políticos, económicos, socioculturales, tecnológicos, ecológicos o medioambientales y legales.
Se trata de determinar qué factores del entorno afectan a la organización y cuáles son los más importantes actualmente y con vistas al futuro.
Análisis PESTEL de entorno general: factores clave del entorno

Factores políticos

Política fiscal

Estabilidad política

Comercio exterior

Bienestar social

Factores tecnológicos

Políticas de I+D+i

Nuevas tecnologías

Transferencia tecnológica

Protección del conocimiento

Factores económicos

Ciclos económicos

Tendencia del PIB

Tipos de interés

Tasas de inflación

Desempleo

Factores ecológicos

Política medioambiental

Tratamiento de residuos

Consumo de energía

Factores socioculturales

Factores demográficos

Distribución de la renta

Movilidad social

Cambios de estilo de vida

Nivel educativo

Tradiciones, valores y actitudes sociales

Factores legales

Situación legal-procesal

Defensa de la competencia

Legislación laboral

Normativa técnico-industrial y sanitaria

Seguridad e higiene en el trabajo

Seguridad de los productos

No todos los factores recogidos en el análisis PESTEL tienen el mismo efecto en todas las industrias (por ejemplo, la lluvia para la agricultura y el turismo), ni incluso dentro de la misma industria en todas las empresas (por ejemplo, la crisis económica no afecta igual a los restaurantes de comida rápida que al resto). Por ello, la aplicación del análisis PESTEL debe hacerse tomando como referencia la empresa.
El fuel calienta Pescanova
La marea negra provocada por el petrolero Prestige ha causado daños incalculables en el sector pesquero en Galicia. Mientras que para la flota y las industrias vinculadas a la pesca litoral y al marisqueo la situación es ruinosa, la catástrofe puede beneficiar a empresas cuyo aprovisionamiento depende de caladeros exteriores como es el caso de Pescanova. El fuel está "calentando" a la multinacional, que prevé disparar sus ventas de pescado o marisco fresco y congelado.
Se trata además de una situación que se repite. Hace dos años por estas mismas fechas, Pescanova salía reforzada en el mercado con subidas espectaculares en Bolsa, consecuencia de la enfermedad de las vacas locas y la posibilidad de que los consumidores aumentaran su demanda de pescado. Hoy, ha vuelto a ser una catástrofe, esta vez en el propio sector de la pesca en Galicia, la que ha dado nuevamente alas al grupo. La imposibilidad de capturar peces, crustáceos o mariscos frescos como cigalas, nécoras, langostas, centollos, almejas, berberechos o percebes en una parte importante de la costa gallega, se va a traducir en una mayor demanda tanto de productos congelados como de especies frescas capturadas en otras aguas.
Ante la grave situación planteada en Galicia por la imposibilidad de llevar a cabo capturas en sus costas, en el mercado de los productos de la pesca se abre un nicho muy importante tanto para las importaciones como para la venta por parte de empresas como Pescanova que hacen todas sus capturas en terceros países. Pescanova, por la dimensión y el volumen de su oferta en el sector de los productos de la pesca frescos y especialmente congelados, se halla nuevamente la mejor posicionada para aumentar las ventas, y más en este periodo del año.
Fuente: El País (08/12/2002).
2.5.2.El entorno específico
En cuanto al análisis del entorno específico, esto es, el sector en el que la empresa desarrolla su actividad, la herramienta más utilizada es el modelo de las cinco fuerzas competitivas de Porter (1982).
El modelo de las cinco fuerzas competitivas de Porter sirve para identificar las oportunidades y amenazas que determinan el grado de atractivo en una industria y que, por tanto, ayudarán a los directivos a identificar las bases de la estrategia competitiva y la obtención de rentas superiores.
Partimos de la premisa de que el entorno específico de una empresa se corresponde con el sector industrial al que pertenece.
Las cinco fuerzas son las siguientes: la intensidad de la competencia entre los rivales actuales, la amenaza de entrada de nuevos competidores, la amenaza de nuevos productos sustitutivos, el poder negociador de los clientes y el poder de negociador de los proveedores. Cuanto mayor es la intensidad, amenaza o poder de estas fuerzas, menor es el atractivo de la industria.
Figura 7. Modelo de las Cinco Fuerzas de Porter
Fuente: Porter (1982, pág. 24).
Fuente: Porter (1982, pág. 24).
La intensidad de la competencia entre los rivales actuales
La intensidad de la competencia actual depende de las actuaciones de los competidores existentes que sienten la presión o ven la oportunidad de mejorar su posición. Cuanto más intensa es la competencia, menor será el atractivo de la industria, puesto que la posibilidad de obtener rentas extraordinarias disminuye.
La intensidad de la competencia entre los competidores establecidos depende de seis factores estructurales fundamentales:
  • La concentración de competidores: cuanto mayor es el número de competidores actuales y el equilibrio entre los mismos, mayor será la intensidad de la competencia. Por lo tanto, en las industrias fragmentadas la rivalidad suele ser superior que en las industrias concentradas.

  • La diversidad de competidores: cuanto más variados son los competidores en cuanto a estrategias, origen, tamaño, costes, formas de competir, etc., mayor suele ser la competencia en la industria. Esto se debe a que se hace difícil establecer reglas del juego o predecir el comportamiento de los competidores.

  • La diferenciación de producto: cuanta más diferenciación existe en la industria, menor es la competencia porque los clientes se encuentran fidelizados a un determinado producto (este concepto será desarrollado en el módulo 2).

  • Exceso de capacidad productiva instalada: un exceso de oferta genera más competencia en la industria porque las empresas tienen que competir de forma más agresiva para dar salida a sus productos.

  • Las barreras de salida: son una serie de costes económicos, estratégicos y emocionales que la empresa tiene que asumir si decide abandonar la industria. Estas barreras fuerzan a las empresas a mantenerse en el sector, lo cual aumenta la intensidad de la competencia. Las principales son: la posesión de activos muy especializados, costes fijos de salida (indemnizaciones a empleados, cancelación de contratos con clientes, etc.), interrelaciones estratégicas entre negocios, barreras emocionales y restricciones sociales y gubernamentales.

  • La estructura de costes: cuando los costes fijos son muy elevados aumenta la competencia en la industria porque las empresas tienen que trabajar a plena capacidad para reducir los costes unitarios y tienen que colocar toda esa producción en el mercado.

Amenaza de entrada de nuevos competidores
Si una industria posee altas tasas de rentabilidad y crecimiento, es muy probable que nuevos competidores quieran entrar. Si éstos consiguen entrar, el atractivo de la industria disminuirá.
La posibilidad de que entren nuevas empresas en el sector depende de dos factores fundamentales: las barreras de entrada a la industria y la reacción de los competidores ya establecidos.
1) Barreras de entrada: son aquellos factores que dificultan el acceso a la industria a nuevos competidores, protegiendo de este modo los niveles de rentabilidad alcanzados por las empresas ya instaladas.
Las principales barreras de entrada son:
  • Las economías de escala: se producen cuando al aumentar el volumen de producción disminuye el coste unitario del producto. Se pueden generar tanto en el proceso productivo como en otras actividades tales como aprovisionamiento, marketing o I+D. Por ejemplo, tienen lugar cuando se fabrican coches en masa en una cadena de montaje. Esto hace que las empresas que quieran entrar deban hacerlo produciendo a gran escala, con el riesgo de no alcanzar elevados niveles de ventas, o en pequeña escala, con desventajas en costes.

  • Desventajas en costes diferentes de las economías de escala: por ejemplo, acceso favorable a materias primas, tecnología de producto patentada o efecto experiencia.

  • Necesidades de capital: una inversión muy grande para establecerse en un sector puede disuadir de entrar a nuevos competidores.

  • Diferenciación de producto: cuando las empresas ya establecidas tienen fidelidad por parte de sus clientes, los competidores que quieren entrar deberán realizar grandes inversiones para romper dicha fidelidad.

  • Acceso a los canales de distribución: la capacidad limitada de los canales de distribución y la aversión al riesgo de los distribuidores hace que las empresas que quieran entrar en la industria tengan que pagar altos precios a los distribuidores o crear sus propios canales de distribución, lo cual también es muy caro.

  • Política gubernamental: el gobierno concede acceso restringido a determinadas industrias mediante la concesión de licencias (banca, telecomunicaciones, taxis, etc.). Además, la regulación gubernamental respecto a normas de seguridad e higiene en el trabajo, contaminación ambiental, calidad, etc. puede elevar las necesidades de capital para entrar en la industria.

2) Reacción de los competidores ya establecidos: la amenaza de entrada de nuevos competidores también depende de la reacción de las empresas que operan en la industria. Los nuevos entrantes podrán ser disuadidos si se espera que las empresas establecidas respondan de forma enérgica para dificultar la entrada de nuevos competidores. Esto depende de dos factores:
  • La disponibilidad de recursos ociosos para defenderse; por ejemplo, exceso de liquidez, capacidad de endeudamiento o ventajas con los distribuidores.

  • La tradición de represalias en la industria mediante, por ejemplo, bajadas drásticas de precios, campañas de publicidad agresivas u ofertas especiales.

La amenaza de nuevos productos sustitutivos
Los productos sustitutivos son aquellos que desempeñan las mismas funciones o cubren las mismas necesidades que el producto de la industria, con independencia de la tecnología empleada. Cuanto mayor es la amenaza de productos sustitutivos, menor será el atractivo de la industria. Ahora bien, la capacidad de sustitución depende de dos variables:
  • De la relación que exista entre las prestaciones y el precio del producto de la industria y el sustituto. Para que el producto sustitutivo sea una amenaza real tiene que mejorar las prestaciones del producto tradicional y/o ser más barato.

  • De si el cliente tiene que asumir algún coste o inconveniente al cambiar del producto tradicional al producto sustitutivo.

El poder negociador de los clientes
Las empresas de la industria realizan transacciones con los clientes a los que les venden bienes y servicios. Estos clientes pueden ser distribuidores, consumidores u otros fabricantes. Las transacciones crean valor para compradores y vendedores. La forma en la que se reparte este valor en términos de rentabilidad depende del poder de cada uno de ellos. Los factores que determinan que el poder negociador de los clientes sea alto son los siguientes:
  • Que estén muy concentrados (pocos clientes).

  • Que compren en grandes volúmenes.

  • Que los productos estén muy poco diferenciados, con lo que resulta fácil encontrar otro proveedor, sin que esto suponga asumir costes adicionales.

  • Que exista una amenaza de integración vertical hacia atrás, es decir, que el cliente pase a fabricar el producto que compra.

  • Que existan productos sustitutivos.

  • Que el producto sea almacenable.

  • Que el producto que compra no sea muy importante para el cliente.

  • Que los clientes dispongan de información completa en la transacción.

El poder negociador de los proveedores
Las empresas de la industria también realizan transacciones con los proveedores, de los que obtienen materias primas, componentes, recursos financieros y mano de obra. Al igual que en el caso anterior de los clientes, aquí también las transacciones crean valor para compradores y vendedores, y la forma en la que se reparte este valor en términos de rentabilidad depende del poder de cada uno de ellos. Los factores que contribuyen a incrementar el poder negociador de los proveedores son los siguientes:
  • Que estén muy concentrados.

  • Que les compren en volúmenes pequeños.

  • Que los productos estén muy diferenciados, con lo que resulta difícil encontrar otro proveedor sin asumir costes elevados.

  • Que exista una amenaza de integración vertical hacia delante, es decir, que por ejemplo el fabricante pase además a distribuir sus productos.

  • Que no existan productos sustitutivos.

  • Que el producto no sea almacenable.

  • Que el producto que vende sea muy importante para el cliente.

  • Que los proveedores dispongan de información completa en la transacción.

Análisis de las cinco fuerzas de Porter aplicado a la industria farmacéutica
En la industria farmacéutica las patentes juegan un importante papel. Las especialidades farmacéuticas se encuentran protegidas por patentes. Las patentes sólo ofrecen protección para un número limitado de años. Tras la expiración de una patente, otras empresas son libres de ofrecer copias de bajo coste (medicamentos genéricos).
La aplicación del modelo de las cinco fuerzas de Porter a la industria farmacéutica en 1997 muestra que la competencia principalmente es el resultado de la rivalidad entre los competidores de la industria. Sin embargo, esto puede cambiar en la medida en que entren en el sector las compañías de biotecnología o en la medida en que los compradores se organicen en grupos de compra más poderosos.
La intensidad de la rivalidad entre competidores en una industria se caracteriza por varios factores:
  • La competencia global se concentra en un número limitado de grandes compañías.

  • La competencia se basa principalmente en la diferenciación de producto.

  • La protección de las patentes limita la competencia entre las empresas incumbentes.

  • La mayoría de las compañías se centran en tipos particulares de terapia contra enfermedades.

  • La intervención gubernamental incrementa y ejerce presión sobre los precios.

  • La rivalidad se centra en el desarrollo de medicamentos que sean un éxito de ventas y en la reducción en el tiempo de desarrollo, lo que resulta en un brusco incremento de los costes de I+D.

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La amenaza de nuevas entradas es baja, debido a que existen importantes economías de escala en I+D y altos riesgos inherentes al desarrollo de nuevos medicamentos. Sin embargo, las empresas de biotecnología podrían entrar en la industria en un futuro cercano.
La amenaza de sustitutivos proviene principalmente de los medicamentos genéricos. En la medida en que los compradores se convierten en más sensibles al precio, se incrementa el consumo de medicamentos genéricos.
El poder de negociación de los proveedores de la industria farmacéutica es bajo.
El poder de negociación de los compradores es moderado aunque creciente, en la medida en que los compradores tienden a agregar su demanda; es decir, en la medida en que los hospitales forman alianzas, se concentran los distribuidores de medicamentos, y aumente el número de compañías privadas de salud.
Fuente: S. Douma; H. Schreuder (2004). Enfoques económicos para el análisis de las organizaciones. Madrid: Civitas (págs. 255-256).

Ejercicios de autoevaluación

1. La función de una empresa es...
a) obtener bienes o servicios a partir de unos recursos, factores o materias primas.
b) la realización de una actividad productiva o transformadora.
c) Las dos anteriores son correctas.

2. Las principales áreas funcionales de la empresa son...
a) planificación, organización y control.
b) finanzas, marketing, producción y recursos humanos.
c) activo, pasivo y neto.

3. La economía de la empresa...
a) es una ciencia social que emplea los fundamentos del análisis económico y del estudio del comportamiento administrativo o psicosocial.
b) sirve para explicar la naturaleza, estructura y comportamiento de la empresa y el empresario.
c) Las dos anteriores son correctas.

4. La teoría de la agencia...
a) no analiza el problema del control del comportamiento derivado de una relación contractual.
b) analiza las relaciones de agencia.
c) Las dos anteriores son correctas.

5. Las empresas realizan actividades productivas que...
a) crean utilidad (riqueza); es decir, la utilidad de los outputs es superior a la de los inputs.
b) no permiten alterar las propiedades físicas o químicas de los inputs.
c) destruyen riqueza; es decir, la utilidad de los outputs es inferior a la de los inputs.

6. Los elementos que concurren en una organización para que se considere una empresa son...
a) dos: una persona o conjunto de personas que organicen todo el proceso y existencia de múltiples objetivos.
b) tres: unidad de transformación de inputs en outputs, unidad de dirección y existencia de un objetivo.
c) múltiples pero no relacionados con la realización de una actividad productiva.

7. La administración científica...
a) no busca incrementar la productividad.
b) persigue la forma de descoordinar los esfuerzos en el proceso productivo.
c) Las dos anteriores son incorrectas.

8. Los fundamentos teóricos del estudio de la empresa son...
a) la teoría de la organización y la teoría económica de las finanzas.
b) el análisis estratégico, la teoría de la organización y la teoría de la política económica.
c) la teoría económica de la empresa, la teoría de la organización, y el análisis estratégico.

9. Para J. A. Schumpeter...
a) la figura del empresario no tiene mucho interés.
b) la función del empresario es la de innovar.
c) la función principal del empresario es la de asumir el riesgo de la actividad.

10. Una empresa de 50 trabajadores, de acuerdo con el criterio del número de trabajadores, es...
a) una pequeña empresa.
b) una empresa mediana.
c) una gran empresa.

11. La teoría de sistemas...
a) propone la modelización y el análisis de los problemas de la empresa, considerando a ésta como partes totalmente independientes y no conectadas.
b) considera a la empresa como un sistema.
c) considera que un sistema no puede tener partes diferenciadas o subsistemas.

12. Las aportaciones de la teoría económica...
a) permiten estudiar la asignación de recursos en el área del marketing.
b) tratan justificar la existencia de las empresas como alternativa al mercado.
c) ayudan a tomar decisiones sobre la dirección de los recursos humanos en la empresa.

13. Los costes de transacción...
a) son una herramienta que permite elegir entre el mercado y la empresa como estructuras de gobierno de las transacciones.
b) se agrupan en tres categorías: costes de información, costes de negociación y costes de garantía.
c) Las dos anteriores son correctas.

14. El pensamiento estratégico prescriptivo o racional...
a) se inspira en la teoría de la organización.
b) trata de instruir a los directivos en la formulación de la estrategia correcta.
c) Las dos anteriores son correctas.

15. Para Chandler...
a) la estructura sigue a la estrategia.
b) la estrategia sigue a la estructura.
c) Las dos anteriores son correctas.

16. El/los principal/es rasgo/s que definen la figura del empresario es/son que...
a) es el propietario del capital y de la tecnología de la empresa.
b) asume todos los riesgos de la empresa, organiza la producción y ejerce la autoridad.
c) adelanta todo el dinero necesario para llevar a cabo el proceso de producción.

17. Algunos factores que determinan la elección de la idea para crear una empresa son...
a) la existencia de nuevas oportunidades de negocio en mercados poco abastecidos, de nueva creación o con un alto porcentaje de crecimiento.
b) tener conocimientos técnicos sobre mercados, sectores o negocios concretos.
c) Las dos anteriores son correctas.

18. Según su forma jurídica, cuando la titularidad la ejerce una persona jurídica...
a) las empresas no son sociedades mercantiles.
b) las sociedades no mercantiles pueden ser sociedades colectivas y de responsabilidad limitada.
c) Las dos anteriores son incorrectas.

19. El empresario es...
a) el factor prescindible de la empresa.
b) tiene una doble función: negociar con los otros factores de la empresa y establecer las relaciones con el entorno que rodea a la empresa.
c) quien desarrolla la función de dirección de la empresa.

20. Cuando la titularidad de una empresa la ejerce una persona física...
a) estamos ante una empresa individual.
b) es una persona física la que ejerce el control y el riesgo derivado de la actividad.
c) Las dos anteriores son correctas.

21. Algunos motivos para desarrollar una idea de empresa son...
a) desarrollar un trabajo para el que no se posee formación, realizándolo de forma autónoma e independiente, y poseer una idea innovadora que pueda ser rentable.
b) imitar a empresas conocidas que no tienen éxito y no conocer el sector por haber trabajado por cuenta ajena y estar capacitados o capacitadas para trabajar en el mismo.
c) Las dos anteriores son incorrectas.

22. La creación de una empresa supone abordar varias cuestiones fundamentales:
a) la idea y el plan de empresa.
b) la estrategia y el plan de empresa.
c) la idea, la estrategia y el plan de empresa.

23. Las empresas industriales...
a) se clasifican en empresas extractivas, empresas comerciales y empresas de producción.
b) tienen como actividad principal la producción de bienes mediante la transformación de materias primas.
c) tienen como actividad principal la compra o venta de productos terminados.

24. Las sociedades mercantiles pueden ser...
a) sociedades colectivas, de responsabilidad limitada, sociedades anónimas y sociedades cooperativas.
b) sociedades colectivas, de responsabilidad limitada, sociedades anónimas y sociedades comanditarias.
c) sociedades colectivas, de garantía recíproca, sociedades anónimas y sociedades cooperativas.

25. Señala la respuesta incorrecta:
a) Los empresarios tienen unos rasgos, unas funciones y un comportamiento diferente al de los capitalistas y directivos.
b) Los empresarios descubren, crean y explotan oportunidades.
c) Los empresarios no afrontan el riesgo y la incertidumbre ni promueven innovaciones.

26. Las empresas transformadoras o manufactureras:
a) Son empresas que transforman la materia prima en productos terminados.
b) Pueden ser de consumo final y de producción.
c) Las dos anteriores son correctas.

27. El plan de empresa...
a) sólo debe integrar los siguientes aspectos: descripción de la empresa y descripción del producto o servicio que se va a suministrar.
b) sólo debe integrar los siguientes aspectos: descripción de la empresa y planificación de los aspectos comerciales.
c) debe integrar los siguientes aspectos: descripción de la empresa, descripción del producto o servicio que se va a suministrar y planificación de los aspectos comerciales.

28. Según la propiedad o titularidad del capital, las empresas se clasifican en...
a) empresa privada, empresa pública y empresa cooperativa.
b) empresa privada, empresa social y empresa individual.
c) empresa privada, empresa pública y empresa individual.

29. La empresa pública es aquella en la que el capital es propiedad de...
a) particulares.
b) los trabajadores.
c) los poderes públicos.

30. Según la naturaleza de la actividad económica productiva que desarrollen, las empresas se clasifican en...
a) empresas industriales, empresas extractivas y empresas manufactureras.
b) empresas industriales, empresas comerciales y empresas de servicios.
c) empresas industriales, empresas de consumo final y empresas de servicios.

31. Cuando la titularidad de una empresa la ejerce una persona jurídica...
a) estamos ante una empresa jurídica.
b) es una persona jurídica la que ejerce el control y el riesgo derivado de la actividad.
c) Las dos anteriores son correctas.

32. Todo proyecto de empresa...
a) se desarrolla en torno a una idea.
b) surge como consecuencia de evitar una oportunidad de negocio.
c) Las dos anteriores son correctas.

33. Señala la opción correcta:
a) Los resultados de las empresas no dependen de factores exógenos.
b) La empresa es siempre un sistema abierto en constante interacción con su entorno.
c) El dinamismo del entorno no tiene incidencia en la toma de decisiones de la empresa.

34. El entorno específico se define como...
a) el sector en el que la empresa desarrolla su actividad.
b) un conjunto de factores económicos, políticos, legales, socioculturales y tecnológicos que definen el marco general en el que las empresas se desenvuelven.
c) las variables macroeconómicas de un país.

35. Señala uno de los componentes del entorno genérico de una empresa:
a) Poder negociador de los clientes del sector.
b) Barreras de entrada.
c) Política económica.

36. Señala uno de los componentes del entorno específico:
a) Existencia de competidores en el sector.
b) Distribución de la renta.
c) Variables demográficas.

37. La rivalidad entre empresas...
a) será mayor en las industrias concentradas.
b) será mayor en las industrias fragmentadas.
c) no tiene nada que ver con la industria en la que opera la empresa.

38. El exceso de capacidad productiva instalada...
a) genera una competencia más agresiva debido al exceso de oferta.
b) no tiene que ver con la competencia.
c) Ninguna de las anteriores es correcta.

39. Las economías de escala...
a) permiten reducciones en los costes unitarios a medida que aumenta el volumen de producción.
b) representan una barrera de entrada para los nuevos competidores.
c) Las dos anteriores son correctas.

Solucionario

1. Solución del ejercicio de autoevaluación 1

c

2. Solución del ejercicio de autoevaluación 2

b

3. Solución del ejercicio de autoevaluación 3

c

4. Solución del ejercicio de autoevaluación 4

b

5. Solución del ejercicio de autoevaluación 5

a

6. Solución del ejercicio de autoevaluación 6

b

7. Solución del ejercicio de autoevaluación 7

c

8. Solución del ejercicio de autoevaluación 8

c

9. Solución del ejercicio de autoevaluación 9

b

10. Solución del ejercicio de autoevaluación 10

b

11. Solución del ejercicio de autoevaluación 11

b

12. Solución del ejercicio de autoevaluación 12

b

13. Solución del ejercicio de autoevaluación 13

c

14. Solución del ejercicio de autoevaluación 14

b

15. Solución del ejercicio de autoevaluación 15

a

16. Solución del ejercicio de autoevaluación 1

b

17. Solución del ejercicio de autoevaluación 2

c

18. Solución del ejercicio de autoevaluación 3

c

19. Solución del ejercicio de autoevaluación 4

b

20. Solución del ejercicio de autoevaluación 5

c

21. Solución del ejercicio de autoevaluación 6

c

22. Solución del ejercicio de autoevaluación 7

a

23. Solución del ejercicio de autoevaluación 8

b

24. Solución del ejercicio de autoevaluación 9

b

25. Solución del ejercicio de autoevaluación 10

b

26. Solución del ejercicio de autoevaluación 11

c

27. Solución del ejercicio de autoevaluación 12

c

28. Solución del ejercicio de autoevaluación 13

a

29. Solución del ejercicio de autoevaluación 14

c

30. Solución del ejercicio de autoevaluación 15

b

31. Solución del ejercicio de autoevaluación 16

b

32. Solución del ejercicio de autoevaluación 17

a

33. Solución del ejercicio de autoevaluación 18

b

34. Solución del ejercicio de autoevaluación 19

a

35. Solución del ejercicio de autoevaluación 20

c

36. Solución del ejercicio de autoevaluación 21

a

37. Solución del ejercicio de autoevaluación 22

b

38. Solución del ejercicio de autoevaluación 23

a

39. Solución del ejercicio de autoevaluación 24

c


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