La atención
Índice
- Introducción
- Objetivos
- 1.Funciones de la atención
- 2.El reflejo de orientación
- 3.La atención selectiva
- 4.La atención dividida
- 5.Atención, control y conciencia
- 6.Campos de aplicación en el estudio de la atención
- Bibliografía
Introducción
Objetivos
-
Comprender la complejidad de los mecanismos de la atención y la pluralidad de funciones que ejercen.
-
Comprender en qué consiste el reflejo de orientación y conocer cómo se manifiesta.
-
Conocer el contexto histórico en el cual se inicia la investigación de la atención desde el enfoque del procesamiento de la información.
-
Comprender e interpretar las diferencias entre los modelos de atención selectiva presentados.
-
Entender el cambio de enfoque, con respecto a los modelos de selección, que representan los modelos de recursos.
-
Entender los diferentes componentes y el funcionamiento del modelo de Kahneman.
-
Diferenciar los procesos automáticos y controlados.
-
Conocer las estrechas relaciones entre atención, control y conciencia.
-
Comprender el interés que, desde el ámbito aplicado, puede tener la investigación básica sobre los mecanismos de la atención.
1.Funciones de la atención
-
Hemos empezado una novela que nos mantiene totalmente concentrados en su lectura. Nos avisan cuatro veces de que la cena está en la mesa.
-
La reunión de trabajo es larga y pesada. A duras penas nos damos cuenta, pero vamos desconectando de lo que sucede a nuestro alrededor, hacemos planes para el esperado viaje de fin de semana que estamos programando. El jefe dirige de repente su mirada hacia nosotros y hace ademán de iniciar una pregunta; con un sobresalto, pero tratando de que no se note, aterrizamos otra vez en la realidad.
-
Conducimos nuestro coche y la luz roja del semáforo hace que nos detengamos. Detrás de nosotros se forma una cola de vehículos y, para evitar el ruido de los cláxones impacientes del resto de los conductores, no apartaremos la vista de la señal de circulación para reiniciar la marcha tan pronto como cambie de color.
-
Mantenemos una conversación telefónica con un amigo mientras vemos la retransmisión televisiva de un partido de fútbol de nuestro equipo favorito. De repente, una jugada de peligro en el área nos tiene el alma en vilo por unos instantes y nos hace perder el hilo de la conversación. Evidentemente, nuestro interlocutor pregunta qué pasa y por qué ha tenido que repetirnos la misma pregunta tres veces antes de oír nuestros balbuceos al otro lado de la línea.
-
La Red atencional posterior, que estaría relacionada con procesos ligados a lo que hemos llamado reflejo de orientación, y dependería de áreas del córtex parietal posterior, los apartados pulvinar y reticular del tálamo y los colículos superiores.
-
La Red atencional de vigilancia y/o alerta,cuya función es mantener un estado preparatorio de "arousal" relacionado con la detección rápida de estímulos. Estas funciones están asociadas a áreas frontales y parietales del hemisferio derecho que reciben proyecciones del Locus Coeruleus.
-
La Red atencional anterior, de la cual dependería el control voluntario sobre el procesamiento de la información y estaría relacionada con aspectos que hemos visto anteriormente como la selección controlada de la entrada estimular, el reparto voluntario de recursos sobre tareas que se ejecutan concurrentemente, y, en general, los procesos que requieren planificación y control del desarrollo de una estrategia prevista que desarrollamos normalmente en respuestas ante situaciones novedosas. Esta red está fundamentalmente relacionada con áreas de los lóbulos frontales.
2.El reflejo de orientación
2.1.¿Qué es el reflejo de orientación?
Luria describe este fenómeno de la manera siguiente:
"Tiene como base la respuesta activa del animal a cualquier cambio de la situación suscitando en éste una activación general y una serie de reacciones selectivas encaminadas a conocer estas modificaciones situacionales."
Luria, A. R. (1979). Atención y memoria (p. 27). Barcelona: Fontanella.
Por su parte, Fernández Trespalacios hace acopio de la definición siguiente de Razran:
"El reflejo de orientación es la primera reacción normal del organismo a cualquier estímulo adecuado normal, esto es, a un estímulo que aparece o cambia de atributos. Moralmente hablando, su reacción específica es volver a la fuente de estimulación."
Fernández Trespalacios, J. L. (1997). Procesos básicos de Psicología general (p. 354). Madrid: Sanz y Torres.
2.2.Componentes del reflejo de orientación
-
Detención o inhibición de la conducta que se ejecuta hasta aquel momento, para no interferir el procesamiento de la nueva estimulación.
-
Orientación de la cabeza en dirección a la fuente de estimulación nueva, de manera que los sentidos espaciales se ubican en una posición óptima para la captación de información. Este movimiento protagonizado por los músculos del cuello se acompaña de movimientos de corrección del enfoque visual. En algunos animales se producen, además, movimientos de orientación en las orejas y en el aparato olfativo.
-
Cambios posturales del cuerpo, que acompañan cuando es necesario a los otros movimientos ya mencionados para optimizar la orientación de los órganos sensoriales en la fuente de estimulación nueva/relevante.
-
Respuesta electrodérmica: se produce una disminución de la resistencia eléctrica de la piel (y aumenta recíprocamente su conductancia). Es un fenómeno que pone en evidencia la activación de las glándulas sudoríparas ecrinas, y la hidratación consiguiente de la piel, especialmente de las palmas de las manos y de las plantas de los pies. Su implicación adaptativa en el reflejo de orientación es doble, ya que la hidratación de la piel, por una parte, incrementa la sensibilidad de los receptores táctiles de la dermis y, por la otra, reduce la fricción a causa de las conductas exploradoras (manipulación de objetos, locomoción, etc.), lo cual disipa el exceso de temperatura que podría lesionarla y la protege contra las grietas.
-
Disminución de la frecuencia cardiaca e inhibición temporal de la respiración, coherente con la ya mencionada inhibición de la conducta en el sentido de favorecer la captación de información nueva. Hay que tener en cuenta que la entrada de información que proviene de las vísceras entra en competencia de la atención con la información que procede del estímulo nuevo que conviene analizar; y por eso la desactivación cardiorrespiratoria elimina posibles interferencias en la recepción de estímulos externos.
-
Dilatación de los vasos sanguíneos cerebrales y constricción de los vasos sanguíneos periféricos. Estos dos mecanismos nos permiten una redistribución rápida de la sangre, ya que se extrae de músculos y vísceras (donde no es necesaria, porque la conducta motriz está momentáneamente detenida) y se concentra en el cerebro, donde aporta, por lo tanto, una irrigación mejor a aquellos centros neurales que intervendrán en el procesamiento de la información nueva.
2.3.Consideraciones finales
3.La atención selectiva
3.1.Primeras aportaciones desde el paradigma del procesamiento de la información. El modelo de filtro de Broadbent
-
En primer lugar, se consideraba que el análisis de las funciones cognitivas tenía que hacerse en términos de un flujo de información que se transmite por medio de nuestro sistema nervioso. Como podemos observar, esta idea de Broadbent está directamente relacionada con la teoría de la información a la cual nos hemos referido con anterioridad.
-
En segundo lugar, como sistema de transmisión de información, nuestro sistema cognitivo tenía que ser un canal único con capacidad limitada.
-
Por último, esta capacidad limitada tenía que comportar la necesidad de un filtro que protegiera el sistema de la saturación, que dejara pasar sólo una parte de toda la información que recibamos; el resto de la información tenía que quedar bloqueada.
3.2.Modificaciones posteriores del modelo de filtro
3.2.1.El modelo de selección tardía de Deutsch y Deutsch
3.2.2.El modelo de atenuación de Treisman
3.2.3.El modelo de Johnston y Heinz
3.3.La selección para la acción
4.La atención dividida
4.1.El modelo de Kahneman
4.2.Procesos limitados por los datos y procesos limitados por los recursos
4.3.Modelos de recursos específicos
4.4.Procesos automáticos y procesos controlados
"Cuando empezamos nuestro aprendizaje de una tarea compleja, como conducir un coche, nos parece que hay demasiadas cosas que tenemos que aprender. Nos sentimos totalmente desconcertados por tener que manejar el volante al mismo tiempo que controlamos el embrague, nos fijamos en la carretera y cambiamos de marcha. Con la práctica, cada vez necesitamos menos esfuerzo consciente: girar al mismo tiempo que pisamos el embrague y cambiamos de marcha se convierte en una operación simple, que incluso somos capaces de hacer mientras conversamos con nuestro acompañante. Algo cambia, claramente, gracias a la práctica y, así, conducir un coche parece una operación completamente diferente si la realiza un conductor experimentado o un novato. ¿Qué ha aprendido el conductor experto? Cuando él mismo tiene que conducir un coche diferente, puede suceder que ponga en marcha el limpiaparabrisas en lugar del intermitente, y puede llevarle unas cuantas horas el hecho de familiarizarse con la nueva disposición de los mandos. El conductor experto es capaz de realizar una gran variedad de acciones sin ningún problema, pero, cuando alguna de estas acciones tiene que modificarse, necesita otra vez un cierto tiempo y práctica."
Styles, E. A. (1997). The Psychology of Attention (p. 155). Hove: Psychology Press.
5.Atención, control y conciencia
5.1.La conciencia y el control en la psicología científica
5.2.Control y automaticidad
5.3.Atención y control
5.4.Finalizamos otra vez con la conciencia
"El conocimiento consciente proporciona al organismo la posibilidad de reflexionar sobre la información disponible, lo cual significa elegir la manera de responder en lugar de emitir una respuesta automática."
Baddeley, A. D. (1993). Working memory and conscious awareness. En A. Collins, S. E. Gathercole, M. A. Conway y P. E. Morris (Ed.), Theories of memory (p. 17). Hillsdale: Lawrence Erlbraum Associates Inc.
6.Campos de aplicación en el estudio de la atención
6.1.Inhibición y envejecimiento
6.2.La atención en la infancia
-
Los niños son progresivamente mejores en tareas que exigen la exploración del campo visual; sus investigaciones son, en este sentido, cada vez más exhaustivas y sistemáticas.
-
En general, se observa que los niños presentan dificultades mayores que los adultos a la hora de reorientar su atención; así, si se les indica que deben atender a un estímulo visual determinado, pero primero se presenta una señal distractora, los niños orientan su atención fácilmente hacia este estímulo distractor y tardan más que los adultos en reorientarla hacia el estímulo crítico.
-
Donde se ha observado con más claridad esta lentitud infantil a la hora de cambiar el foco de la atención es en las tareas de tipo auditivo; así, en tareas de escucha dicótica se ha observado que, hasta los once años, los niños se muestran, aproximadamente, más lentos que los adultos en reorientar la atención de un oído al otro.
-
De la misma manera que hemos apuntado en los ancianos la presencia de una dificultad mayor que en los adultos jóvenes para ignorar los estímulos irrelevantes y seleccionar exclusivamente los relevantes, también los niños muestran ciertas dificultades en este sentido. De este modo, por ejemplo, cuando niños menores de siete años realizan la tarea de Stroop (consultad el apartado 4.4), se obtiene un incremento significativo de los errores, lo cual muestra sus problemas para ignorar la dimensión que no es relevante en esta tarea (el nombre del color que aparece escrito).
-
Por último, en lo referente a la atención sostenida, la concentración del niño puede ser intensa en determinados momentos, pero no muy prolongada en el tiempo; así, la capacidad para mantener la atención se adquiere de forma lenta, probablemente después de la capacidad de selección.
Sobre los factores ambientales y psicológicos, Servera (1999) dice lo siguiente:
"En términos generales, la hiperactividad y los problemas de la atención se relacionan con niños que viven en ambientes culturalmente pobres y en familias de bajo nivel socioeconómico. Sin embargo, más que las condiciones sociales, son sus efectos psicológicos los que podrían determinar la hiperactividad (Morenor, 1995). El modelo explicativo del déficit de la atención de Virginia Douglas (1983, 1984) se basa en la presencia inicial de determinadas predisposiciones básicas: poco interés por el esfuerzo cognitivo, búsqueda de gratificaciones inmediatas, impulsividad y falta de autocontrol. Su origen es una interacción entre factores constitucionales y ambientales. Entre estos últimos, las pautas educativas inconsistentes, excesivamente directivas y desordenadas, se consideran fundamentales. La entrada en el medio escolar del niño con estas deficiencias provoca falta de desarrollo de los procesos cognitivos, problemas de motivación intrínseca y déficits metacognitivos, y finalmente, se acabará consolidando un patrón de fracaso escolar y social."
Servera, M. (1999). Alteraciones atencionales. En E. Munar, J. Rosselló y A. Sánchez-Cabaco (Coord.), Atención y Percepción (p. 158). Madrid: Alianza.