Gaudí   Vida

Antoni Gaudí nació en junio de 1852 en Reus, hijo de una familia artesana. Era el menor de cinco hermanos.

Cursó sus primeros estudios y el bachillerato en Reus. Resulta difícil averiguar cómo empezó en Gaudí su vocación por la carrera de arquitecto; podría ser que su facultad de asimilación y creación de formas fuera la que determinara esta preferencia. Cursó la carrera de Arquitectura en la Universidad de Barcelona.

En 1877 se licenció como arquitecto, después de unos estudios muy desiguales. Sus inicios profesionales no fueron fáciles. Pasó por una época de intensa inquietud espiritual. En tertulias intelectuales de la época adoptó una furibunda actitud anticlerical. Sin embargo, siempre que pudo se refugió en su vocación artesanal.

Su actividad empezó en un momento de pleno renacimiento cultural y político, en un momento de prosperidad económica y de expansión urbanística, tiempo en que se podía contar con el mecenazgo de la burguesía.

Llegó a formular una estética propia, que lo identifica perfectamente en su estilo y dificulta su clasificación en una corriente precisa, ya que rebasó los límites de la corriente vigente. Sus rasgos característicos son el organicismo, el dominio de las estructuras y los materiales, y una gran carga expresiva próxima al simbolismo, en conexión con su temática religiosa.

También destacó como interiorista. Diseñó todos los elementos que forman el espacio arquitectónico. Integró la decoración en la estructura constructiva.

Un punto importante en su biografía es el hecho de conocer a Eusebi Güell, que le proporcionó interesantes encargos de la familia: el Capricho, los Pabellones Güell y el Palacio Güell.

  El Capricho

  El Palacio Güell

El arquitecto Joan Martorell, de la junta del templo de la Sagrada Familia, defendió las cualidades del joven arquitecto y fue aceptada por unanimidad su dirección en la nueva ruta que tenían que adoptar las obras ya empezadas del templo.

Un conocido suyo, el obispo de Astorga, Juan Bautista de Grado, ejerció un cierto impacto sobre su vida religiosa y le encomendó el palacio episcopal de Astorga, de estilo neogótico. Otra obra religiosa que le fue encomendada fue el convento de las Teresianas de Ganduxer.

  Palacio episcopal de Astorga 

  Las Teresianas 

Gaudí, hombre trabajador por excelencia, empezó un estudio a fondo de las nuevas formas que pensaba desarrollar en la arquitectura, formas que construyeron el gótico florido, que es un lazo de unión entre la arquitectura mística de generaciones anteriores y la idea moderna de las masas y los conceptos geométricos. Su ciencia comportó una verdadera revolución en la arquitectura y ha evolucionado en línea recta y segura, hasta legar la estilización de estas mismas formas a la Pedrera, en el paseo de Gracia.

La obra de Gaudí refleja un temperamento jovial y optimista. Su evolución del gótico florido a las líneas puras se realiza de una manera natural. Fue un desbordamiento de su idea, llena del vigor que lo caracteriza. Su espíritu, desbordante de fe y de entusiasmo, era un gran hoguera. Su ciencia ha rebasado los límites de lo puramente profesional.

Ganó un premio del Ayuntamiento de Barcelona al mejor edificio construido durante el año 1900 con la Casa Calvet, en la calle Caspe. Poco después construyó la Casa Batlló, en el paseo de Gracia, que puede considerarse una de sus mejores obras.

Detalle de la Casa Batllò

  Casa Calvet 

Murió en Barcelona en el año 1926, a la edad de 64 años, a causa de un accidente grave ocasionado por un tranvía. Sus restos fueron llevados al templo que él había creado y reposan en la cripta, contemplando desde la eternidad la realización de sus proyectos.