Cómo los relatos nos suministran el contexto

En la situación de entrevista en profundidad fuera del campo, los investigadores no tenemos un acceso "directo" al contexto donde tienen lugar los acontecimientos, situaciones y acciones que narran los entrevistados. Esta afirmación es a la vez cierta y falsa. Es cierta si lo único que buscamos como investigadores son las causas de su comportamiento. Sin embargo, es falso si lo que buscamos es comprender el sentido de la acción humana.

Para defender la última afirmación debemos recurrir a una de las características básicas del lenguaje: su indexicalidad. La indexicalidad del lenguaje hace referencia al hecho de que cualquier discurso o narración supone siempre una serie de elementos verbales (vosotros, aquí, mañana, ahora); para comprender estos elementos hay que recurrir necesariamente al contexto de donde emergen. La indexicalidad no es, sin embargo, una imperfección del lenguaje, sino un elemento que caracteriza profundamente el trabajo de construcción de la realidad social llevada a cabo por los participantes en el transcurso de la interacción. De esta manera, a lo largo de una entrevista, podemos observar cómo el entrevistado va construyendo, reconstruyendo y modificando los contextos con el fin de explicar, justificar y dar cuenta de los acontecimientos o acciones. Este proceso de ir suministrando el contexto es una actividad sutil, de la cual no somos necesariamente conscientes. Para el entrevistador, el problema del contexto es fundamental, tanto a la hora de realizar la entrevista como de analizarla.

Así pues, cuando analizamos las narraciones de los entrevistados, la separación entre contexto y discurso pasa a ser una separación que no resulta pertinente si lo que nos interesa es comprender el sentido de la acción humana. Ambos elementos –contexto y relato– son, pues, las dos caras de un mismo fenómeno. El relato construye, siempre y en todo momento, el contexto que lo legitima y le da sentido.

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