¿Qué esconden las preguntas?

 Cita

"Así se desarrollan nuestras conversaciones, victoria perpetua del lenguaje sobre la opacidad de las cosas, silencios luminosos que expresan más de lo que callan. [...] El mundo entero está en lo que decimos... y enteramente iluminado por lo que callamos."

(D. Pennac, 1993, pág. 29)

Disponemos de seis grandes tipos de preguntas que pueden orientarnos a la hora de preparar nuestra guía de entrevista en profundidad.

  • Preguntas sobre la experiencia y el comportamiento. La intención de estas preguntas es provocar descripciones de experiencias, comportamientos, hábitos y actividades que podrían ser observables si el entrevistador estuviera presente: "¿qué haces cuando...?", "¿qué es lo primero que...?", "¿en qué lugar...?", "¿a qué hora…?"
  • Preguntas sobre la opinión y los valores. Estas preguntas buscan conocer y comprender los procesos interpretativos y formas de razonar y argumentar. Las respuestas nos indican qué piensa la gente sobre determinados hechos o situaciones, nos llevan hacia las intenciones, objetivos y aspiraciones del entrevistado. Implican un proceso de racionalización: "¿qué esperas cuando...?", "¿qué opinión te merecen...?", "¿qué piensas de...?"
  • Preguntas sobre los sentimientos. Estas preguntas versan sobre las emociones y los sentimientos. Sus respuestas califican la experiencia. A veces, las respuestas emocionales y de opinión pueden confundirse, por lo que hay que tener presente este hecho en el momento de llevar a cabo la entrevista: "¿cómo te sientes cuando...?", "¿cuál es tu reacción ante...?", "¿te preocupa que...?"
  • Preguntas sobre el conocimiento. Estas preguntas apuntan hacia la información que tiene el entrevistado. Se trata de preguntas sobre aspectos conocidos o de sentido común –no son opiniones ni sentimientos–, son informaciones prácticas que se saben y se conocen sobre el entorno: "¿cómo te matriculas en la UOC?", "¿qué haces para entrar en un chat?", "¿dónde están las aulas de tus asignaturas?"
  • Preguntas sobre la percepción. Se trata de preguntas sobre lo que alguien ha escuchado, visto, tocado, olido o apreciado por el gusto. El objetivo es entrar en el espectro de percepciones sensoriales del entrevistado: "¿qué ves cuando...?", "describe lo que sientes cuando...", "¿qué te dice tu jefe si llegas tarde al trabajo?"
  • Preguntas sobre la biografía personal. Este tipo de preguntas nos permite identificar las características de la persona entrevistada, su bagaje personal, su relación con otras personas. Son preguntas relacionadas con la edad, la educación, el trabajo, la residencia, etc.

Estas preguntas pueden formularse en tiempo pasado, presente y futuro, dependiendo de las características de la investigación. No hay ninguna regla fija para determinar el orden en que hay que realizar las preguntas. Sin embargo, es aconsejable empezar por cuestiones poco polémicas, sobre la actividad, la experiencia y los comportamientos actuales, por ejemplo, que sean fáciles de contestar y no reclamen mucha atención o interpretación. Una vez descrita la actividad o la experiencia, es fácil pasar a cuestiones de opinión, creencias y sentimientos, siempre teniendo en cuenta enmarcar bien las preguntas. Es poco recomendable empezar con preguntas rutinarias o que pueden resultar aburridas, y se puede ir intercalando las cuestiones más personales o biográficas. Podemos dejar para el final preguntas de tipo demográfico como la edad, estado civil, etc.


Si queremos que la entrevista sea realmente abierta y permita que el entrevistado se exprese con sus propias palabras, tenemos que procurar que las preguntas no estén excesivamente formuladas y que no presupongan o contengan la respuesta.

  • Hay que evitar las preguntas dicotómicas, aquellas que llevan implícito un sí o uno no por respuesta, como "¿estás contento con tu trabajo?".
  • Hay que ser conscientes de lo que presupone una pregunta y del contenido implícito que comporta con el fin de que actúen a nuestro favor y no en nuestra contra. Por ejemplo, "¿cuál ha sido la experiencia más importante para ti durante el curso?", presupone que el entrevistado debe haber tenido una experiencia importante.
  • Es preciso que la pregunta sea clara y no ambigua, cada pregunta sólo debe contener una idea.
  • Hay que evitar las preguntas con por qué. Las preguntas del tipo "¿por qué la gente hace lo que hace?" o "¿por qué piensa como piensa?" no interrogan sobre qué pasó ni tampoco sobre la experiencia personal, son preguntas que piden inferencias de tipo deductivo, causal y de gran complejidad. Presuponen que hay motivos ocultos y que estos motivos pueden ser descubiertos y racionalizados. Por ejemplo, la experiencia con niños cuando preguntan sobre el porqué de las cosas nos muestra que siempre es posible seguir preguntando indefinidamente con un nuevo por qué. La única forma de detener la cadena de nuevas preguntas es utilizando la típica y conocida respuesta del padre o madre enfadados: "¡porque sí!". Es recomendable, pues, desglosarlas en el tipo de pregunta que hemos expuesto más arriba.
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