El diseño de la investigación cualitativa es flexible tanto antes del proceso de trabajo de campo como durante la duración del mismo. Por supuesto que las propuestas por escrito destinadas a obtener fondos para la investigación requieren que el investigador especifique el diseño de la investigación. Entonces, las propuestas contienen un planteamiento del problema, una revisión bibliográfica sobre la materia y una descripción detallada de los métodos cualitativos que se utilizarán.
Los investigadores-observadores entran en el campo con una actitud abierta: sin hipótesis ni conceptos muy específicos.
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"[...] 1) nunca estoy seguro de lo que es significativo como para formular hipótesis hasta que he llegado a alguna intimidad con la situación; pienso que una hipótesis es una conjetura bien fundada; 2) una vez formulada, toda hipótesis se convierte en obligatoria hasta cierto punto; 3) existe el peligro de que las hipótesis sean estimadas por sí mismas y actúen como un símbolo abusivo de la ciencia."
(M. Dalton, 1964, citado en Taylor, 1992, pág. 32)
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Los investigadores, cuando se inician en el campo, tienen algunos interrogantes generales. Estos interrogantes pertenecen a una de las dos categorías siguientes:
- Sustanciales: interrogantes relacionados con problemas específicos en un tipo de escenario particular. Por ejemplo: ¿cómo afectan las TIC a la participación política catalana autonómica?; ¿cuál es el comportamiento del consumidor catalán en Internet?, ¿qué efectos tiene la introducción del ordenador en las escuelas de primaria?
- Teóricos: interrogantes relacionados con problemas sociológicos, psicosociales, antropológicos, económicos o, en general, vinculados a la disciplina de la que se parta. Por ejemplo: ¿cómo afectan las TIC a las relaciones jurídicas civiles?, ¿cómo afectan las TIC en el ejercicio de los derechos fundamentales o en las relaciones jurídicas mercantiles?, ¿cómo impactan las TIC en la organización de las empresas?, ¿puede hablarse de un tipo específico de relación entre tecnología y género?
Ambas categorías están estrechamente relacionadas. Un buen estudio cualitativo combina una comprensión profunda del escenario particular estudiado con interrogantes teóricos generales que trascienden este escenario particular. Así, por ejemplo, el objetivo de estudiar una banda juvenil particular puede ser analizar los procesos de entrada en el mundo laboral de los jóvenes o las relaciones de género entre los jóvenes.
Después de entrar en el campo, puede ser que el investigador descubra que sus áreas de interés no se ajustan a los escenarios. En particular, puede ser que el investigador interesado en cuestiones teóricas se dé cuenta de que un escenario concreto no es suficiente o conveniente para responder a sus interrogantes. Así pues, el mejor consejo es entrar en el campo, comprender el escenario y, entonces, tomar una decisión sobre la elección de otros escenarios alternativos o complementarios.
La elección del campo
El análisis cuantitativo busca generalizar y universalizar sus descubrimientos y eso lo conduce a contemplar todos los casos, o en su imposibilidad, a seleccionar unos cuantos de muestra que representen un determinado colectivo en todas las situaciones de un determinado tipo (muestra representativa). De aquí la importancia que tiene el muestreo para estos estudios.
Generalmente, los análisis cualitativos estudian un individuo o una situación, unos pocos individuos o unas reducidas situaciones. Mientras que los estudios cuantitativos pretenden generalizar algún aspecto, aunque sea marginal, los cualitativos pretenden profundizar en el estudio de uno o unos pocos casos, sin preocuparse de que lo que ocurra en estos casos concretos no sea fácilmente generalizable a otros casos similares. El enfoque cualitativo tiende a la generalización a partir de la comparación de los resultados de estudios concretos.
Como consecuencia, la tarea de seleccionar muestras representativas pasa a ocupar un lugar marginal para la metodología cualitativa, aunque tampoco es cierto que desaparezca por completo. La investigación cualitativa es considerada por muchos investigadores como un paso previo para la definición de las características de la muestra y de los parámetros de las variables. Se habla de trabajo de campo explorativo para la generación de hipótesis (fase cualitativa) y de trabajo de campo de contrastación (fase cuantitativa).
Así pues, en la investigación cualitativa, por oposición al diseño del muestreo, tiene una especial importancia el trabajo previo: ubicar el escenario que se quiere estudiar, establecer la posición estratégica con la que iniciar la recogida de datos y el proceso de acercamiento a los informantes. Más que un diseño muestral sobre sus sujetos, se requiere un diseño estratégico sobre cómo aproximarse a ellos. En este sentido, el trabajo de campo no puede ser totalmente diseñado en la fase previa en el mismo trabajo de campo.
Desde la perspectiva cualitativa, se denomina muestreo teórico el procedimiento por el que los investigadores seleccionan casos adicionales que hay que estudiar con el fin de examinar si los descubrimientos surgidos a partir de un escenario particular son aplicables a otros, y en qué medida.
El acceso al campo
En general, todas las investigaciones cualitativas se caracterizan por ser reflexivas e interactivas. La etapa de acceso al campo no es una excepción. De entre los aspectos que influyen en la flexibilidad necesaria, encontramos los siguientes:
- La negociación del acceso al campo. En general, entrar en un escenario es difícil. El investigador debe negociar el acceso, obtener gradualmente confianza y recoger lentamente datos que no se adecuan siempre de forma inmediata a sus intereses. No siempre se puede saber a priori si se podrá entrar en un escenario y además, no existen guías para saber en qué punto hay que renunciar al esfuerzo. Normalmente, los investigadores con experiencia aconsejan abstenerse de escoger escenarios donde se mantengan relaciones directas, ya sean personales o profesionales. Cuando uno se siente familiarizado con un entorno, le resulta difícil adoptar la perspectiva crítica necesaria para llevar a cabo una investigación consistente. Además, es probable que aparezcan elementos perturbadores como el miedo a ofender a conocidos, compañeros o amigos. Finalmente, se debe tener en cuenta que entre el intento inicial por conseguir el acceso y el comienzo de la observación puede transcurrir un lapsus de tiempo significativo.
- Acceso a las organizaciones: las organizaciones son el escenario en el que es típicamente necesario solicitar permisos para entrar. Normalmente, se solicitan a las personas responsables. éstas reciben el nombre de "porteros". No todas las organizaciones presentan el mismo grado de dificultad ni el mismo tipo de impedimentos para acceder. Los peldaños más altos de las corporaciones, los hospitales y los grandes organismos gubernamentales son de acceso muy complejo. Una forma alternativa para entrar es la de buscar a alguien conocido que mantenga algún tipo de relación con la organización y que responda por el investigador.
- Acceso a los escenarios públicos y casi públicos: en los escenarios públicos (jardines, plazas, playas, aeropuertos, salas de reposo, etc.) no hay que solicitar permiso para entrar. En los casi públicos (bares, tiendas, teatros, etc.), para realizar la observación se debe negociar con los "porteros", aunque la entrada sea libre.
- Acceso a los escenarios privados: la estrategia más útil para entrar en escenarios privados (familias, pequeñas comunidades, asociaciones, locales, etc.) es la llamada "bola de nieve": empezar con un pequeño número de personas, obtener su confianza y, a continuación, pedirles que nos presenten a otras personas. Una segunda opción es la de recurrir a los organismos oficiales que hay detrás. Por ejemplo, una parroquia, grupos de autoayuda, etc.
- Entrar en contacto con los "porteros": la explicación de los procedimientos e intereses de la investigación a los "porteros" es uno de los problemas más delicados de la investigación de campo. Lo que se les dice tiene que ser veraz pero vago e impreciso. Este principio supone dos tipos de consecuencias: prácticas y éticas. En un ámbito práctico, tenemos que asegurar que no se sientan cohibidos por nuestra presencia y crean que serán observados con detenimiento, en tanto que individuos o grupo u organización. En este sentido, se les puede decir, por ejemplo, que estamos interesados en estudiar el funcionamiento de las escuelas en general y no de la suya en particular. En todo caso, siempre se les debe asegurar la confidencialidad de los datos que se obtienen en el transcurso de la investigación. Esta última puntualización ya señala una preocupación ética. La opción de entrar en el campo de forma encubierta –no informando de que se está realizando una investigación– no goza de buena consideración entre todos los investigadores cualitativos, y todavía es motivo de debate con respecto a consideraciones éticas. Muchos son los que señalan que el engaño desprestigia la ciencia. Otros, en cambio, la justifican cuando no es posible el acceso de forma abierta.
De todos modos, la distinción entre investigación manifiesta y encubierta es una simplificación excesiva. Toda investigación es secreta de alguna manera en el sentido de que los investigadores no lo dicen todo, sino que son bastante discretos en relación con los motivos de su investigación.
Muchos investigadores han sabido aprovechar el descubrimiento de los obstáculos que dificultan el acceso al campo, así como los medios y las fórmulas para sortearlos, porque son muy significativos y aportan indicios sobre el campo que se quiere estudiar:
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"Las negociaciones para conseguir el acceso pueden constituirse como una situación en la que están envueltos puntos de vista múltiples sobre lo que es profano y está abierto a la investigación, y lo que es sagrado o tabú y está cerrado a la investigación a menos que se asuma una posición apropiada de respeto o distancia prudente."
(Barbera-Stein, 1979, pág. 15, citado en Hammersley, 1994, pág. 69)
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